miércoles, 7 de septiembre de 2011

FOLLADO POR MI PAPÁ

Soy un chico mexicano, del D.F., muy bien formado, pelo castaño oscuro y moreno de piel, bastante guapote a decir por el éxito que he cosechado entre chicos y chicas, cuerpo atlético, y sin calzar demasiado mal de miembro, unos 17 cm, además sin nada de pluma. Aunque ahora tengo 28 años, esta historia que aquí paso a relatarles me sucedió cuanto contaba tan solo 18.
Siempre sentí una gran admiración por mi padre, en realidad por los hombres maduros de entre 35 y 45 años, sin ser gay (o sin saber que lo era), desde pequeño me gustaba observar a todos esos señores mayores, podría decirse que me atraían sus físicos fuertes, peludos y dominantes, no por morbo, sino por admiración, por el deseo de ser como ellos cuando tuviera su edad.
Siempre me gustaron las chicas, delgadas, rubias y con buenos pechos. Ya con 15 años me acosté con una amiga del instituto, creo que una edad bastante precoz. Ella fue la primera y después vinieron bastantes mas... pero siempre ocurría lo mismo: después de los tocamientos, los besos, mi excitación y el erotismo de la situación, me disponía a penetrarlas pero un dolor insoportable me venia a la polla, al final siempre me terminaba corriendo haciéndome un buen pajote delante de ellas y corriéndome en sus caras o pechos.
Así fueron las cosas hasta que cumplí los 18 y viendo y escuchando a mis demás colegas como se follaban a sus chicas y lo satisfactorio que ello les resultaba decidí hablar con mi padre a solas, de hombre a hombre. Por aquel entonces él tenia unos 43 años, sus años jugando al fútbol se notaban en sus piernas fuertes y gordas, y aunque los años estaban haciendo que su barriga creciera aun mantenía un abdomen fuerte y algo marcado, con unos pectorales duros y prominentes. La verdad es que mi padre siempre ha sido un señor muy atractivo, varonil y muy machote. Y ya se le empezaban a notar algunas canas en las sienes y en el pecho que tenia muy poblado con abundante pelo rizado.
Una noche que mi hermana sé habia quedado a dormir en casa de una amiga para hacer una fiesta de pijama y madre pasaba la noche en el hospital con mi abuela que estaba ingresada me dispuse a contarle a mi padre lo que me pasaba.
Sobre las nueve de la noche mi padre venia de trabajar, así que me senté en el sofá de casa a esperar su llegada, estaba viendo la televisión cuando escuche la llave y la puerta que se abría, como de costumbre me acerque a él y le di un beso y yo volví a sentarme para seguir viendo la tele. Él entro en su habitación a darse un baño y a ponerse más cómodo. Los nervios me estaban invadiendo por momentos.
El salio de su cuarto con una camiseta que dejaba ver a la perfección sus grandes bíceps y unos calzoncillos, lo justo para estar cómodo.
Cenamos, yo recogí la mesa y se quedo sentado en su sillón viendo la tele, yo me fui a dar un baño y al rato salí al salón con una camiseta y el pantalón de mi pijama.
Me senté el sofá, cerca de donde él estaba, y por fin me arme de valor:
-Papá, tengo que hablar contigo.
Él me miro con aire serio y se incorporo. -¿que té pasa hijo?.
-Veras, hace ya tiempo que ando con chicas... -me miro y me sonrió- ...si, y ya he practicado sexo con ellas... -él asentaba con la cabeza con cada cosa que yo decía, se sentía orgulloso de su hijo- ... pero cada vez que intento penetrarlas me duele en la punta del pené y nunca puedo terminar lo que he empezado.
Hice una pausa, y él me miro pensativo. Yo volví a decir:
-Me daba mucho corte contártelo, esto me lleva pasando desde los 15 años
Él me miro, sonrió y me contesto:
-Vaya, si has corrido hombre, pero bueno, es muy posible que lo que té pasa es tan solo que tienes fimosis -yo me quede congelado- no te preocupes mi niño que eso no es grave, verás, el pellejo que te cubre el capullo no se puede echar hacia atrás y por eso te duele cuando penetras a una chica, entonces hay que hacer una pequeña operación, un corte para que ese pellejo pueda subir y bajar con facilidad y así no te duela cuando te folles a alguna de tus novias.
Yo asenté con la cabeza y quede pensativo mirándole fijamente. Él siguió hablando:
-Deberíamos ir al medico para que te viera y así que te pueda operar para que no te preocupes más. A ver, enséñamela para ver como esta.
Yo me puse de pie y él siguió sentado, era una conversación de lo más normal y ni por un momento se me pasaron otras ideas por la cabeza, yo creo que a él tampoco.
Me baje los pantalones del pijama y deje al aire mi polla, flácida claro esta.
Él la miro detenidamente y con dos dedos la cogió.
-No té molesta que te toque aquí... ¿verdad?
-No, que va, no te preocupes Papá.
-A ver, si te echo el pellejo así, hacia atrás, ¿te duele?
-No, ahora mismo no, solo me duele cuando me empalmo.
