jueves, 22 de septiembre de 2011

MI PRIMER CONTACTO GAY

Esto me sucedió hace muchos años, pero quiero contarles como fue mi primera vez. En esos días tenia 18 años y estudiaba la preparatoria y siendo un chavo normal tenía mis amigos, así que cierto fin de semana quedamos de ir a una fiesta, para llegar a ella no hubo ningún problema y la pasamos muy bien, el problema fue cuando terminó y teníamos que regresar y nuestras casas y es que la verdad estábamos muy retirados y a las 2 o 3 de la mañana, ya no había transporte público y los taxis cobraban demasiado, así que decidimos caminar, íbamos 7 amigos, bromeando por las calles, hasta que Enrique, que era el mayor de todos con 20 años y líder nos dijo:
-¿Saben?, si seguimos caminando nunca vamos a llegar a nuestras casas, ¿por qué no pedimos aventones?
-Bueno no es mala idea -agrego Raúl, otro amigo.
Seguimos caminando, carro que pasaba, le hacíamos señas para que nos dieran un aventón y nada, hasta que un auto de detuvo cerca de nosotros, corrimos hacia el y Enrique rápidamente, le dijo:
-Oiga, no sea malo dénos un aventón.
-¿Hasta donde van? preguntó el tipo del auto.
-¡Por Netzhualcoyotl!
-Si que están lejos, ¿y cuantos son?
-Somos siete agrego rápidamente Enrique
-La verdad voy a una fiesta y me voy a desviar mucho.
-Bueno, solo acérquenos un poco, dice Enrique. Porque no vienen a la fiesta conmigo y terminando, los llevo a sus casas
-Ya es tarde y andamos en las últimas.
-Bueno, súbanse.
Nos acomodamos como pudimos ya que el auto era muy pequeño, cinco atrás y dos adelante e iniciamos el movimiento. Ya sobre la marcha, el tipo insistió en su fiesta, pero la verdad nadie quería saber de esa fiesta y después de unos minutos de camino, el tipo detuvo su vehículo y nos dijo.
- Bueno, hasta aquí, los dejo.
- Un poco mas adelante señor, le dijo Enrique que iba adelante y a un lado de mí.
- Y que gano yo al llevarlos hasta sus casas.
- La verdad dinero no traemos, no sé como le podríamos pagar.
- Bueno, que les parece con cuerpo-matic.
- ¿Y que es eso? Preguntó otro amigo.
Si, no sean tontos. Soy gay y si alguien se deja tocar sus partes, continuamos con el aventón. Todos nos quedamos callados, no sabíamos qué decir, hasta que después de unos segundos, reaccionó Enrique y dijo: sale, yo me sacrifico pero que sea rápido, y en forma amenazante nos dijo a los demás, si alguien en la escuela se entera de esto, me los voy a chingar, cabrones. Todos nos quedamos callados.
El tipo arranco su auto y sobre la marcha comenzó a acariciar las piernas de Enrique, yo iba a un lado de él y no sé porqué pero no podía evitar mirar lo que el tipo intentaba hacer con mi amigo Kike, hasta que el tipo le dijo a Enrique, bueno, sacalo para verlo y acariciarlo.
Como pudo, Enrique se bajó el cierre de su pantalón y sacó su pija. Discretamente bajé mi vista para verlo y ahí estaba la pija de kike, un pedazo de carne y un poco flácido. Él tipo, sin dejar de conducir su vehículo, con una mano comenzó a jalarle y acariciarle el pene a kike, sólo pasaron unos segundos y este comenzó a crecer; kike respiraba en forma agitada y pasó un brazo por mi hombro. No sé porqué, pero no podía dejar de ver lo que el tipo hacia con mi amigo y eso me había calentado, mi pene comenzaba a ponerse duro, no sé si por estar viendo la masturbación que el tipo le estaba dando o por ver la verga de Kike, que en ese momento estaba completamente parado.
Volteaba a ver las calles por la ventanilla pero mi vista volvía a ver lo que le hacían a kike, vi su cara y tenia los ojos cerrados y su boca entreabierta, no sé, pero me dio la impresión de que lo estaba disfrutando.
De pronto, el tipo paró su vehículo y continuó su trabajo, todos estábamos en silencio, solamente la respiración un poco agitada de kike se escuchaba, hasta que el tipo interrumpió el silencio con un vente papito, que quiero ver tu leche, Kike seguía respirando en forma agitada, hasta que dejó escapar un grito, mi vista bajo inmediatamente a mirar el pene de Kike y alcancé a ver cómo arrojaba un chorro enorme de semen que caía sobre sus propias ropas. Yo, en ese momento estaba completamente caliente, el tipo continuo jalándole la verga y este reaccionó arrojando otro gran chorro de semen que fue a parar nuevamente en sus ropas. El tipo agregó: muy bien papito, si que estabas cargado. Sin más ni más el tipo le dio un trapo para que se limpiara y reinició su marcha.
