lunes, 16 de julio de 2012

EL JARDINERO DEL MOTEL

Hola, mi nombre es Gonzalo, soy de Venezuela y tengo 21 años. Esto me pasó cuando yo tenía 18 años.
Siempre he sido fibrado ya que mi familia es muy deportista, y he estado inscrito en el gimnasio desde los 15 años.
Mi padre y madre siempre están de viaje y de vez en cuando me piden que me vaya en bus para encontrarme con ellos. En esta ocasión mi madre me pidió que vaya a Maracaibo (desde Caracas). Tomé un bus al día siguiente y después de 1 hora de viaje, comenzó a salir humo del motor. El conductor se disculpó por el inconviente y nos dijo que el ibamos a tener buscar alojamiento en algún lugar cercano ya que la compañía no tenía más buses disponibles para ir a buscarnos.
Cerca de donde quedamos varados había un motel que se veía bastante decente. Fui allí y pedi un cuarto para quedarme la noche. En esto vi a un tipo de unos 21 años, fibrado, rubio y con un culo apretado y redondo. Iba sin polera por lo que se le notaban sus abdominales marcados y las venas en sus brazos. Me miró con sus ojos azules y quedé absorto en ellos. El conserje me pasó las llaves de la habitación y desperté de mis fantasías. Mientras caminaba hacia mi habitación vi un pequeño jardín que pertenecía al motel y allí estaba el chico que había visto antes regando las plantas; me quedé mirandolo (babeando) y cuando se dio cuenta de que lo miraba me sonrió con unos dientes perfectos que casi hacen que me derrita. Camina avergonzado hacia mi habitación.
Al entrar, me tiré en la cama y me masturbé desenfrenadamente pensando en el rico chico que estaba a unos pocos metros afuera de mi habitación. Después de una hora de pensar en él, decidí salir a buscarlo, y allí estaba aún, regando las plantas. Me acerqué a él y le pregunté como se llamaba. Me respondio “Marco, y tú como te llamas?”. Después de entablar una conversación con él en que hablamos de todo, ya no podía soportar la erección que había estado cubriéndome por ya bastante tiempo, entonces me despedí y fui a descargarme a mi habitación.
Despues de un rato decidí salir de nuevo. Al salir vi a Marco dándome la espalda y desabrochandose los pantalones para mear. Sus pantalones cayeron, y no estaba usando ropa interior. Vi su culo perfecto, redondo y apretado. Di un suspiro al ver su tremenda polla colgando (se veía colgando entre sus muslos); no podía creer el ejemplar de hombre que estaba parado a unos cuantos metros de mi. Comenzo a mear y sentí un potente chorro caer en unos arbustos al borde del jardín.
Mientras lo miraba pasaban mil pensamientos por mi cabeza y no podía decidir entre si ir a a yudarlo con ese descomunal pedazo de carne (se veía como de 17cm flácida) o correr a mi habitación. Sentía mi corazón latir y mi polla me pedía ir hacía él. Me acerqué a el, me arrodillé y puse mi cara en el líquido dorado.
Marco me pregunto, “Te gusta puto?”
Yo le respondí, “si, pero quiero más”
Me agarro la cabeza y me tiró hacia su polla flacida. Chupe y chupe hasta que estaba totalmente erecto. Admiré ese mounstro de 25 cm de largo y 9 cm de ancho. Era realmente enorme. Me tiro del pelo y me hizo tragarme su polla, pero solo alcanzaba a tragarme 1/3 de ella. Mientras me follaba la boca desesperadamente, gemía como loco. Después de 2 minutos de saborear su rica polla, me agarro la polera y me llevó a mi habitación, la cual cerró con llave.
Me lanzó a la cama y se tiró encima mio, metiéndome la polla en la boca de nuevo. Me la metía tan profundo, que tenía arcadas , pero no me importó porque era realmente delicioso. Después de 15 minutos de chupar, mi mandíbula ya no soportaba más la grandeza de su verga, y se lo hice notar. Me respondió, “callate puto, aquí tu chupas hasta que yo te diga”. Seguí y seguí hasta que ya como a la media hora de chupar me dijo “me voy a correr”!!!! Vi sus enormes pelotas y me traté de meter una a la boca pero no cabía. Saboree toda su pene, desde el prepucio hasta el ano. Comenzó a liberar chorros enormes de leche, liberó como 10. Mi cara, pelo y boca quedaron cubiertos de su leche (como en esos videos de negros con pollas enormes) y me la trague toda.