-Ah, vaya... -respondió y siguió tocando con sus dos dedos, echando el pellejo hacia delante y hacia atrás, observando.
Como es natural mi polla empezo a crecer, empezaba a estar cada vez mas dura y gorda, por aquel entonces me debería de medir unos 16 cm. El se dio cuenta y sonrió:
-Anda, si té estas empalmando
Yo respondí: -Jo, es normal, ¿no?
-Claro que si hijo mío... -Y el también sonrió, te voy a enseñar mi polla para que veas como yo me echo el pellejo hacia atrás, y aprende, ¿vale?
-Ok, Papá.
Yo me senté en el sofá, aun mantenía mi erección y él se puso de pie, se bajo los calzoncillos y pude ver la polla de mi padre dormida, nunca antes la habia visto. La verdad es que era una buena polla, aun sin empalmar era enorme, larga y gorda, de color oscuro y se le marcaban gordas venas, detrás quedaban unos huevos igualmente enormes y muy oscuros, cubiertos de abundante vello negro y rizado. No quería ni imaginar como seria aquella tranca una vez que tomara vida, y la tenia a escasos centímetros de mí.
Se masajeo un poco subiendo con la mano desde los huevos hasta la polla, el calzoncillo sé la habia dejado un tanto pegada al escroto. El pellejo cubría por completo su capullo. Cogió su polla con una mano y se corrió el pellejo hacia atrás dejando al aire un glande rojo y redondo. Volvió a cubrir el capullo y repitió la misma operación dos o tres veces, dejando el glande abierto de nuevo.
-¿Ves?, Cuando te operes no vas a tener mas problemas, lo harás con la misma facilidad con la que yo lo hago. - Y quedo de pie enfrente de mí.
-Papá, ¿puedo probar yo también?
-Claro que si hijo, mira, cogela con una mano, y haz como yo lo he hecho.
Yo cogí su polla con una mano sin poder cerrarla del todo y me dispuse a hacer lo mismo que el habia hecho. Eche su pellejo hacia atrás y hacia delante, veía como su cabezota a asomaba y se escondía.
-Jo, Papá, que grande se siente
-Es normal hijo, a mi edad tu también la tendrás así. Pero si sigues con tu mano vas a conseguir que esto crezca.
-Claro hombre, a todos los tíos nos pasa lo mismo
Yo le sonreí. -¿A ver?... esta creciendo!! Mi padre adquirió un aire serio pero no me quitaba la mano de su polla, solo se limitaba a observarme. Yo en cambio, seguía aferrado a su mástil meneando mi mano sin que mi polla pudiera bajar.
Sentí como mi padre lanzaba un suspiro, yo le mire y me encontré con su mirada, me sonrió. Por fin la polla llego a su plenitud, uff!, Casi no me cabía en la mano, debería de tener unos 19 o 20 centímetros, además era enormemente gorda. Yo pare de mover mi mano y le solté la polla, allí la tenia delante de mí, tiesa y llena de vida, la observe durante unos minutos y pude apreciar cada una de sus venas. Yo la estaba mirando maravillado y con la boca abierta. Pude ver como de la punta salía una pequeña gota de liquido preseminal, y acercando la punta del dedo la cogí, saque la lengua y allí la deposite, saboree, tenia un gusto algo salado.
Mi padre me estaba mirando sin decir palabra, le mire y nos sonreímos, lo veíamos como un pequeño juego pero sin pensar en nada mas, algo natural.
-Esto es lo que pasa cuando un tío se excita, ya lo sabes, me dijo mi padre.
-Ya lo se Papá, y si hubiera seguido hubieras terminado corriéndote.
-Pues claro hijo, me respondió, lo que pasa es que yo cuando me masturbo me tengo que poner un poco de saliva en la punta para que el pellejo pueda correr mejor hacia atrás.
-¿Sí? Eso no lo sabia!, respondí, y volví a agarrarle la polla intentando echar su pellejo hacia atrás, note que su capullo sé habia resecado un poco y me costaba un poco de trabajo - ¿te duele Papá?
-No hijo, pero con un poco de saliva va mejor.
Yo instintivamente, me acerque y con un poco de saliva acumulada en mi lengua, se la pase por el capullo, no creo que pensara lo que estaba habiendo, tan solo lo hice sin mas, mi padre lanzo otro pequeño suspiro pero no dijo nada. Al acercarme pude sentir un olor a macho, a pesar de que acababa de ducharse, que me excito aun más. Me acerque de nuevo e introduje todo su glande en mi boca.
Pase mi lengua por su pequeño orificio por donde sale el orín, y cubrí todo su capullo con mis labios, con mi mano seguía masajeando ese terrible tronco. A la vez mire a mi padre que entreabrió sus labios dejando escapar otro suspiro colocando su mano detrás de mi cabeza, hizo un poco de presión hacia sí e me introdujo su polla unos cuantos centímetros mas en mi boca, casi no me cabía, tuve que abrir mi boca al máximo, estaba saboreando su polla...
-¿Te gusta?... - me dijo entre suspiro y suspiro, así, así se hace, eso es, sigue.
