martes, 7 de diciembre de 2010

ESPIANDO A MIS AMIGOS

Hola, mi nombre es Joaquín y tengo 21 años. Hace casi un año mi padre consiguió trabajo en una ciudad lejana, y como yo ya estaba en mis últimos años de universidad, me tenía que quedar acá, yo me imaginé en una pensión o algo así , pero terminé mudándome a la casa de mi amigo Enrique.
Kike, como le dicen todos, vive con su hermano Alberto (Beto) en la casa de sus padres quienes fallecieron hace algunos años en un terrible accidente, dejándoles una buena herencia. La casa era bastante grande, así que cada uno tenía su propia habitación, y aún quedaban 2 más. De la limpieza se encargaba una señora que venía dos veces a la semana y comíamos siempre fuera.
Enrique es mi mejor amigo de la universidad y a mí me gustaba mucho, claro que él no lo sabía, a parte de su excelente físico (buen cuerpo, pelo castaño, piel como bronceada y ojos verdes) me atraía mucho por su carácter.
Alberto es más bien rubio, blanco y alto, es decir, los dos hermanos estaban muy buenos, pero solo Kike me gustaba...
Durante unos meses nuestra vida fue de lo más normal, con la rutina de la universidad, estudiábamos juntos, salíamos a fiestas, teníamos reuniones con nuestros amigos en la casa, etc. Los tres teníamos amigos en común porque estudiábamos la misma carrera, aunque Alberto estaba en otro año.
Entonces un nuevo miembro llegó a nuestra "familia". Ernesto, el mejor amigo de Beto vino a vivir con nosotros porque quiso independizarse de sus padres. Él también estudiaba la carrera y éramos amigos, así que no hubo ningún problema y la rutina no se alteró mucho. Pero en otro aspecto sí las cosas cambiaron un poco, o al menos eso me pareció...
De pronto Beto como que se separó de su hermano y de mí y pasaba más tiempo con Ernesto a solas; bueno, era su mejor amigo pero no dejaba de haber algo extraño, no sabía qué exactamente, pero me olía algo raro, y creo que Kike también se dio cuenta porque cada vez que al preguntar por su hermano lo encontraba en algún rincón de la casota o en su cuarto con Ernesto, ponía cara de extrañeza...
Cierta tarde Beto y Ernesto estaban en la universidad y Enrique y yo estábamos por ir para allá (teníamos horarios diferentes) cuando una compañera llamó diciendo que habían avisado que no habría clase. Entonces Kike aprovechó y fue a visitar a sus abuelos, y yo me quedé en casa.
Cerca de una hora después estaba medio dormido en mi cuarto cuando escuché a alguien en la puerta. "Beto y Ernesto" pensé, y me levanté para ir a verlos cuando al salir al pasillo escucho sus voces.
- ¡Kike! ¡Joa! - estuve a punto de contestar pero escuché a Ernesto: - A quién llamas, si están en clases...
- Ah verdad... entonces estamos solos.
- Qué bien - esto último lo dijo en un tono que me hizo empezar a confirmar ciertas sospechas...
Entonces me di cuenta que se habían quedado en silencio. Con mucho cuidado para no hacer ruido fui bajando la escalera poco a poco, y entonces al dar vuelta para llegar al primer piso me doy con la sorpresa... ¡Alberto y Ernesto se estaban besando! O sea que era cierto... "lo sospeché desde un principio". Mis amigos se besaban con pasión; se acariciaban todo el cuerpo y lanzaban suspiros y jadeos. Aquello me excitó al momento y estuve un rato contemplándolos embobado cuando me di cuenta que fácilmente ellos me verían si abrían los ojos, así que me escondí al toque tras la pared.
A poco, dejaron de besarse. No decían nada, solo se veían a los ojos y sonreían. Entonces me di cuenta que Ernesto estaba desabrochándole el pantalón a Beto, ¡esto se ponía bueno!; y vaya que se puso. Ernesto metió su mano y sacó una verga increíble, larga, gorda, rosada y tenía la cabeza al descubierto; solo verla hizo que se me parara al momento. Ernesto estuvo acariciándola un momento y entonces se arrodilló y la metió en su boca.