Marco: “Ahhh, eso estuvo muy bueno”
Yo: “Que bueno que te gustó, te lo puedo hacer cuando quieras”
Marco: “Aún falta una cosa más”
Yo: ¿Qué falta? (lo miré con cara de asustado)
Apuntó con sus ojos hacia su polla, y cuando miré, vi que se empezaba a agrandarse.
Marco: “Ahora viene la mejor parte”
Me tiro contra la cama (boca abajo) y me bajó los pantalones y la ropa interior. Comenzó a chupar mi ano. Yo gemía como loco, nunca había sentido tanto placer. Metió su lengua unos centímetros dentro de mi y me folló con la lengua. Después de unos minutos de hacer esto puso la cabeza de polla contra mi ano.
Yo: “Por favor no!!”
Marco: “Esto va a pasar, quieras o no”
Yo: “Por favor usa lubricación”
Marco: “Tienes razon”
Puso su polla en mi boca y la matió lo más profundo que pudo (no llegó ni a la mitad), la sacó cubierta de saliva y la apuntó hacia mi ano.
Marco: “Así esta mejor”
Comenzo a empujar, yo grité de dolor. Empujo mi cabeza contra la almohada y me dijo, “Muerde la almohada, porque esto te va a doler”. La mordí. Dió un fuerte mpujón y metió su cabeza, mordí la almohada con tal fuerza, que se rompio la tela. Me salían lagrimas y sentía como si mi culo se hubiese roto.
Marco: “Aguanta más, solo metí la cabeza”
Siguió empujando sin piedad. Sentía como cada centímetro de carne se hundía dentro mío. Era tan gruesa!!!!! Mis gritos se ahogaban en la almohada. Siguío empujando hasta que metió cada uno de sus 25 centimetros dentro mio. Ni siquiera espero a que mi culo se acostumbrara, comenzó inmediatamente a follarme con fuerza. Cada embestida se sentía como el infierno. Sentía sus testículos chocar contra mi culo, y no podía creer que ese monstruo estuviese dentro mío. Se sentía como un bate de beisbol.
Me agarró de los muslos con sus musculosos brazo y me levantó contra la pared para seguir follándome. Después de 20 minutos de follarme sacó su verga.
Yo: “¿Qué pasa?”
Marco: “Quiero que sientas el dolor de nuevo”
Me tiro contra la cama y me hizo posicionarme en cuatro patas. Me abrio el culo con sus manos y lengüeteó mi ano. Apoyó su polla contra la pared del ano y dio una brutal embestida en que metió toda la verga dentro de mi culo. Fue tanto el dolor que sentía que me iba a desmayar. Me folló por una hora sin para, cambiando de posición constantemente, contra la pared, en cuatro patas, con él encima mio en la cama, etc.
Después de un largo rato en que yo ya había comenzado a sentir placer, me susurró al oído, “Ahora voy a llenarte de leche”. Aceleró sus embestidas y sentí como se agrandaba su polla dentro mío y sentí un enorme chorro de líquido llenarme. Salía uno tras otro sin parar; después del cuerto chorro, saco su verga y me la metio en la boca para que me la tragara toda.
Marco: “Gracias, realmente necesitaba eso… pero aún no terminamos”
Vi su verga y se estaba agrandando de nuevo. Me tiró contra la pared y me folló por toda la noche. Me dió un espacio de 2 horas para dormir y descansar. Eran las 8 de la mañana cuando sentí un dolor fuerte en mi culo, abrí mis ojos y allí estaba Marco tratando de follarme de nuevo. Seguimos así por 2 horas, hasta que yo tuve que irme a buscar el bus. Marco anotó su número de teléfono en un papel y me dijo, “cuando quieras repetir esto, estoy disponible”.
Iba en camino al bus cuando veo un auto azul acercarse. Era Marco, y con su cara de chulo, sacó su lengua la pasó por sus labios.
Marco: “Adonde es que vas?”
Yo: “Voy a Maracaibo”
Marco: “Yo voy para allá también, quieres que te lleve?”
Yo: “Ok”
Me subí al auto y comenzamos el viaje. Después de media hora de manejo, me dijo, “Desabrochame le pantalón”. Se lo desabroche y vi a su monstruo salir disparado hacia arriba.
Marco: “Chupamela”...

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