Como pudo Kike se repuso, y el silencio siguió reinando en el auto, unos minutos mas tarde ya andábamos por Neza. Primero bajaron tres, más adelante bajaron otros dos y después sólo quedamos el tipo, Kike y yo. El problema era que yo no vivía por ese rumbo, mi casa quedaba hasta las orillas de Neza, un poco más retirado de ahí y Kike me pregunto:
- ¿Te quedas en mi casa y mañana te vas temprano?
- No se, la verdad nunca he faltado y mis jefes van a estar preocupados -le conteste. Rápidamente Kike le dijo al tipo:oye, ¿puedes llevar a mi amigo hasta la Perla?
- No, esta muy lejos -dijo el tipo.
- Sólo déjeme por la avenida Carmelo Pérez y de ahí a ver como me voy -agregue yo.
- Bueno, sale, pero nada más hasta la avenida.
- Bueno, yo me quedo aquí -dijo Kike que bajo del auto y se despidió de mí.
- Te cuidas, nos vemos el lunes en la escuela.
- Sale, hasta el lunes fue lo único que dije.
El tipo arrancó su auto y rápidamente me preguntó:- ¿De la avenida en donde vas a bajar, esta aún más retirada tu casa?
- Si, dije con voz nerviosa, cosa que el tipo noto y preguntó:- ¿Por qué estas nervioso?
- No se -fue lo único que alcance a decir. Pero la verdad era que él me estaba poniendo nervioso y más por lo que había visto minutos antes, aún sentía mi pantalón un poco de humedad. De pronto, el tipo estiro su mano y comenzó a acariciar mi pierna y dijo: tranquilo, no va a pasar nada, y siguió recorriendo mi pierna hasta que alcanzó mi pija por encima del pantalón.
Al sentir su mano en mi paquete, no sé porqué pero no dije nada, al contrario, comencé a sentir placer, mientras él seguía frotándome mi pene, esto hizo que poco a poco se pusiera erecto, hasta que el tipo dijo:- Te propongo una cosa, déjate masturbar y te llevo hasta tu casa, ¿cómo lo ves?
- No se, dije dudando. Pero lo que me estaba haciendo era demasiado para mí.
- Anímate, porque así como estas, no creo que aguantes más, estas bien caliente, vamos buscando un lugar tranquilo y lo hacemos.
- Bueno está bien, dije.
De inmediato el tipo buscó una calle oscura, al encontrarla, detuvo su vehículo, apagó las luces y el motor y volvió hacia mí, pensé que me iba a bajar el cierre de mi pantalón, pero no, se fue de inmediato a mi cinturón, lo desabrochó y comenzó a bajarme las pantalones y mi trusa quedando mi verga afuera. Al verlo, de inmediato lo tomó con una de sus manos y comenzó a jalármela, eso terminó por poner súper duro, después separó mis piernas y para mi sorpresa, el tipo se agachó, abrió su boca y se comió todo mi verga, sentí su boca tan caliente que fue realmente agradable, bajé la vista y vi cómo mi pene entraba y salía de su boca.
Mientras él seguía dándome tremenda mamada, una de sus manos comenzó a desabrochar los botones de mi camisa, al terminar, su mano continuó acariciando mi pecho hasta que encontró mis tetillas y continuó dándoles unos pequeños pellizcos. Al principio, hubo un poco de dolor pero después me comenzó a gustar, el tipo jaló una palanca del asiento y el respaldo cayó hacia atrás quedando yo casi acostado, lo único que hice fue aferrarme con ambas manos del asiento del auto.
Casi acostado sobre el asiento, veía como el tipo seguía mamándo mi verga y bajaba hasta mis huevos y los chupaba, después de eso, con su lengua comenzó a recorrer mis piernas y fue subiendo poco a poco hasta llegar a mi ombligo, ahí le dio unos pequeños besos, mientas una de sus manos seguía masturbándome lentamente. Su boca seguía recorriendo mi abdomen, eso hacia que mi piel se erizara, hasta que se detuvo en una de mis tetillas, la chupó y le dio unos cuantos mordiscos, eso me hizo arrancar un fuerte suspiro y comencé a respirar en forma agitada. Después se paso a la otra y lo mismo, incliné mi cabeza hacia atrás, mis músculos estaban tensos, de pronto su lengua recorrió mi cuello y el cosquilleo que sentí hizo que levantara mi cabeza, al hacerlo, me encontré frente a él, sentía su respiración agitada en mi cara y creo que él pudo percibir la mía. De pronto, su boca se pego a la mía, dándome un gran beso, eso me sorprendió por completo, quise separarme de él pero como casi estaba encima de mí no logré nada, hasta que fui cediendo a sus instintos. Con su lengua separó mis labios y sentí cómo su lengua jugaba dentro de mi boca.
No sé porqué pero no puse resistencia, la verdad, había besado a varias chicas pero ese beso fue muy diferente, tanto así que comencé a corresponderlo, después se separo de mí unos centímetros. Yo respiraba agitadamente, lo miré a los ojos y mi mirada bajó hasta labios, quise volver a besarlo pero me detuve y pensé: qué estoy haciendo? quiero seguir besando a este tipo, a un hombre?
Él me sacó de mis pensamientos y susurrando me dijo: quiero que te vengas papito, le contesté entrecortadamente: si?
