miércoles, 28 de septiembre de 2011

EN EL CAMPAMENTO

Soy de Venezuela, 26 años, 1.77mts, 70kg, no voy al gym pero tengo buen cuerpo, esto me sucedió un verano, en un campamento.
Éramos un grupo de 4 personas, un amigo de Tailandia, uno de Corea y un suizo. Lo que sucedió fue con el suizo, él es blanco, cabellos rubios,ojos verdes, delgado y con una barbita que provocaba besarla y unos labios carnosos y bien rosados.
Nos fuimos todos un sábado temprano a nuestra travesía, el campamento iba a estar a las orillas de un lago, nos pusimos a pescar y a tomar toda la tarde; al llegar la noche estábamos todos un poco tomados y reunidos al borde de una fogata, cabe destacar que teníamos sólo una carpa, para los 4, yo estaba en una esquina, junto al suizo y los otros dos del otro lado.
Cayó la noche y hacía algo de frio, no se que hora era pero siento el cuerpo caliente del suizo, y me le acerco por detrás y comencé a tocarlo disimuladamente.
Él tenía solo unos short y una franela, estaba acostado de lado dándome el frente, comencé a tocarle el pecho y empezar a bajar hasta su verga, le rozaba por encima del pantalón, cuando de repente hizo un movimiento bruzco y me agarro la mano, y me la puso en su pecho, creo que estaba aun dormido y lo hizo inconsciente, cuando me volví a armar de valor y volví a bajar la mano y seguí rozándolo.
Me acerque más a él y podía respirar su olor, empecé a tocarlo más y empecé a darme cuenta que su paquete comenzaba a ponerse duro, él se desperto pero no dijo nada, yo seguía en lo mío sin darme cuenta, hasta que él comenzo a tocarme a mí también, me detuve del susto, pero él siguió como si nada. Me dió luz verde.
Le saqué la pija del pantalón, debería medir como unos 19 cm, no muy grueso, el mío es de 18 cm algo grueso. Todo muy silencioso para que los demás no se dieran cuenta él se volteó y me dio la espalda. Pensé que era hora de dormir o no estaba más interesado, pero no fue así, comenzó a echarse hacia atrás y a rozarme con su culo en mi bulto, se bajó el pantalón y sacó mi verga y lo puso en su orificio, yo comencé a hacer presión pero no mucha, no me quería lastimar, ni a él tampoco, pues no estaba lubricado.
Empecé a besarle el cuello, él en un movimiento tomó su mano llena se saliva y me la untó en la pija; comenzó a hacer presión y logró comenzar a meterlo. Allí comenzó un mete y saca muy rico, despacio y sin poder hacer ruido. Sentía como mi verga entraba y salía de ese culito tan rico y delicioso; varias veces me tuve que detener para no eyacular y no terminar la diversión allí.
Él hacia un tipo de succión con su culo, que me producía un inmenso placer. Le dije no, me harás acabar, no le importó y siguió haciéndolo hasta que no aguanté y me vacié dentro de él.
Así nos quedamos un rato, era tan placentero que no la quería sacar. Como a los 10 minutos él comenzó a moverse, mi miembro estaba un poco flácido pero lo suficientemente grande aún para no salir de allí.
Comenzó a moverse y se me comenzó a poner duro nuevamente. Allí comenzamos otra vez con la faena, ya su culo estaba bien lubricado con mi semen y se hizo la tarea más sabrosa más que la primera vez; sentía como se movía y en cada movimiento su culito me hacía delirar del placer.
Así al rato eyaculé por segunda vez y esta vez se lo saqué, pues no quería seguir llenándolo de semen, además estaba cansado.
Él ni corto ni perezoso me empujó y me puso de espaldas diciéndome es mi turno. Yo realmente no quería la tenía grande, pero él me bajó los pantalones hasta la mitad y con su verga en salivada empieza a hacerme presión. Sentí como su glande atravesaba mi agujero, a él no le importaba si me dolía o no, lo hacía con fuerza hasta que entró, yo sin poder decir o hacer nada, pues mis amigos se podían despertar, pero al rato comencé a sentir un placer indescriptible, sentía como su verga me destrozaba por dentro, pero se sentía tan bien.
Empezó con movimientos rápidos, pero la sacaba casi toda y la metía de una vez, hasta que sentí algo caliente llenándome el interior de mi ser. La dejó allí por un rato, hasta que se le puso flácida, la sacó, me di vuelta y nos comenzamos a besar. Allí nos subimos nuestros respectivos pantalones, y a dormir.
Al siguiente día nos fuimos a bañar todos, nunca dijimos nada y nadie comentó nada. Regresamos a la civilización, lamentablemente nunca lo volví a ver, pues regreso a la siguiente semana a su país, pero aun recuerdo su olor y su sabor.

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