miércoles, 23 de marzo de 2011

EL GUERRILLERO

Esto sucedió hace ya casi 3 años, la época es cuando hice mi rural como médico en un municipio de Norte de Santander en mi país Colombia, eso fue entre Abril y octubre de 2005. Cuando llegue al pueblo, ya sabía que era de influencia de Guerrilla y lo que se denomina zona de conflicto.
Mis primeros días en ese pueblo fueron verdaderamente horribles, imagínense un pueblo donde no hay nada que hacer, las noches son aburridísimas, los días ni se digan, pero bueno sabía que eran solo 6 meses los que estaría en ese lugar.
Estando allá conocí un chico del pueblo de 22 años, yo tenia 25 para ese entonces; era hermoso, trigueño, delgado, súper cuerpo, cara linda. Me pareció atractivo, empecé a hablar con él, como al mes supe que era guerrillero, pero igual ya éramos medio amigos, y así seguimos siendo muy amigos.
Cada día que pasaba la verdad a pesar de saber de su condición de guerrillero para mi era más especial hasta el punto que sentía que me estaba enamorando de él, pues a mi el tipo me encantaba pero no le decía nada. Primero porque no pensaba que le gustara el cuento y segundo me daba miedo por lo que era guerrillero.
Todas las noches soñaba con tenerlo, lo imaginaba haciéndome el amor, más de una noche me masturbaba pensando en él, ni que decir que con el tiempo y dada la confianza que fue tomando nuestra relación lo alcance a ver en pantalones cortos y sin camisa, para mi eso era un verdadero espectáculo, y solo imaginaba el día en que pudiera tener ese cuerpo rozando el mio.
Todo se dio hasta Julio mas o menos, una noche estábamos tomando cerveza y medio nos emborrachamos, a eso de las 12.30 me acompaño al centro de salud, me dijo que le prestara el baño y lo hice seguir hasta mi habitación en el centro de salud. Sólo vivíamos una empleada, la enfermera y yo.
Allí pues fue al baño y me dijo:
-Ya es tarde. Me voy a ir rápido.
-Si quieres quédate, puedes dormir acá.
-Mejor no, no quiero causarte incomodidades y menos problemas.
-No eres ningún un problema para mí. Su cara fue como de felicidad, al final terminó aceptando quedarse a dormir, pero le dije:
-Nos toca compartir la cama.
-No hay problema. Yo sólo duermo en bóxer.
-Fresco, yo también.
Al acostarnos pues yo no sabia que hacer, pensaba si debía tocarlo, si debía decirle algo pero a la vez me llenaba de miedo la sensación de pensar que era un guerrillero el que estaba a mi lado y que podría hacerme daño si le molestaba la situación en fin me decidí. Fue entonces cuando me recosté dándole la espalda y presionándole mi culito, se dio vuelta y sentí su verga sobre mi culito haciendo presión, les juro que me sentía en la gloria no podía creer que el hombre que me encantaba, el que a muchas mujeres del pueblo les quitaba el sueño estaba a punto de ser mio y sólo mio.
Entonces me atreví y coloque mi mano sobre su verga, podía sentirla, la toqué, se sentía dura y me imaginaba lo rica que debía ser que sensación más rica, me agaché y empecé a mamársela. Era una verga divina, normal, media como 19 centímetros pero era recta y deliciosa, algo me sorprendió para ser guerrillero y estar en el monte, se depilaba; el tipo se jadeaba a medida que se la mamaba, me acariciaba las tetillas, luego me dijo en tono de macho:
-Quiero clavártelo.
Esas palabras que antes me hubiesen parecido toscas me agradaron. Le pasé un condón, se lo puso y me senté sobre su verga. Ahí estuvimos un buen rato, luego me la sacó y me puso en cuatro, que rico era sentirlo dentro de mí, que rico era sentir su verga, me chupaba las tetillas, me puso en pollo asado en fin fue la noche mas deliciosa de mi vida, eso si nunca me beso en la boca, pero no me importaba a mi me gustaba mucho él y disfrutaba inmensamente del sexo con él, debo aclarar que de todos los tipos con los que he tenido sexo es él único que no me ha besado en la boca, pero ha sido uno de mis mejores amantes.
De ahí en adelante lo hacíamos con mucha frecuencia y nunca me beso, pero me hacia el amor muy rico, me acariciaba, me chupaba el culito y las tetillas, lo hicimos cada vez con más frecuencia, nunca olvido una noche que se quedo a dormir conmigo y nos bañamos juntos; era delicioso como sus manos me enjabonaban la espalda y me las pasaba por mis nalgas, yo le enjabonaba la verga y ahí en el baño lo hicimos dos veces, él era toda una maquina sexual y eso me encantaba, eso duró hasta que termine mi rural y me fui del pueblo, pero en esos meses disfruté de ese guerrillero y sus 19 cms al máximo.
A pesar que nunca me beso en la boca, puedo decir que ha sido uno de mis mejores amantes, lástima estar tan lejos y saber que no lo volveré a ver jamás y no se ni si este vivo o no. El día que me fui me acompañó a la salida del pueblo y me dijo:
-Jamás me olvidare de ti, has sido alguien muy especial en mi vida.
Esas palabras aun suenan en mi mente y en mi corazón, no lo amo, pero si puedo decir que lo quise mucho y fue en su momento alguien muy pero muy especial para mi.
Ahora tengo 28 años y pues sigo disfrutando mucho de mi vida sexual.

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