Cerré mis ojos, me recosté en el asiento y él bajo lentamente hasta encontrar mi pija y se lo llevó a la boca, de inmediato sentí lo caliente se sus labios y comencé a sentir cómo entraba y salía de su boca, baje mi vista para ver cómo lo hacía. Sentí un poco de vergüenza pero el morbo me mantuvo ahí, viendo cómo un hombre me masturbaba con su boca.
En ese momento, mi pene estaba a punto de explotar gracias a un desconocido, ya que a pesar de mi edad y de vivir en una colonia muy popular, no había tenido relaciones sexuales, es más ni con una prostituta, sólo mi mano era mi consuelo. El tipo seguía tragándose mi pene, hasta que mis músculos comenzaron a tensarse y mi respiración se aceleró. Estire mis piernas y empecé a murmurar:noooo, ya no puedo, ya no puedo.
Dejé escapar un pequeño grito y sentí algo caliente que recorrió mi verga, al sentir eso, levanté mis caderas tratando de atravesar al tipo por su garganta y así tuve mi primera eyaculación con otra persona. Mi semen lo había depositado en la boca de ese hombre. Mientras él seguía mamándose mi pene, bajé mis caderas y nuevamente las levanté arrojando otro chorro de semen caliente, así hasta una tercera vez, mientras el tipo jamás dejo de mamarme la pija.
Unas gotas de sudor bajaban por mi frente, mi cuerpo quedo completamente relajado y mi respiración volvía a su normalidad lentamente, mientras que el tipo se reponía, me dio un trapo para que me limpiara pero fue poco lo que hice ya que mi pene estaba casi completamente limpio y pensé; se tragó todo mi semen este cabron? o dónde quedó? Con un poco de vergüenza, volteé a verlo y con su camisa se limpiaba la boca, ya repuesto me dijo: ¿tenias rato que no lo hacías verdad? Pensé que nunca ibas a terminar.
Sólo le conteste: si, algunos días. El tipo arrancó su vehículo y dijo: ¿Por donde voy?
Derecho, le contesté mientras me subía los pantalones. Durante el camino hubo un poco de silencio hasta que el tipo me preguntó:- ¿Te gustó lo que te hice?
- Creo que si -no sé, pero le había dicho la verdad.
- ¿Cuántas veces te lo habían hecho así?
Rápidamente pensé que si le decía que era la primera vez, se iba a burlar de mí y le contesté:- Con un hombre, nunca, con algunas mujeres si.
- Sabes, en buena onda, me gustó mucho. Quisiera que en otra ocasión nos podamos ver.
- No lo se, la verdad casi no salgo y por lo visto tu vives en el Distrito y estamos un poco retirados.
- Si estamos un poco retirados, pero si queremos lo podemos hacer.
- Tal vez fue lo único que le dije pero dentro de mi había algo que deseaba decir si, pero me contuve.
- ¿Cuántos años tienes? - Dieciocho ¿y tú?- Treinta, pero tú te ves muy bien, te me haces muy guapo.
-Gracias, le dije con una pequeña sonrisa nerviosa.
Al ver que estábamos cerca de mi casa le dije: creo que por aquí esta bien; él me pregunto: ¿por aquí vives?. Un poco mas adelante, le contesté.
El tipo paró su vehículo y una de sus manos tomó una de mis piernas y la recorrió hasta encontrar mi pequeño bulto, lo sujetó, lo frotó y dijo: espero que no sea la ultima vez que te vea. Mi pene comenzó a despertar nuevamente a las caricias de ese hombre, y le contesté: no sé cómo te llamas, ni como puedo localizarte.
Rápidamente el tipo soltó mi pene y buscó entre sus ropas su cartera, la encontró, sacó una tarjeta, me la entregó y me dijo: toma, ahí esta mi nombre, mi dirección y mi teléfono, cuando gustes llámame y nos podemos ver.
Tomé la tarjeta, no la leí y la metí en la bolsa de mi camisa y le dije:gracias, en la primera oportunidad te marcaré.
Bueno adiós, le tendí mi mano para despedirme y le di mi nombre: ¡Ramiro¡
Él me contestó el saludo y me dio su nombre: ¡Oscar! y me jalo hacia él y agregó: no te enojes y me dio otro beso, yo cerré mis ojos, abrí mi boca y lo recibí.
Duramos unos segundos así, mientras pensaba ¿Por qué lo estoy haciendo? Al mismo tiempo que lo estaba disfrutando, me despegué de él y le dije: hasta la próxima. Bajé del auto y me encamine a mi casa.
Ya en el interior de mi casa, vi que todos dormían y sin hacer ruido, me fui a mi pequeño cuarto, prendí la luz y leí la tarjeta: Arquitecto Oscar, Calle y Teléfono y pensé;¿Por qué he hecho todo esto?
Un hombre me había besado y no me enojé, al contrario, había sentido cierto placer y me había gustado la gran mamada que me había dado, pero en mi mente aparecía, pero es un hombre igual que yo, ¿qué está pasando? Seguí dándole vuelta al asunto hasta que me quedé dormido.