Vi cómo se la introducía hasta el fondo mientras se ponía más y más dura, y la metía y sacaba de su boca al tiempo que con la otra mano le acariciaba los grandes testículos a Beto, después de bajarle el pantalón hasta los tobillos.
Mientras tanto Alberto tenía los ojos cerrados y sostenía la cabeza de Ernesto, soltándola solo para sacarse el polo, dejando al descubierto un pecho fuerte y lampiño con tetillas grandes y erectas.
Ernesto estuvo un buen rato chupando esa pinga maravillosa hasta que antes de que se viniera la sacó de su boca y se puso de pie, para rápidamente quitarse la ropa. También tenía un cuerpo increíble, aunque su pene era visiblemente más pequeño que el de Beto pero más velludo y sin circuncidar, como me gustan... Al final los dos se quedaron solo con las medias y zapatos puestos.
Nuevamente se juntaron abrazándose y besándose mientras veía sus penes erectos acariciándose y apuntando al techo. Para esto yo estaba excitadísimo y me acariciaba la entrepierna sobre el pantalón.
Entonces Alberto le dio vuelta a Ernesto y comenzó a besarlo por atrás, le besaba las orejas, el cuello y la espalda mientras sus manos recorrían su cuerpo hasta situarse sobre su pene y comenzó a masturbarlo lentamente. Ernesto empezó a gemir suavemente al tiempo que Beto con su pene recorría de arriba abajo el lindo culo de su amigo.
Lentamente Ernesto empezó a agacharse hasta quedar apoyado sobre un mueble, y Beto sin dejar de masturbarlo se puso de rodillas hasta que su cara quedó a la altura de su trasero, el cual empezó a besar y lamer y durante un par de minutos estuvo pasando su lengua por la raja, aunque esto no me pareció muy agradable que digamos... luego se puso de pie nuevamente y vi que acomodaba su pene entre las piernas de Ernesto; apuntó y lo introdujo.
Ernesto lanzó un gemido y se puso todo rígido, mientras Alberto introducía poco a poco el pene hasta tenerlo todo adentro, y una vez así se quedó cerca de un minuto sin moverse, mientras que Ernesto se relajaba y llevaba sus manos hacia atrás para acariciar las nalgas de su amigo, que por cierto estaban muy ricas.
Ver esto me había estimulado tanto que no aguanté y saqué mi pene para empezar a masturbarme lentamente, conteniéndome al máximo para no hacer ningún ruido. Alberto había empezado el mete-saca y Ernesto gemía cada vez más. Beto lo tenía cogido por la cadera y aumentaba su ritmo a cada momento mientras Ernesto se masturbaba.
De pronto Alberto dio un quejido largo y fuerte; se había venido en el culo de Ernesto y fue tanta la corrida que el semen se escurría entre sus piernas. Ernesto se dio vuelta y empezaron a besarse. Yo por mi parte estuve a punto de correrme pero solté mi pene para que no pasara y pensé en irme a mi cuarto para acabar e idear cómo aparecerme ante ellos haciéndome el que no había oído ni sentido nada...
Pero entonces me di cuenta que los chicos se habían tendido en la alfombra, besándose sin soltarse ni un segundo. Beto estaba sobre Ernesto, quien tenía una mano entre las piernas de su amigo al parecer introduciéndole un dedo en el culo. "Métemela" dijo Alberto.
Se separaron y Beto se puso en cuatro. Ernesto se sobó el pene un poco y de una sola la introdujo en el culo de Alberto, pero no esperó mucho para empezar a meter y sacar. Ambos gemían fuertemente y aceleraban más su ritmo, hasta que por los gemidos me di cuenta que Ernesto estaba a punto de correrse, sacó su pene y disparó. Y la puerta se abrió... era Enrique.
- ¡Qué mier...
- No, Kike, yo te explico...

