miércoles, 6 de marzo de 2013

SU AMIGO, MI MACHO

Mi nombre es Marcos, vivo en un departamento con mi amigo Carlos, en la ciudad de México. Vivo con él porque es mi único conocido en esta ciudad y yo no soy de aquí.
Soy moreno claro algo, típico de un chico de provincia como yo, que soy originario de Veracruz, y también soy esbelto, algo, alto, ojos cafés oscuro, cabello negro y muy amable o eso dice la gente.
Por otra parte Carlos estaba rodeado de sus amigos de toda la vida que estudiaban con él en el mismo grupo y se reunían en las tardes para descansar y pasar un buen rato de ocio, reuniones a las que frecuentemente era invitado por Carlos, pero como me costaba mucho adaptarme a esta nueva ciudad, rechazaba sus invitaciones a las reuniones con sus amigos.
De tantas insistencias de mi amigo a que asistiera a las reuniones para conocer a sus amigos, terminé aceptando en asistir a una de ellas; la cual fue saliendo de la universidad a las 3 de la tarde en los jardines del campus donde sus amigos y él se reunirían para partir hacia otro sitio en donde se llevaría acabo el convivio y llegamos al sitio acordado; solo se hallaba en el lugar un amigo de Carlos, (Bruno) y de inmediato me lo presento.
- Hola Bruno!
- Te presento a un amigo mío
- ¿Qué tal? Soy Bruno
- ¿Qué tal soy Marcos
- ¿Es cierto que no eres de aquí verdad?
- No, yo soy de Veracruz
- bueno marcos bienvenido al grupo ya veras que te la pasas en grande tío
- Yo solo sonreí y asentí con la cabeza en un movimiento de aceptación.
No podía creerlo ese chico que acaba de conocer era un sueño, era un moreno claro, pero muy claro, casi güero, pero su insinuación morena no dejaba de ser notoria, media como 1,80 mts de alto, de ojos cafés claro, una insinuación de barba recién rasurada, brazos marcados algo musculosos, pectorales bien definidos y marcados, con un estomago de lavadero de en sueño, era prefecto, un sueño de macho hecho realidad, pero que gran ejemplar de macho tenia frente a mi. En cuanto pude salir de mi shock dije casi apenado; OK ya veremos. Aunque en mi mente no pensaba nada más que desnudarlo con la pura vista, se me hacía agua la boca de solo imaginármelo desnudo, mi lujuria aumentaba cada vez más al verlo sonreír o mover sus espectaculares músculos que se tensaban con sus movimientos, era demasiada mi excitación, me estaba excitando con solo mirarle ese cuerpo de dios griego y esa vara de macho viril que poseía, el tipo me volvía loco de deseo.
Solo pasaron 15 minutos para que sus demás amigos comenzaran a llegar al sitio de la reunión, pero en todo el tiempo que estuvimos conviviendo esa tarde mi vista no se apartaba de ese ejemplar tremendo de macho. El tiempo transcurrió y Carlos y yo nos retiráramos a nuestro departamento.
Al llegar al departamento Carlos se metió a duchar, y yo le dije que estaba algo cansado y que me retiraría a dormir temprano porque me esperaba un día tremendo en la universidad; él asintió y se dirigió a la ducha, mientras yo me fui a mi habitación. No se apuren amigos con Carlos no paso nada, aunque él también es un sueño de hombre, solo lo quiero como a un hermano, somos grandes amigos desde la infancia, además que mi lujuria y mi mente solo se enfocaron en recordar a Bruno e imaginármelo desnudo en mi cama.
No pude evitar pajearme esa noche de solo pensar en Bruno y en mi mente no transitaba nada que no fuera su sonrisa, su espectacular cuerpo y su nombre. Las reuniones con los amigos de Carlos cada vez se hacían más frecuentes y convivía con ellos, más a menudo, no faltaba a ninguna solo para ver a Bruno, con el que comenzaba a entablar una gran ¿amistad? y así aumentaba más y más mi lujuria. No podía evitar verlo, era hermoso, era todo lo que deseaba en un hombre y eso quería... Que Bruno fuera mi hombre!
Un día en el que no me esperaba que se apareciera en el departamento, llamó a la puerta y lo recibí, abrí esperando que fuera Carlos quien no se encontraba en casa, y ahí estaba Bruno frente a mí, vestía un pants, una camisa deportiva, una sudadera y unos tenis algo sucios, se notaba que había estado haciendo ejercicio en la tarde, pues estaba algo sudado.
