lunes, 25 de abril de 2011

EL HOMBRE DEL CHAT

Mido 1.75, de piel blanca repleta de vello oscuro que la hacen muy antojable y por mi gusto a hacer deporte tengo un cuerpo marcado, piernas y nalgas musculosas y un pene de un tamaño bastante considerable.
Mis tardes las concentro en entrar a páginas de pornografía y salas de Chat.
En una ocasión que como siempre no tenia muchas cosas que hacer decidí entrar a una sala de Chat gay y ver que podía encontrar que apagara mi calentura, así pues entre y había pocas personas con nicknames que hacían que mi pene se erectara aun mas y liberara liquido transparente, ahí estaba Pasivonalgon, VergaDura25, Sementall y varios nombres mas.
Estando en la sala de Chat unos minutos ya me habían contactado varios chicos, y es que mi nick era IceCream y cada que algún chico preguntaba el por que del sobrenombre decía “por que puedes chupar mi par de bolas y derretirlas en tu boca”, todos los otros chicos demostraban su estado de calentura con frases como “Me gustaría comértela toda…”, “Ven a mi casa y méteme el cono de tu helado…”, “Quiero saborear tus bolas de vainilla..”, pero nadie lograba llamar mi atención hasta un chico que me dijo “Hola, como estas?, espero que tu día haya sido de provecho…”, esto hizo que me diera curiosidad por saber mas de su vida y conteste “Pues estoy muy bien, pero podría estar mucho mejor si alguien me bajara esta calentura que traigo encima…”, varios minutos después me dio el numero de su celular y se desconecto. No sabía si llamarle o no, mi fiebre era mucha y no tendría oportunidad de tener sexo durante mucho tiempo…
Así paso una semana y yo con el número de este chico que no sabia ni su nombre, por fin me decidí y lo llame: “Bueno, hola me llamo Adrián, te conocí en el Chat hace ya un tiempo y quería saber por que decidiste darme tu numero…”, una voz grave contesto “Mmmm, pues no te recuerdo, pero nos podríamos ver y salir de dudas, te parece?”, su voz me puso muy caliente y algo nervioso dije “Esta bien, te parece vernos en el parque y conocernos?” a lo que el solo dijo “A las 3…” y colgó.
Estaba tremendamente excitado y nervioso, no conocía a este sujeto, no sabia como era ni que le gustaba, pero el hecho de tener sexo con un desconocido aumento mi libido y curiosidad.
Me bañe perfectamente y depile mi culo haciéndolo tremendamente suave, me puse unos jeans ajustados que marcaban mi paquete y mi redondo trasero, combine los pantalones con una camisa blanca y me dirigí al lugar de la cita.
Eran las 3:05 y ya estaba yo en la banca esperando a mi futuro amante, lo malo del caso es que no sabía su nombre y además no le dije como iría vestido, había poca gente en el parque y por fortuna eran mujeres, niños y un par de ancianos, en tanto yo no podía quitarme de la mente en como seria el hombre con el que compartiría fluidos.
Justo a las 3:10 un hombre de aspecto pulcro se dirigió a mí y pregunto “¿Eres Adrián?”, sonreí por que el tipo era bastante guapo y de un cuerpo nada despreciable, media un poco mas que yo, barba de tres días que lo hacían muy varonil, su cabello rubio y de piel un poco bronceada, traía una playera ajustada y jeans azul claro, le di la mano en señal de saludo y pregunte “¿Y bien, te parece si nos vamos a un lugar donde nos podamos conocer mejor?”, me levante y nos dirigimos a su departamento que estaba a solo unas cuadras.