El lunes en la escuela, sentía que todos me miraban y sabían lo que había hecho la madrugada del sábado, pero eran puras alucinaciones mías, más tarde me encontré a Kike, me saludó y me preguntó: llegaste bien el sábado a tu casa? Y pensé rápidamente, nadie tiene que saber lo que pasó con ese tipo, y sólo le contesté: si, tarde pero llegué. Kike agregó: me hubiera gustado acompañarte para ver que más sabía hacer ese buey. Cuando dijo eso, me puse un poco nervioso y le dije: y qué más querías que te hiciera, si te dio una buena jalada?
Kike dijo: si verdad, pero bueno, mejor en otra ocasión platicamos de eso. Yo quedé un poco intrigado y le dije: cuéntame, somos amigos, Kike me dijo: si, eres mi mejor amigo, pero no sé cómo puedas reaccionar con este secreto que tengo.
¿Secreto? pregunté yo y agregué: bueno, cuando quieras me lo puedes contar.
Kike dijo: si, te lo contaré pero será otro día y con más calma.
Bueno, esta bien dije y seguimos nuestras vidas.
Bueno, la verdad después de esa noche no tenia tranquilidad, ya que a cada momento recordaba todo lo que había pasado con Oscar, me encerraba en mi cuarto y comenzaba a acariciar mi cuerpo y terminaba masturbándome, imaginando que era Oscar quien me lo hacia y lo peor de todo era recordar ese beso tan caliente que me había dado, pero mi mente daba otro giro y decía como puedo estar pensando en él si es un hombre igual que yo, no puede ser que esa persona me tenga así, veía su tarjeta y me decía a si mismo: y si le hablo haber que pasa y después me arrepentía y terminaba por dormirme.
Pero cierto día en la escuela llegó Kike y me dijo: Oye, vas a ir a la fiesta este viernes.
-En donde la van hacer? pregunté rápidamente.-
Por mi colonia,agrego Kike. Por qué
-No nada más preguntaba le conteste, pero pensé y si en lugar de ir a la fiesta le hablo a Oscar, para ver si nos podemos ver, si eso es lo que voy hacer, pido permiso para ir a la fiesta y me encuentro con Oscar. La idea me había motivado y comencé a hacer planes rápidamente y ese día saliendo de la escuela me despedí de mis amigos y en lugar de tomar el colectivo para mi casa me fui caminado para buscar un teléfono público, después de unas cuadras encontré uno, saqué la tarjeta de Oscar, deposité una moneda y marqué, sentía cierto nerviosismo, el timbre sonaba y nada, colgué y pensé a la mejor marque mal, marque nuevamente y otra vez nada, una tercera vez y nada y procedí a retirarme, camine con dirección a mi casa iba un poco desilusionado y pensaba, fue puro cuento, no existe ese teléfono. Y otra cosa vino a mi mente y si esta trabajando, si, eso ha de ser, le marcaré en la noche y así con mil cosas en la cabeza llegué a mi casa y esperé hasta la noche.
Llegó la noche y con pretexto de ir comprar algo salí, caminé unas cuadras hasta encontrar un teléfono, saqué la tarjeta una moneda y marqué; en ese momento comencé a sudar y mi corazón palpitaba aceleradamente, sonó el timbre y el nerviosismo hizo que colgara y pensé, ¿Qué estas haciendo? ¿Estas seguro de lo que vas a hacer? Respire profundamente y marqué nuevamente; el timbre comenzó a sonar, hasta que entró la llamada y comenzó la comunicación.
- ¿Bueno?
- Buenas noches, ¿Oscar?
- Si, ¿Quién habla?
- Este, no sé si me recuerdes, soy el chico que hace unos días le distes un aventón.
- Claro que si, ¿Cómo has estado?, pensé que nunca llamarías, pero dime ¿qué pasa?, ¿se te ofrece algo?
- Sabes, te marqué para ver si nos podíamos ver? mi voz sentía que temblaba.
- Claro que si, ¿pero ahora mismo?
- No, hasta el viernes, mis amigos organizaran una fiesta ese día y en lugar de ir a ella, estoy viendo la manera de si nos podemos ver.
- Claro que si, no sé si puedes llegar hasta el metro Balbuena.
- Si, si puedo ¿a qué hora?
- Te parece a las ocho de la noche.
- Sale a las ocho en Balbuena, adiós. y colgué sin mas ni mas, en ese momento me sentía alegre.
Los días pasaron hasta que llegó el viernes, con pretexto de ir a la fiesta con mis amigos salí y minutos antes de la ocho de la noche ya estaba en el lugar donde habíamos quedado de acuerdo, pasaron unos minutos que se me hicieron inmensos, hasta que de pronto apareció el auto de Oscar, mi corazón se aceleró de inmediato y pensé rápidamente: bueno que me de una buena mamada hasta que me venga y listo, tal vez pueda regresar a la fiesta ¿y si me besa? no importa, es parte del juego, si, así será.
El auto se detuvo y abrió la puerta, yo me acerqué a él, hasta que oí su voz nuevamente, no sé por que pero estaba nervioso.
- Hola que tal, sube.
- Hola buenas noches, y subí al auto que de inmediato arrancó.
- Que tal ¿Cómo has estado?