- Hola Marcos
- Hola Bruno - ¿Se encuentra Carlos aquí?
- No, pensé que estaba contigo o al menos eso me dijo él a mi
- ¡Rayos!
- ¿Te molesta si lo espero aquí?
- No para nada adelante pasa Entró al departamento siguiéndome los pasos muy de cerca, se aproximó al sofá más grande de la sala y yo al verlo sudado le ofrecí un vaso de agua que acepto de inmediato. Como el tenerlo ahí conmigo a solas en el departamento me ponía a mil, camine hacia el cuarto de estudios para dejarlo solo en la sala y tratar de disimular mi atracción hacia él, porque a pesar de ser el hombre de mis fantasías dudaba que fuera gay y que se diera algo entre nosotros, aunque por dentro deseaba que eso pasara que el fuera mi macho, mi hombre!!!!!- ¿Adonde vas? pregunto él (al verme alejarme de la sala).
- Al cuarto de estudios.
- ¿Qué vas a hacer ahí?
- Pues a terminar mi tarea.
- ¿Te molesta si te acompaño?
- No para nada pero espero que no te aburras.
- Cómo podría aburrirme estando en tu compañía.
Aquella última frase emanada de su boca me dejó frío e inmóvil, en unos segundos no supe que contestar, no supe que hacer o que responder; tenía que aceptarlo, ese chico había provocado en mí una sensación de deseo y excitación muy aparte de lo que ya lo deseaba.
Al llegar habitación me apresuré a sentarme de inmediato en el escritorio para ocultar o disimular un poco mi excitación y rápidamente cogí un libro y busqué la tarea a realizar y comencé a hacerla; en unos instantes el llegó a la habitación también cerró la puerta y se sentó en un sofá bastante amplio que le sirve de cama a Carlos cuando se queda hasta altas horas de la madrugada estudiando.
- ¿Qué tarea haces?
- Solo una de anatomía, una pequeña investigación.
- A que bien.- ¿Y es muy importante que la termines ahora?
- Pues no precisamente pero no me gusta dejar trabajo rezagado. ¿Por qué la pregunta?
- Por nada. Solo quiero charlar contigo un rato en lo que Carlos regresa.
- Esta bien, creo que esto puede esperar.
- ¿Pero por qué no te sientas aquí conmigo? Dijo en un tono muy provocador (era eso o yo ya estaba bastante excitado que ya hasta alucinaba)
- Seguro, ¿por que no?
Para mi suerte mi erección había disminuido un poco, lo que me preocupaba era que yo estaba en paños menores, solo vestía un short, una camisa manga corta y mi ropa interior. Y con solo estar cerca de semejante macho me excitaba en una manera exagerada, me preocupaba que se diera cuenta de las reacciones de mi cuerpo al estar cerca del suyo.
Me senté a su lado en el sofá sin más remedio, cuando de repente pasa su brazo sobre mi hombro y en un semiabrazo acerca su cara a mi oreja y me dice:- He notado como me has mirado todo este tiempo y déjame decirte que me excita, me vuelve loco la forma en que me miras, vamos Marcos se que me deseas y yo también te deseo a ti, quiero hacerte mió.
Esas palabras que susurro a mi oído me pusieron a mil nuevamente, mi paquete cobraba vida una vez más, pero no podía acceder tan fácilmente, no podía hacer obvio lo que más deseaba en ese momento, así que no me quedó opción que apartarlo de mi con un gran empujón, cuando en realidad deseaba abrazarme a ese macho protagonista de mis fantasías nocturnas, quería entregarme a él, complacerlo, cumplir todas sus fantasías, ponerme a su merced, quería ser suyo de verdad.
- Bruno que tonteras dices. ¡Quítate aléjate de mi!
- Vamos Marquitos se que me deseas, ven entrégate a mi veras que te llevaré al cielo y te traeré de vuelta, se que lo disfrutaras. Dijo seductoramente y sobándose el paquete.
- Bruno estas equivocado, yo no quiero nada contigo. Dije impulsivamente para tratar de no hacer obvios mis deseos sexuales con él.
- Tus ojos me dicen otra cosa Marquitos, ven, te prometo que no te arrepentirás. Dijo quitándose la sudadera.
