viernes, 21 de enero de 2011

MI AMIGO JUAN

Yo y mi amigo Juan somos los protagonistas de esta historia (somos ambos bien parecidos), entones en aquel tiempo el tenia 18 años y yo igual, éramos realmente muy buenos amigos, pero desde que lo conocí solo deseaba estar con él y no lo dejaba solo en ningún momento, y eso a él no le molestaba para nada, sin saber que dentro de mi había una voz diciendo que lo único que deseaba era tenerlo entre mis brazos y sentir su cuerpo junto al mío.
Un día cuando yo trabajaba para los padres de él, ellos me invitaron a pasear al sur de nuestro país, con lo cual yo accedí con gusto a la petición, por el solo hecho que Juan también iría con nosotros.
Llego el día aquel que partimos al sur, él no sabia que me interesaba y yo de ninguna manera se lo daría a conocer (hasta mas tarde) pues si lo daba a demostrar corría el riesgo de que se quedara en la capital con sus familiares. Llegamos al sur de nuestro país, a la casa de sus abuelos en pleno campo, donde no hay luz, ni agua potable, solo de río o vertiente. Nos dispusieron una habitación a cada uno de los nuevos paseantes que llegamos a este hogar, pero de repente (para la suerte mía), llegaron otros familiares a quedarse en casa por lo cual ya no quedaban habitaciones vacías, por lo que opte yo y mi amigo Juan en dormir juntos en la misma cama y habitación; poco a poco yo le fui demostrando indirectamente que me atraía, pero sin caer en el error de decírselo de repente, después de desempacar nuestras pertenencias, nos fuimos a bañar a un río los dos solos, llevamos toallas y nuestros trajes de baño, los cuales nos tuvimos que colocar en el mismo río, tiramos a cara o cruz quien era el que se cambiaba primero, yo fui el que perdió, así que tuve que desnudarme frente a él por primera vez, sentí que me miraba pero no lo tome en cuenta (por el temor que se enterara que me atraía), luego le toco a él y yo de reojo lo miraba, ese cuerpo atractivo, escultural, juvenil y hermoso. En aquel río jugamos como niños con lo cual yo estaba feliz.
Al anochecer nos tuvimos que acostar después de darles la despedida a todos quienes estaban junto a nosotros, entramos a nuestra habitación y nos quitamos todas nuestras ropas, solo nos quedamos con nuestros slips, nos tapamos y conversamos de mil cosas, entre ellas de sexo, nos acomodamos para dormir, él dado vuelta para el rincón y yo para la orilla, cuando sentí que Juan se durmió me di vuelta casi rozando mis slips a las suyos, me di valor y acaricie como pude ese cuerpo que hace bastante tiempo deseaba tocar, levante las ropas y metí mi mano entre sus piernas, ¡ayyyyyy! la sorpresa mía al sentir por no menos de 20 cms y estaba semierecto, tal vez porque soñaba algo erótico o realmente me sentía que lo estaba tocando, retire mi mano y se dio la vuelta hacia mi, espere un largo rato (aproximadamente unas 3 horas) y como estaba de frente a mi , yo me di la vuelta y quede dispuesto a él, pero como dormía no haría nada.
Solo yo con mis ingenios hice lo posible para sacar de su slip ese bello pene que estaba ya erecto, (yo creo que el sabia que yo estaba tocando lo mas bello que el tenía), baje sus slips hasta los muslos y me acomode de tal forma que quedara su pene junto a mis nalgas, baje mis slips y ya solo estábamos ambos desnudos, me acerque lo mas que pude y pude sentir como su pene entraba despacio a mi culito redondo, haciendo fuerzas para que este entrara lo mas que se pudiera, me quede como media hora sintiendo su bello y grande pene dentro de mí. Luego volví a ponerme el slip y el de él y me dormí.
A la mañana siguiente despertamos ambos, como a las 10 de la mañana, y comenzamos a conversar de sexo como si supiera él lo que con tantas ganas había hecho yo la noche anterior, hablamos tanto de sexo que entre las ropas se podía ver el tremendo bulto que en el había (y por que no decir que en el mío también), saque fuerzas y le propuse que nos masturbáramos, a lo cual accedió positivamente, comenzamos él por su lado y yo por el mío, pero al ver que este momento se enfriaba le propuse que él me masturbara a mi y yo a él, acepto, yo comencé a masturbarlo primero y el sintió mucha excitación a lo cual yo me aproveche y empecé a acariciarlo en todo el cuerpo y luego baje por su pelvis hasta llegar a su glorioso y bello pene que media sin mentir unos 25 o mas cms, se lo succione todo hasta llegar a esos bellos testículos que se veían que hace bastante tiempo no se vaciaban.
Luego me detuvo mientras yo estaba que lo hacia explotar, me acaricio y beso en los labios como si fuéramos una pareja de hace bastante tiempo, bajo entre mi pelvis y se llevo a la boca todo mi pene, lo chupo todo hasta sentirme en el aire, llego a mis testículos y me los succiono sintiéndome feliz por lo rico y deseoso que estaba yo porque esto ocurriera, se detuvo y me pidió que me acostara de lado, siguió masturbándome y yo con mi pierna izquierda abrace su pierna, dejando relucir mi culito, él me pregunto si deseaba ser penetrado por a lo que yo dije que si, me lubrico un poco con saliva y metiendo uno, dos dedos me dejo listo para recibir ese grande y duro pene dentro mío.
Me fue de a poco penetrando sus 25 cms hasta que de pronto lo sentí todo dentro mío, estaba en el cielo porque solo esto desee al ir a ese paseo, como ya nos habíamos estado masturbando, no tardo en irse, sentí su leche calentita dentro de mis entrañas y solo deseaba seguir estando junto a él, sin separarnos, pero luego de que me penetro me pidió que lo penetrara yo a, fue para mi un gusto acceder a su petición, se volteó hacia el rincón y sin mas lo lubrique con saliva y de poco a poco se lo fui metiendo mientras él se quejaba de placer, una vez dentro me pedía mas y mas, aproximadamente después de 10 o 15 minutos le dije que quería acabar y me pidió que acabara dentro de él sin desperdiciar ninguna gota de ese jarabe maravilloso, accedí a su petición y luego revente dentro de el gimiendo de placer.
Esto lo disfrutamos en todas las ocasiones en que estuviéramos juntos, a la noche siguiente nuevamente nos acariciamos y besamos, luego baje entre las ropas y chupe y succione todo su pene erecto y duro, pero esta vez no me detuve solo hasta que él acabo dentro de mi boca, sin dejar escapar ni una gota de semen, igual ocurrió esto para él, bajo y acaricio mi pene duro y erecto lo chupo hasta el cansancio y luego reventé dentro de su boca con sus labios coloraditos y ricos. Nos abrasamos y dormimos desnudos, cansados y felices.
Desde entonces cada vez que habíamos ido al sur hacíamos lo mismo, pero hoy ya no lo veo, ya que se cambio de casa, lejos de donde vivo yo. Todas las noche al acostarme, lo recuerdo masturbandome. Hoy en día tengo la esperanza de volver a verlo y recordar esos momentos único que pasmos juntos.

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