- Bien, gracias
- Sabes, es muy temprano y hay mucha gente, no creo que se pueda hacer algo aquí.
- Si, vi a todos lados y era verdad, gente por donde quiera.
- Y he pensado de porque no mejor nos vamos a mi casa, ahí estaremos mas tranquilo ¿Cómo ves?
-La verdad no sabia ni que decir, eso aumento mi nerviosismo.
- No te preocupes, vivo solo y creo que si tu quieres, no la podemos pasar mucho mejor.
- Bueno esta bien fue todo lo que dije y pensé: el que busca encuentra.
De camino a su casa dio una vuelta por aquí, otra por allá y en unos minutos llegamos a una casa, detuvo su vehículo, y me dijo: permíteme; ahora regreso.
Bajó del auto abrió el portón de su casa y regresó, arrancó su auto y lo metió, bajó nuevamente cerró el portón y hasta que llegó del lado de mi puerta, la abrió, me dio la mano y me dijo: Ven sal del auto, sentía que mis piernas temblaban, mientras el me fue guiando, era mas alto que yo, de una espalda enorme y robusto, nada parecido a mi y es que la verdad yo era muy delgado aunque yo media 1.70 de estatura, él me pasaba. Soltó mi mano, abrió la puerta de su casa y me dijo:- Adelante, estás en tu casa.
- Gracias, camine unos pasos con nerviosismo.
- Tranquilo que no como, bueno, como pero de otra manera, colocó su mano en mi hombro y me guió hasta la sala donde me senté en un sillón
- ¿Quieres tomar, cerveza o algún vino?
- Cerveza, al momento en el que él se alejaba y regresaba con unas cervezas.
- Toma, me dio mi cerveza y se sentó a mi lado
- Mira, estamos solos y como te lo dije, si tu quieres no la podemos pasar de maravilla, ¿Cómo ves?
- Si, claro que si. Mientras le daba un largo trago a mi cerveza, el nerviosismo seguía en mi.
- Si me hablaste, fue por que te gustó lo que hicimos esa noche ¿verdad?
- Si, la verdad me gustó y, ya no me dejó hablar.
- Bueno pues disfrutemos.
Me quitó mi cerveza de la mano y la dejo en una mesita, regreso conmigo, unas de sus manos me tomó de la barbilla y me volteó hacia él, nos miramos a los ojos y me dijo: me gustas, yo por mi lado no podía evitar mi nerviosismos y comencé a respirar aceleradamente, hasta que su boca se unió a la mía, abrí mi boca y comenzamos un beso muy ardiente el sabor a cerveza llegó a mi paladar, mientras su lengua entraba y salía de mi boca, de nuevo comenzaba a disfrutar de esos besos, sin desprendernos nos pusimos de pie, yo levante un poco mi cabeza y él se agachó un poco pero seguimos besándonos, mi corazón latía a mil y mi pene había despertado comenzaba a ponerse duro, separó sus labios de los míos y rápidamente se quitó su playera y después me quitó la mía, y volvimos a besarnos, nuestros cuerpos se juntaron y comencé a sentir su piel junto a la mía, tomó mis manos y las guió hasta sus pectorales, las subió y las bajó, quería que lo acariciara y así lo hice, comencé a sentir los músculos de su pecho y de su abdomen, mientras el pasaba sus manos por mi espalda, por mis nalgas, por mis piernas, hasta que una de sus manos comenzó a acariciar mi verga por encima del pantalón, me lo apretaba, lo jalaba, ahora si estaba completamente caliente y mi pija estaba completamente tieso.
Después de ese gran beso, Oscar comenzó a descender poco a poco recorriendo mi cuerpo con su boca hasta que quedo hincado frente a mi, su cara estaba casi enfrente de mi pinga, rápidamente comenzó a desabrochar el cinturón de mi pantalón, bajó el cierre y de un solo jalón bajó mi pantalón junto a mi trusa, quedando mi verga al descubierto, Oscar lo tomo con unas de sus manos, lo observó por unos segundos y en un segundo se lo trago dándole una gran mamada que hizo que dejara escapar un gran suspiro y nuevamente sentí lo caliente de su boca y así comenzó a entrar y salir de su boca, había momentos que lo sacaba por completo y buscaba mis testículos e igual les daba una gran mamada y volvía a tragarse mi pija, mientras sus manos recorrían mi cuerpo, mis piernas y mis nalgas las cuales las apretaba con fuerza y al contrario de sentir vergüenza por eso, sentía cierto placer.
Así continúo por varios minutos, dándome una rica mamada, hasta que llegó un momento que comenzó a quitarse su pantalón, ahora él quedaba solo con su trusa. Se desprendió de mi y se puso de pie me abrazo y me beso, pero al mismo tiempo sentí un enorme bulto que tocaba mi bajo vientre, como pude me separe un poco de él y me agaché para poder observar y noté un enorme bulto, solo lo cubría su trusa, levante mi cara y continué besándolo, pero dentro de mi entró una curiosidad enorme por ver como era su verga, mientras el seguía repagándomelo en mi vientre, hasta que no sé como pero de repente me volteó quedando pegada mi espalda a su pecho.