En eso se levantó del sofá y acercándose a mí me envolvió entre sus poderosos brazos, su olor a macho era tremendo, me llevaba al éxtasis el solo sentir su calor envolviendo mi cuerpo semidesnudo. Estuvimos forcejeando un momento, en lo que intentaba zafarme de su poderoso abrazo del que en realidad no quería escapar.
- Vamos Marquitos se que lo deseas, se que lo quieres, déjate llevar. Susurró a mi oreja y después bajó y comenzó a besarme el cuello.
- Bruno, suéltame por favor.
- No! Esta noche serás mío, únicamente mío. Dijo imperativamente. De un solo movimiento me tiró sobre el sofá; en lo que él se acomodaba encima de mí. Cuando logró estar sobre mi cuerpo, me plantó un beso lleno de pasión que me excito aun más, no tenía escapatoria y lo mejor es que yo no quería escapar. Me entregué a su boca, a ese apasionado beso que me robaba el oxigeno, con sus manos juguetonas buscaba los pliegues inferiores de mi camisa para quitármela con desesperación mientras yo buscaba los pliegues de su camisa sudada que despedía su rico y sofocante aroma, un aroma a macho, a mí macho!!!! Cuando por fin logré quitarle su camisa y él me quito la mía, rodeé su hermoso torso colocando mis manos en su espalda musculosa y bien definida acariciándola frenéticamente mientras me besaba con una pasión incontenible.
Cuando su calor me ahogaba en un oasis de placer y su olor me hacia alucinar, bajé mis traviesas manos buscando bajarle ese seductor pants que cubría sus bellas, musculosas y bien formadas piernas, cuando al fin lo conseguí su beso se volvió torturador; señal de que estaba llegando al mismo grado de excitación que yo. Por fin logré deshacerme de aquella molestosa prenda dejándolo en una trusita sumamente sexy de un color rojo encendido. Esa trusa me encendía aun más, la muy sexy y provocadora prenda era lo único que me impedía tener contacto con ese pedazo de carne, objeto de mis fantasías y de mi placer. Volví a deslizar mis manos por su espalda bajando cada vez más y más hasta llegar a su sexy trusa y comencé a deslizarla hacia abajo quitándosela lentamente.
- Carajo Marcos! Quítamela de una vez, no me hagas esperar que quiero hacerte mió de una vez, te voy a follar de tal manera que pisaras el paraíso Marquitos. Una vez dicho esto, la retiré de inmediato, y su poderosa polla no tardó en darse a notar, estaba a su máximo volumen. Después de este acto se levantó de encima de mí y se sentó en el sofá.
- Anda putito mámamela como nunca se la has mamado a alguien. Dijo con respiración entre cortada.
Me levanté del sofá y me incliné hacia su entrepierna, dios mio esa polla olía a sexo, despedía un poderoso aroma que me hacía desear tenerla dentro de mi boca!!!, era perfecta, larga como de 23 cm., peluda, venosa y sumamente gruesa. No tardé en saciar mí deseo, comencé a engullirla poco a poco desenfundándosela con mis dientes y mamando primero despacio y luego más rápido, pero era tan grande que no podía tragarla toda, solo conseguía mamarla hasta la mitad.
- Ahhhh que rico.
- Así mi amor así!
- Ayyyyy que rico!!!!
- La mamas divino!!!!!
- Trágatela puta, trágatela!!!!
- Ahhh a si a si ahhhhh!!! Gritaba con suma satisfacción, mientras yo le mamaba desde la punta hasta la mitad y se la lamía de arriba hacia abajo sin olvidarme de esos preciosos y peludos huevos sudados que despedían un olor a hombre mortal. Después de ejecutar esta rutina por unos 15 minutos me dijo agitado. Me corro amor!!!! Me corro!!!
- Si papi córrete!!! Dame toda tu lechita!!!