- ¡Qué carajo significa esto! Hubo un instante de silencio que a mí me pareció una eternidad. Yo veía aquel cuadro, Alberto y Ernesto desnudos en el suelo, el pene de este último aún erecto y rezumando semen, y Enrique de pie en el umbral de la puerta con expresión de enojo... ¿cómo acabaría esto? Pues bien... jamás pensé que acabaría como acabó.
- ¿Por qué no me dijeron antes? - ¿Q... qué? - ¡Puta, yo cagándome por cogerme un buen culo y tenía dos muy buenos aquí en mi propia casa! Aquello sí que fue sorpresivo. Enrique, mi Enrique, también le entraba al juego, ¡no podía creerlo!... Como en un sueño vi que Kike empezaba a desnudarse, entonces levantó la vista... y me vio... me vio...
Yo me quedé de una pieza, sentía mi corazón latir a mil por hora, ¿qué pasaría ahora?... Kike fue el único que se dio cuenta de mi presencia pues su hermano y Ernesto estaban de espaldas a mí medio aturdidos, pero no dijo nada, solo mantenía su mirada fija en mí mientras se quitaba la ropa, para mí en ese momento fue como si estuviéramos solo los dos.
Cuando me di cuenta, Enrique ya estaba totalmente desnudo ¡y qué cuerpo!, era perfecto tal como me lo imaginaba, y entre las piernas tenía una verga increíble, igual a la de su hermano pero con vellos oscuros. Al ver esto nuevamente tuve una tremenda erección...
Yo contemplaba maravillado mientras Ernesto sin esperar empezó a chuparle el pene, y Kike me veía con cara de "mira lo que te estás perdiendo", luego cerró los ojos y empezó a disfrutar del momento. Ernesto chupaba con verdadero deleite, se lo metía todo hasta el fondo mientras le acariciaba las nalgas. Beto solo los contemplaba masturbándose, parecía que todavía estaba confundido por ver a su hermano ahí.
De pronto Kike empezó a jadear, parecía que ya se venía cuando abrió los ojos, me dirigió una rápida mirada haciéndome un guiño y tomando a Ernesto por la cabeza lo separó de sí.
- ¿Qué pasa? - ¿Dónde está Joaquín? - No sé... ¿no salió contigo? - Yo lo dejé aquí, dijo que no iba a salir.
El resto de la conversación no la escuché, de más está decir que apenas oí eso salí disparado a mi habitación y me metí en la cama haciéndome el dormido... como si Kike no me hubiera visto.
Durante unos minutos hubo un silencio absoluto en la casa, en que mil pensamientos cruzaron por mi cabeza... cuando de pronto escuché que se abría la puerta de mi habitación, como estaba de espaldas a ella no podía ver nada ni entreabriendo los ojos. Nuevamente silencio... pensé que la puerta se había abierto porque por el apuro no la cerré bien, entonces volteé y sorpresa... mis tres amigos estaban parados frente a mí, totalmente desnudos y sonrientes los muy pendejos.
- ¿Ven que no estaba dormido? - Y nos has estado espiando.
Yo no sabía qué hacer o decir, aquello realmente no me lo esperaba... pero finalmente pudo más el deseo que otra cosa y sin pensarlo mucho me acerqué a Kike y empecé a chuparle el pene... Era la primera vez que lo hacía y al comienzo lo hice torpemente pero luego el mismo Kike me ayudó a agarrarle ritmo y la cosa mejoró.
Mientras tanto Ernesto y Beto me quitaron los pantalones y calzoncillos, dejando al descubierto mi pene totalmente erecto que para qué, no está nada mal y entonces sentí una sensación deliciosa, era que Beto había empezado a chupármelo y a su vez Ernesto a él.
Yo por mi parte seguía chupando la pinga de Erique que estaba riquísima mientras con mis manos acariciaba sus nalgas y testículos tal como había visto a Ernesto hacerlo con Alberto hacía un rato, y su culo suave y liso me excitó aún más. Entonces Kike me hizo dejar su pene, me quitó el polo que era todo lo que tenía puesto y agachándose me empezó a besar en la boca.
Yo estaba en la gloria, ¡haciéndolo con el chico que más me gustaba y dos amigos más!. Por su parte Beto chupaba mi verga cada vez con más ganas y entonces me vine en su boca, y se tragó todo.
Después de esto me acosté sobre la cama, y Kike nuevamente me ofreció su pinga, que no dudé ni un instante en metérmela en la boca. Estuvimos haciendo un 69 exquisito, la lengua de Kike hizo que se me parara de nuevo a pesar de la corrida anterior.
Yo tenía frente a mis ojos el culo de Kike, que Ernesto comenzó a sobar y meter sus dedos uno por uno, lo que me excitó mucho así que también acerqué mi mano y le metí un par de dedos, haciendo que Kike lanzara gemiditos de placer y empezara a explorar mi culo también.
Mientras tanto Alberto y Ernesto a un costado empezaron a hacerlo, Beto le estaba metiendo la pinga a Ernesto que a su vez estaba agachado sobre mi pene queriendo compartirla con Kike. Todo esto hizo que ya no aguantara más y quitándome el pene de Enrique de la boca le dije que me lo hiciera. No se hizo de rogar así que se levantó y se puso frente a mí, abriéndome las piernas.
- ¿Listo? Por supuesto que estaba listo así que le pedí que me la metiera de una vez y lo hizo... al principio sentí dolor, por ser mi primera vez y por el tamaño del miembro de Kike, pero no dije nada y dejé que siguiera; finalmente tenía todo su miembro dentro de mí, era delicioso pues pronto se transformó en placer y cogiendo a Kike por las caderas lo impulsé a meter y sacar y ahora sí la sensación era increíble hasta que por la chupada anterior y todo Kike no se contuvo más y pude sentir su leche caliente fluyendo dentro de mí.
Por un instante se quedó acostado sobre mí pero luego rápidamente se agachó y empezó a chupármela de nuevo y pasaba también su lengua por mi culo buscando rezagos de leche.
En ese momento Beto también terminaba dentro de Ernesto, quien luego vino y me puso la verga en la cara así que empecé a chuparla, como les dije anteriormente no la tiene tan grande como los hermanos así que con facilidad pude metérmela toda en la boca a la vez que introducía mis dedos en su culo.
De pronto sentí una presión sobre mi pene y era que Kike estaba introduciéndoselo poco a poco y sentir su calor fue un verdadero placer, ya era demasiado, por un lado tenía la pinga de Ernesto y por el otro a Kike cabalgando sobre mí, me vine con una corrida como nunca antes había tenido, el semen se salía por entre las piernas de Kike, entonces aceleré la chupada y finalmente Ernesto se vino en mi boca y me tragué todo como si fuera miel.
Después de esto los cuatro nos acostamos uno al lado del otro exhaustos, nadie hablaba, solo pensábamos en las sensaciones que habíamos tenido y que todo esto apenas comenzaba... vaya año que me ha tocado vivir.

1 comentario:

  1. yo kisiera koger ko ustedes 4 y mamarles la verga bien riko mmmmmmmmmmm.........

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