En esa posición unas de sus manos tomo mi pija y comenzó a masturbarme y con la con la otra mano acariciaba mi cuerpo, mientras su boca recorría mi cuello, mi espalda ocasionando que mi piel constantemente se erizara, hasta que nuevamente sentí su enorme bulto que rozaba mis nalgas, en un momento pens, -¿Qué estoy haciendo? Pero era tanta mi excitación que segundos mas tarde me dejé llevar por el placer y después al darme cuenta era yo quien restregaba mis nalgas contra ese bulto que a cada segundo que pasaba sentía que aumentaba de tamaño, fue tanta mi calentura que arroje mis brazos hacia atrás para abrazarlo y pegarlo mas a mi cuerpo, acariciando con mis manos sus grandes y duras nalgas y haciendo presión contra mi cuerpo.
De pronto mis manos tomaron su trusa y en forma consciente o inconscientemente comencé a bajarla hasta que cayeron al suelo. Ahora si los dos estábamos completamente desnudos y pasamos a otra parte del juego donde su pija rozaba directamente mis nalgas y nuevamente un dejo de arrepentimiento vino a mi mente y pensé ¿Qué diablos estoy haciendo?
Pero igual, me olvidé y continué disfrutando de mi primer contacto homosexual más directo y real; y me deje llevar nuevamente, separé mis piernas ya que cuando él se agachaba sentía que su pija quedaba en medio de mis piernas y después lo iba subiendo lentamente y empujando contra mis nalgas como si quisiera penetrarme, sin conseguir nada, mientras sus manos seguían su rico trabajo de masturbarme y acariciar mi cuerpo, hasta que llego ese rico y placentero momento.
Sentir su cuerpo pegado al mío, así como sus manos acariciar y recorrer mi cuerpo y su pija pasármelo por mis nalgas era algo excitante que tenia que terminar por hacerme venir y como pude con mi respiración toda agitada dije: ¡Ya no aguanto, siento que ya me voy a venir¡ Oscar al escuchar esto, me volteó rápidamente, mientras él se ponía de rodillas y no dejando pasar ni un segundo se llevó mi pija a su boca y comenzó a darle una rica mamada, eso fue suficiente para que sintiera algo caliente recorrer mi pene, era un chorro de semen que brotaba y caía en la boca de Oscar, mientras él seguía mamando, lo tomé de la cabeza y comencé a mover mis caderas sacando y metiendo mi pinga de su boca en forma lenta , disfrutando de ese momento, hasta que otro gran chorro salió, me quedé quieto por unos segundos mientras que Oscar seguía me exprimiendo, ya no aguanté di unos pasos hacia atrás y me deje caer en un sillón, cerré mis ojos mientras trataba de normalizar mi respiración.
De pronto escuche mi nombre, ¡Ramiro¡ y eso hizo que abriera mis ojos y me sentara en forma correcta y para mi gran sorpresa él estaba parado frente a mi a escasos dos metros y completamente desnudo, lo vi a la cara pero mi vista rápidamente lo barrio de arriba abajo y se detuvo en su pija que en ese momento estaba completamente erecto, Oscar siguió hablando y dijo: -¿Te gustó lo que hicimos?, moviendo mi cabeza en forma afirmativa le dije.
-Si, si me gusto sin dejar de mirar su cuerpo y volver a detener mi vista en su verga.
Rápidamente vi sus grandes músculos de su tronco y sus piernas, era completamente lampiño y en el centro de su cuerpo y en medio de un enjambre negro, estaba su pija completamente erecto y apuntando hacia mi (que a decir verdad era más grande que el mío) y sus testículos colgando en medio de sus piernas.
Oscar dio unos pasos y se paró frente a mí, a escasos centímetros, ahora su verga estaba frente a mi cara y ya no pude disimular, mi vista se quedó clavado en él, si que era grande, su glande estaba como morado pero brillaba un poco por la luz, Oscar la meneo frente a mí y me pregunto: - ¿Te gusta?
-volteé a ver su cara y no supe que decir, Oscar puso unas de sus manos en mi hombro y dijo.- Tómalo, es todo tuyo
-Moví mi cabeza en forma negativa como diciéndole no, pero esa no era mi respuesta que quería dar, si movía mi cabeza en forma negativa, era para decir no puedo creer lo que estoy viendo.
- Vamos acaríciala, dijimos que íbamos a disfrutar de esta noche
-No sé que diablos pasó nuevamente que levante mi mano y tomé su pija, estaba completamente duro, era mi primera vez que tocaba la pija de otro hombre.
- Que rica manita, y moviendo sus caderas al frente y atrás mi mano recorrió su verga hasta que atine a decir unas cuantas palabras.
- Si que está grande y bien dura.
- Así es, mira como la pusiste.
- ¿Yo? Pregunté ingenuamente.
- Si, cuando te la pase por tus nalgas me excitaste demasiado y mira como la has dejado, ahora espero tengas el remedio para bajarme esta calentura.
- ¿Y cómo lo voy hacer?- Así como estas, moviendo tu manita y después otras cositas, me dijo.