- Trágatela puta, trágatela que es toda para ti!!! En cuestión de instantes se corrió dentro de mi boca, el sabor de su leche era único, era lo más delicioso que jamás había probado, salada pero también dulce. Y al sentir su calor inundarme la garganta sin más remedio, yo también me corrí, no pude evitarlo pero fue el orgasmo más sabroso que jamás haya experimentado. Después de pulírsela toda, la sacó de mi boca y se acostó sobre el sofá a ponerse un condón que no supe ni de donde lo sacó. Al ver a semejante macho recostado no pude evitarlo y me abalance sobre él, besé todo su hermoso pecho, mordisqueando sus enormes y bien definidos pectorales, lamiendo ese sudor que parecía era lo único que me mantenía con vida en ese momento, mi legua recorría desde su pecho hasta su estomago, ese cuerpo musculoso era explorado por mi lengua a voluntad como su tuviera vida propia!!! Le di un beso tan apasionante lleno de excitación, pero como todo buen macho no tardó en llevar el control de aquel apasionado beso, me hacía sentir una hembra dominada, tal como yo quería que me hiciera sentir desde el día en que lo conocí.
- Date la vuelta amor, quiero llenarte el culo de leche, quiero que me sientas dentro de ti.
- No bruno soy virgen, me lastimaras mucho.
- No te preocupes amor, prometo no lastimarte, ya verás que te gustará y cada vez me pedirás más y más.
- Esta bien pero si me duele la sacas de inmediato.
- Esta bien amor, pero veraz que la gozaras en grande. Ponte de cuatro amor, me ordenó. No podía creerlo estaba apunto de ser desvirgado por el hombre que había sido mi fantasía desde ya hacia un tiempo, entonces obedecí su mandato, cuando de repente siento un calor que inunda mi culito virgen, no era su polla era su lengua jugueteando en la entrada de mi culito, la excitación que alcancé fue magnifica, estuve apunto de correrme una vez más cuando dijo; bueno putito tienes el culo más rico que he probado y se nota que eres virgencito, pero eso cambiara esta noche.
- Si bruno hazme tuya, grité. Sentí su rica cabecita entrando en mi culito y seguida de ella el resto de esa gran polla desgarrándome por dentro, era el mayor dolor que había sentido en mi vida, pero sentir ese calor dentro de mi, también me provocaba excitación. Él hacía paradas continuas cuando le pedía que se detuviera cuando el dolor era insoportable, pero no sacaba su rica polla de mi culito, cuando el dolor desaparecía un poco, continuaba su camino hacia mis entrañas, hasta que por fin mi culito albergó ese gran pedazo de placer dentro de mi y pude sentir sus ricos huevitos en contacto con mis nalgas y aquellos pelos restregándose en ellas, comenzó un mete y saca divino, me embestía como un toro, era un completo macho y me estaba dando la follada de mi vida. Tiene un gran poder en las piernas y lo pude comprobar por las grandes envestidas que le pegaba a mi culito, su gran polla restregándose en las paredes de mi ano me dejaba sin aire pero no podía evitar gritar de placer.
- Más bruno más!!! Párteme el culo!!
- Si amor te daré mas y mas gózala Marquitos gózala!!! Estuvimos así por muchísimo tiempo, solo eso puedo decir porque en realidad no se cuanto fue, porque después de esa gran follada que me pegó, caímos rendidos victimas del cansancio. Cuando desperté estaba envuelto en sus grandes y poderosos brazos con mi cabeza posada sobre su gran pecho. Eran las 4 de la mañana pero eso no importo, no sabia si Carlos había llegado esa noche al departamento pero no quería arruinar ese momento que estaba teniendo, así que volví a cerrar mis ojos y abrazar a ese gran hombre que me había echo suya , que como prometió me llevó al cielo y me trajo de vuelta. Lo había conseguido ese hombre se había vuelto mi macho, mío y de nadie más lo último que recuerdo que me dijo esa noche antes de dormir fue "Marquitos, mi amor, de aquí en adelante me perteneces, eres totalmente mío y yo soy tuyo, tu hombre, tu macho, solo yo puedo hacerte mujer y te haré la mujer más feliz del mundo, eres solo mió putito y más vale que complazcas a tu hombre". Después me besó apasionadamente hasta que perdí la conciencia, pero estaba feliz de sentirme poseído, me hizo sentir que era su hembra y él mi macho, mis fantasías habían sido hechas realidad con ese hombre, mi hombre!!!
Después de esa gran noche nos hicimos pareja aunque nuestra relación es secreta puesto que solo él y yo los sabemos, nos divertimos mucho cada vez que podemos y estamos por cumplir el primer aniversario de esa gran noche de mi vida donde nuestros cuerpos se conocieron de una manera única y espero la noche de nuestro aniversario sea igual o mejor que la primera vez.