El departamento estaba muy bien ubicado y decorado de una forma muy bella, el chico que acababa de conocer ya me estaba sobando la espalda y mirando de una forma muy sexy cuando le propuse hablar un poco para conocernos mas, el seguía en su nuevo descubrimiento y esta vez dijo “Estas muy lindo, me gustaste mucho, espero no haberte desilusionado”, no respondí nada y lo bese en los labios, unos labios carnosos y enmarcados por esa barba que provocaba tenerla rondando mi cuerpo, tocábamos nuestras entrepiernas y cada parte que podíamos. Él se levanto de donde estábamos y me condujo a su recamara, abrió una botella de vino que saco de un pequeño refrigerador y sirvió una copa para mi y una para él, bebíamos y nos besábamos hasta despojarnos de la ropa quedando solo en ropa interior, el usaba un bóxer ajustado color blanco, yo uno color negro.
Su boca bajaba a mi pecho y mordía mis erectos pezones, lamía mi ombligo y subía hasta mi boca para besarme de nuevo, yo solo disfrutaba y frotaba su pene enfundado en esa diminuta prenda ya mojada por su inminente excitación.
Me despoje del bóxer haciendo saltar su verga húmeda rodeada de ese vello castaño, él quito el mió y acaricio mi pene rosado, en ese momento estaba sumamente caliente deseando ir mas allá, quería tenerlo dentro, sentir su sabor en mi boca, ser suyo totalmente.
Me recosté en la cama y el sobre mi lamía mi cuerpo, del pecho bajo al ombligo y luego a los testículos, los metió en su boca y succiono levemente, alzo mis piernas y al notar la ausencia de vello en mi culo enloqueció abalanzándose sobre el, lo lamió alrededor, metía la lengua sacándome suspiros y gemidos.
Yo completamente excitado gire mi cuerpo quedando expuesto y a disposición de mi nuevo amante, el ayudándose con un buen lubricante metió un dedo en mi ya dilatado culo, al notar mi agrado metió 2 dedos y por último un tercero, mi ano se dilataba cada vez mas y pedía su verga completa, el seguía masajeado mi próstata a la par que besaba mi cuello y espalda.
Quería sentirle dentro, quería saber como era montándome, haciéndome suyo.
“Me llamo Ulises” entonces me dijo, pero a mi lo que me importaba era lo bien que la estaba pasando, me importaba que era un muy buen amante…
Ulises unto nuevamente lubricante en mi ano y luego en su verga endurecida, lentamente fue metiendo primero la cabeza y luego todo el tronco, era tan delicioso sentir ese pedazo de carne abriéndose paso en mi culo, por ultimo sentí el choque de sus testículos en mis nalgas, me tenia completamente ensartado y listo para el vaivén.
Como pude me puse a cuatro patas con Ulises dentro de mi, el gimió un poco y dijo “Me encanta estar así contigo, montándote y sintiendo tu calor…”, quería hacerlo disfrutar y por eso hice contraer el interior de mi recto, el gemía y sudaba, metía y sacaba su pene, mordía mi cuello, lamía mi espalda, acariciaba mis nalgas separándolas y juntándolas.
Ulises me tomo por el pecho apretujándolos como si fueran un par de pechos femeninos, sentía el ardor de su cuerpo encima del mió, sus testículos chocando rítmicamente en mis glúteos, su aliento en mi nuca unido a palabras que me calentaban mas “Que rico culito tienes cabron”, “Me gustan tu culo, esta bien apretadito”, “¿Te gusta que te monte?, toma, mi verga es toda tuya…cométela, así”
Mi cuerpo estaba bañado de sudor, Ulises agarro mi verga y comenzó a masturbarme hasta hacer que sacara su caliente leche en un grito de placer.
Por su parte Ulises siguió penetrándome, me jalaba el cabello y repetía mi nombre terminando con la frase “Me encanta, me encanta metértela, toma mi verga, cométela por el culo, así, que rico…” y así exploto dentro de mí, se desvaneció encima de mi sudado cuerpo, el semen corría por mis nalgas y su verga contrayéndose dentro de ni ano.
Después de esa tarde de pasión nos volvimos a ver, y nos conocimos un poco más. Desde entonces somos novios y ya llevamos casi un año juntos y cada noche la pasamos súper bien juntos, y yo estoy cada vez más agradecido al destino por poner en mi camino a este hombre del chat.

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