Era cierto, sin darme cuenta mi mano había comenzado a masturbar la pinga de Oscar y así continué por varios minutos, hasta que Oscar me puso de pie frente a él y me besó, no se por que, pero con eso me desarmaba, después de un gran beso se separó de mi, tomó mi cabeza y la guió por su cuerpo, yo seguí besando sus pectorales su abdomen y así hasta que con la ayuda de sus manos me agachó y quede hincado frente a su pija, Oscar comenzó a menear sus caderas y esto hizo que tocara mi cara, hasta que la tomó con su mano y busco mi boca y yo un poco temeroso la abrí y sentí ese trozo de carne en mi boca, de inmediato Oscar dio un gran suspiro de placer que me excitó y continué con el juego, ahora las caderas de Oscar iban y venían y su pija entraba y salía de mi boca, obvio que no podía tragármela toda, pero no se porque pero comencé a disfrutar de ello.
No sé cuanto tiempo estuve mamando a Oscar, hasta que nos acostamos en la alfombra, yo quede debajo de él y de inmediato comenzó a besarme hasta que llego a mi pija, se lo tragó, una buena mamada y después mis testículos, pero poco a poco fue bajando su lengua, llegaba mas abajo de mis testículos y subía hasta la punta de mi verga, separo mis piernas e hizo que las flexionara, quedando mis piernas pegadas a mi pecho, entonces sentí recorrer toda su lengua en mi ano al principio quise oponerme, pero él me sujeto un poco más fuerte mis piernas y yo quedé inmóvil, en ese momento mi cuerpo comenzó a sentir nuevas sensaciones hasta llegar a sentir que su lengua quería entrar a mi culito, aun hasta ese momento virgen, pero todo eso era suficiente para que yo suspirara y mi piel temblara de cierto placer.
Después de estar sintiendo como su lengua recorría mi ano, subía a mis testículos y luego se tragaba mi verga por varios minutos, Oscar se desplazó hasta alcanzar mi boca, quedando encima de mi y yo con mis piernas abiertas, comencé a sentir como su pija jugaba en mis nalgas y mi agujero cerrado, como si quisiera entrar a ese rincón de mi cuerpo, no sé por que, pero al sentir eso, yo separaba más mis piernas y levantaba más mis nalgas esperando que fuera penetrado en ese momento. Hasta que Oscar cambio de posición, seguía encima de mi pero había girado y su enorme verga ahora lo tenia enfrente de mi, mientras el seguía dándome tremendos lengüetazos en mi ano, al ver tan cerca de mi la pija de Oscar no dudé y levantando un poco mi cabeza me lo llevé a la boca y comencé a darle unas pequeñas mamadas, fue el momento en que escuche Oscar decía: -Muy bien, que rica boquita
Al escuchar esto abrí más mi boca y comencé a darle unas enormes mamadas a ese duro pedazo de carne, la poca vergüenza que había tenido, en ese momento desapareció por completo. En esa posición no duramos mucho tiempo, ya que de repente Oscar giró su cuerpo e invertimos nuestras posiciones, ahora era yo quien estaba encima de él. Ahí fue mas fácil para Oscar ya que mis piernas estaban abiertas y lo único que hizo fue separar mis nalgas con sus manos y volver con su rico trabajo, mientras yo jalaba su gran verga, pasaron cinco o seis minutos hasta que Oscar se arrastró por debajo de mi y quedo hincado detrás de mi, inmediatamente sentí su su verga en mis nalgas, abrazó mi cuerpo y se acercó hasta mi oído y susurrando dijo.-Quiero estrenar tu culito papito.
Al escuchar eso, solo le dije.
-Si, ya no podía aguantar más
-Al escuchar el si, Oscar se levantó y con paso apresurado se dirigió a otro cuarto, eso me sorprendió y le dije: -¿A dónde vas?
-Permíteme.
En pocos segundos nuevamente estaba atrás de mi, había ido a traer una frasco de crema, inmediatamente me empinó y mis nalgas quedaron a placer suyo que sin perder más tiempo me las comenzó a besar hasta que las separó y sentí su lengua en mi culo, así continuo por unos minutos, pero cuando separaba mis nalgas con sus manos, sentía que sus dedos pulgares querían entrar a mi aun apretado ano, hasta que Oscar me dijo: -Tranquilo, afloja tu cuerpo y relájate que apenas estamos empezando. Así era, eso solo era el comienzo de esa noche y de muchas más. De repente empecé a sentir algo fresco, era la crema que comenzaba a ponerme en mi agujero, después de eso unos de sus dedos comenzó a hacer presión sobre mi, hasta que logró su objetivo, tal vez había sido la gran cantidad de crema o lo excitado que estaba que no sentí mucho dolor, Oscar continuo sacando y metiendo su dedo en mi culito, como si quisiera aumentar su tamaño, hasta que Oscar dijo: -Creo que ya estas listo para recibir mi garrote.
