sábado, 5 de marzo de 2011

EL LICENCIADO

Me encanta leer relatos gays y fantasear al respecto, durante esas aventuras siempre me encanta la idea de ser penetrado por un excelente varón. Lo que voy a contar pasó hace como un año y todavía lo extraño.
Vivo en la Ciudad de México, como resultado de haber terminado un proyecto en el que trabajé me encontraba buscando un nuevo empleo, que aún, cuando soy una persona de sistemas con más de 15 años de experiencia, no me había sido fácil conseguirlo.
En una de tantas empresas que visité me hicieron pasar a una sala de espera para resolver una forma de empleo mientras se desocupada el licenciado que me entrevistaría algo de lo más común que forma parte de la rutina propia de estos procesos, rápidamente terminé con el cuestionario y me dediqué a ver pasar al personal que transitaba por donde yo estaba, entré, de todas las personas que deambulaban me llamó sobre manera la atención un hombre de aproximadamente 50 años muy bien vestido de porte varonil.
Cuando nuestras miradas se cruzaron no pude dejar de verlo y al parecer él tampoco, fueron varias las veces en que nuestras miradas y sonrisas se cruzaron mientras pasó de un lado para otro con diferentes papeles, no se cuanto tiempo había pasado para cuando una secretaria llegó hasta donde estaba… El licenciado lo recibirá en su oficina por favor sígame.
Cuando entré a la oficina cual sería mi sorpresa al encontrar que aquel hombre que deleitaba mi vida no era otro que el licenciado con el cual tenía mi cita. Extendió la mano para saludarme – Ingeniero por favor tome asiento, Lulú por favor que por ningún motivo nos interrumpan.
Cuando la asistente salió, cerró la puerta tras de ella, él se disculpó por hacerme esperar y me informó que era el director general y dueño de la empresa y se encontraba en plena auditoria, durante poco más o menos 20 ó 25 minutos la entrevista giró en torno a mi experiencia laboral, de un momento a otro dio la vuelta al escritorio para quedar de pie frente a mi, recargado en su escritorio,
–Ingeniero creo que sabe todo lo que yo necesito, desafortunadamente me tengo que ir a una junta en pocos minutos, pero me gustaría hacerle una prueba de sus habilidades orales antes de poder dar el siguiente paso en el proceso de evaluación.
En ese instante mi corazón se volvió loco latiendo fuertemente, me fui despacio para no equivocarme.
-Dígame licenciado, no me dejó terminar, me hizo agachar y se sacó su miembro, sin dudarlo me lo metió en mi boca llenando el espacio en el interior. Inicié un proceso de meter y sacar, mi futuro jefe gemía placenteramente con mi habilidad oral, aquel sonido era música para mis oídos, su movimiento de caderas me indicada la velocidad con la que quería follarme la boca.
Después de unos minutos me tomó de la nuca y con un fuerte empujón me la metió hasta la garganta, hice una arcada mientras corrían lágrimas por el esfuerzo, él no se inmutó por mis gestos y simplemente comenzó a llenar mi boca y mi garganta con su caliente y espeso semen.
Yo esperaba que me llenara con aquella maravilla de fluido, pero sin más la sacó para terminar también en mi cara al terminar se me quedó viendo como disfrutando de una obra de arte – Excelente trabajo ingeniero, puedes pasar a mi baño privado a limpiarte, tengo que ir a mi junta… y sin más se acomodó la ropa y salió, yo pasé al baño para lavarme la cara, mientras me veía en el espejo no podía creer lo que acabada de pasar y menos el placer que sentía con aquel sabor en la boca, al salir de la oficina la secretaria me detuvo, dice el licenciado que lo espere, que le gustaría terminar con la entrevista, por favor tome asiento en la sala.
Pasaron aproximadamente 45 minutos cuando lo vi regresar, me hizo una señal con la mano indicando que pasara nuevamente a su oficina.
–Lulú por ningún motivo quiero que nos interrumpan tengo varias llamada que hacer y quiero terminar la entrevista con el ingeniero.
Nos quedamos nuevamente solos, se acomodó en su sillón, tomó el teléfono e inició una llamada mientras esperaba a que una secretaria lo comunicara volteó a verme.
-Ingeniero continué donde nos quedamos, me hinqué entre sus piernas y saqué nuevamente su masculinidad para metérmela en la boca, fue creciendo dentro de mi a gran velocidad hasta lograr el tamaño máximo, el licenciado tardó unos 5 minutos en la llamada y mientras marcaba un nuevo número se dirigió a mí.
–Excelente trabajo ingeniero, ahora póngase boca abajo sobre el escritorio para probar el culo que voy a tener a mi disposición si lo contrato.
Rápidamente me quité el pantalón y el bóxer y me puse en la posición que me ordenó, él sacó un lubricante de un cajón, sentí como el líquido frío corría por mi cola y mientras con una mano sostenía el teléfono con la otra fue metiendo sus dedos de uno por uno.
En un momento claramente podía sentir 3 de ellos entrando y saliendo, por más que quise no pude evitar emitir algunos gemidos como muestras de placer que su acción me producía, en el momento que terminó con la llamada aquel trío abandonó mi interior sin previo aviso, pero antes de tener el tiempo para reclamar aquel abandono su ardiente herramienta penetró con fuerza, yo solo pude emitir un quejido.
-Que culo tan rico y apretado tienes me encanta estoy seguro que voy a pasar gratos momentos empalándote cabrón.
Con el siguiente empujón pude sentir el roce de sus testículos en mis nalgas la tenía totalmente dentro, me tomó por las caderas para iniciar con fuertes acometidas que en corto tiempo convirtió el poco dolor que pude estar sintiendo en un tremendo placer, sus enérgicas embestidas me provocaron tener un fuertísimo orgasmo, los músculos de mi cola se contraían mientras tocaba el cielo y al sentir aquel trozo de carne dentro de mi intensificaba el gozo.
-Ayyy puto, que rico aprietas la cola me voy a venir aaaaaaahh.
El sentir su líquido caliente llenando mis entrañas redondeó lo que hasta ese momento había sido la mejor cogida de mi vida.

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