Yo seguía comiéndome ese gran nabo cada vez mas profundo, estaba disfrutando de esa situación a tope, y con mí otra mano pase a mastúrbame yo mismo.
Los movimientos se hicieron cada vez más rápidos y pude notar como su polla sé hacia cada vez más grande, tomaba una mayos rigidez. Mi padre me agarro mas fuerte de la cabeza, dio un gran suspiro e introduciendo todo si miembro en mi boca sentí como se Corría en mi garganta.
Sentí todo su semen bajando hasta el estomago, era cálido, espeso y abundante, me encanto.
Al sacarla de mi boca dejo un hilo de su corrida desde mi lengua a su polla que yo pronto hice por volver a llevármelo de nuevo hacia mí. Le limpie de nuevo el glande.
-¿Te ha gustado hijo? me pregunto
-Si, Papá, me ha gustado mucho - respondí yo con la boca aun abierta.
Me miro, sonrió, y me levanto de los brazos y me coloco encima del sofá boca a bajo, termino de quitarme los pantalones de pijama y me saco la camiseta.
-A ver si esto ahora te gusta mas, me dijo
Yo no respondí, solo me dejaba hacer.
Se coloco detrás de mí, se agacho y sentí como sus grandes manos me tocaban mis glúteos, me masajeaba el culo, y de rozaba con su dedo índice mi pequeño orificio. Yo, al sentir esa caricia, suspire y reconozco que me abrí un poco mas, por inercia levante un poco más mi culo para dejarle hacer.
Abrió un poco mas mis glúteos y acerco su lengua a mi ano, notaba la humedad de su potente lengua impregnándome todo mi ano, me relaje, y mi esfínter también, yo rozaba el delirio y mis jadeos se hicieron mas rápidos, me sentía al borde de la calentura.
Él lo noto, y a la vez que jugaba con su lengua fue masajeando e introduciendo un dedo, yo di un pequeño sobresalto, pero enseguida me relaje. A ese dedo siguió otro mas, mi padre me estaba dilatando y yo era un mar de placer.
Cuando pudo introducir sus dos dedos sin mucha resistencia se acerco a mi oído y en un susurro me dijo:
-Ya esta preparado...
Yo no supe bien a que se refería hasta que sentí todo su cuerpo encima de mí, rozándome, me agarro con sus dos brazos por los hombros e introdujo uno de sus dedos en mi boca que yo no tarde en devorar. Sentía la presión de su polla en mi esfínter, como intentaba entrar poco a poco. Sentí algo de dolor, me no dije nada, deje que mi culo fuera violado por ese gran cuerpo extraño, que se fuera haciendo camino.
Poco a poco fue introduciendo la totalidad de su polla dentro de mí, al principio con un poco de dificultad, sentí que sus huevos se pegaban a los míos, sus pelos rozaban con mi culo, era una sensación indescriptible. Mi padre se paro por unos momentos con todo su miembro dentro de mí, mi culo se adapto a su tamaño y empezo a moverse de manera armoniosa, metía y sacaba su polla, yo sentía como hacia todo el recorrido dentro de mi culo.
Yo estaba vibrando de placer, estaba a punto de correrme pero me contuve. Eso hizo que apretara las paredes de mi ano contra su polla, lo que le hacia a mi padre mayor obstáculo pero a la vez mayor presión, se estaba volviendo loco por momentos, me gritaba al oído, sentía todo el calor de su aliento y sus jadeos en mi nuca, era como un caballo en celo montando a su yegua.
Yo seguía cogido con sus brazos y al cabo de unos minutos esos movimientos se hicieron más intensos hasta que sentí en mi oído un grito, y en entrañas se llenaron de liquido caliente. Sé habia derramado por completo dentro de mí. Sentía su pesado cuerpo lleno de sudor sobre el mío. Yo, sin tocarme y con el roce de los cojines en mi polla terminar por descargar todo mi semen acumulado, lance un fuerte jadeo y me corrí. Seguía sintiendo la respiración de mi padre en la oreja, me tenia abrazado y a los pocos minutos me saco todo su rabo de mi culo, se enderezo y se puso de pie. Yo sentía mi ano ardiendo y como chorreaba por el un poco de su semen.
Yo quede tumbado en la misma posición y al poco me incorpore, vi a mi padre que me miraba, y con una media sonrisa de satisfacción comenzó a ponerse de nuevo sus calzoncillos. Salio del salón sin decir palabra y se fue a su cuarto.
Yo quede extasiado durante un rato mas en el sofá, no me creía lo que habia pasado, pero a la vez me sentía satisfecho. Hice lo mismo que él, me vestí y me fui a mi cuarto.
Nunca mas volvió a pasar mas nada, ni tampoco se hablo sobre ese tema, si pude comprobar que entre mi padre y yo sé habia creado una complicidad difícil de romper.
Al mes siguiente me estaba operando de fimosis, mi polla ya era una mas dispuesta a ser utilizada, pero no por chicas, sino por chicos, tíos, y señores, en definitiva, machos muy machos, hombres verdaderamente viriles, como toros en la cama.

No hay comentarios:

Publicar un comentario