De inmediato sentí como la verga comenzó a rozar mis nalgas y voltee para ver que pasaba y alcance a ver como Oscar meneaba sus caderas y por ende su enorme pija daba pequeños golpeas a mis nalgas, voltee mi vista al frente y metí mi cabeza entre mis brazos, me mordí mis labios y espere su primera envestida al mismo tiempo que pensaba. Pero que diablos haces aquí y empinado. Pero también mi cuerpo pedía algo de placer; hasta que llegó el momento en que sentí que su pija toco el centro de mi culo y comenzó a dar pequeños empujones sobre mi aun virgen culo, hasta que la cabeza de su verga entró, en ese momento reparé y un intenso dolor recorrió todo mi culito, Oscar de inmediato me afianzó y me sujetó más fuerte por mis caderas y así comencé a sentir como ese gran y duro pedazo de carne recorrió milímetro a milímetro mi interior.
Con un gran dolor que recorría todos los pequeños músculos de mi esfínter aun sentía como iba avanzando en mi interior, Oscar detuvo su movimiento aun no entraba toda y ahora lo sacaba, igual lentamente, así estuvo por varios segundos sin penetrarme completamente, pero eso era suficiente para sentir dolor pero al mismo tiempo sentía nuevas sensaciones, hasta que la saco casi por completo me sujeto fuertemente por mis caderas y dejó ir de un solo golpe todo se verga en el interior de mi culo, el dolor que sentí, hizo que gritara y la fuerza con que me empujó su trozo de carne hizo que cayera quedando tendido sobre la alfombra.
Oscar sin decir nada me levantó y quedé nuevamente empinado y reinicio su trabajo, su larga pija empezó a entrar y salir de mi adolorido ano, al principio lentamente pero como fueron pasando los segundo comenzó a acelerar su movimiento, llegó un momento en que sentía que algo golpeaban mis nalgas y así era, eran sus testículos que chocaban contra mis nalgas. Oscar seguía penetrándome en forma acelerada, aun sentía dolor, pero al mismo tiempo disfrutaba como el largo pene recorría todo mi culo, hasta que llego el momento en que me dijo: -Que rico hoyito tienes mi reina; eso, así muévete mas, mas rápido; Al escuchar eso me di cuenta de ello, en efecto era yo quien estaba moviendo mis caderas al frente y atrás, disfrutando de esa penetración, pero al mismo tiempo había dicho otra cosa: Reina? eso era yo para él, sus rápidas y duras envestidas que recibía de parte de Oscar hizo que me olvidara lo que me había dicho y seguí disfrutando de ese momento.
Mientras Oscar seguía penetrándome, sus manos comenzaron a recorrer mi cuerpo, sus manos tocaban mi espalda, mis hombros y apretaban mis pechos, sobre todo mis pequeños pezones, hasta que una de sus manos tomo mi pija y comenzó a masturbarme mientras que su verga seguía entrando y saliendo de mi agujerito en forma rítmica, su mano acelero su movimiento y yo ya no pude aguantar más y un tremendo chorro de semen salió de mi, llenando la mano de Oscar, contraje los músculos de mi abdomen para arrojar otro chorro de semen, momento que no paso por inadvertido por Oscar que de inmediato dijo: -Eso, así mi reina, apriétalo mas.
Así era, cada que contraía mis músculos de mi abdomen, también contraía los músculos de mi ano, inconscientemente le estaba dando un buen momento de placer a Oscar. Mientras yo apretaba los músculos de mi culo, Oscar seguía remetiendo con su gran pija, sentía que mis piernas temblaban, nuevamente me tomó de las caderas y aceleró su movimiento; su gran trozo de carne dura, entraba y salía de mi cuerpo, por momentos en forma acelerada, pero después bajaba su intensidad y lo hacia lentamente, así podía sentir como recorría todo el interior de mi culo hasta llegar al fondo y lo sacaba lentamente, así estuvo por varios segundos hasta que aceleró su movimiento y como si fuera una maquina no paraba, yo sentía dolor, pero el hecho de ser penetrado cambiaba todo. Después de unos minutos de de su acelerada penetración, el sudor comenzó a cubrir nuestros cuerpos Oscar comenzó a gritar como loco: -¡Ya no puedo!
Se detuvo por un momento, empujó hasta al fondo de mi culo y descargó su semen en mi, pensé diablos se esta viniendo dentro de mi, en mis entrañas sentía algo caliente, empecé a empujar mis nalgas hacia atrás y él entro y salió dos o tres veces y se detuvo, y otro gran chorro de semen dejo escapar, siguió moviendo sus caderas hasta que empecé a escuchar un ruido, algo extraño que se originaba por el pene de Oscar, mi culo y su semen que estaba descargando, el dolor existía pero eso ya ni me acordaba.
Después de que Oscar terminó se tendió en la alfombra, yo por un momento me sentí con vergüenza por todo lo que había pasado, volteé y mi vista recorrió su cuerpo y se detuvo en su pija donde una de sus manos lo acariciaba, me acerque a él con un poco de temor de ser rechazado, pero al contrario me abrazó y me pegó a su cuerpo, tomó unas de mis manos, la guió hasta su verga para que fuera yo quien lo acariciara, cosa que comencé a hacer con mucho gusto y así comenzamos otra sesión de sexo.
Esa, mi primera noche cambio mucho mi vida, nunca imaginé que todo esto podría pasar y que yo hubiera aceptado hacer todo esto, pero la verdad lo había disfrutado y así fue como comencé a disfrutar de este tipo de sexo.

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