sábado, 16 de abril de 2011

LO CONOCI EN LA PLAYA

Me llamo Jesús, soy alto 1.82, moreno claro, delgado, de cuerpo definido pues asisto al gym. Para ese entonces tenia 30 años, todo comenzó una tarde en playa grande, Choroni; estaba yo sentado en la arena cuando de repente veo que pasa un chavo como de 28 años, alto delgado, de músculos definidos y muy varonil, yo enseguida me le quedé viendo y él se dio cuenta y solo atino a sonreír y siguió caminando como si nada, yo lo seguí con la mirada y pude notar lo rico que se le veía ese culo apretado en ese short largo que traía puesto.
Al rato vino de regreso y me dije es ahora o nunca, me paré tomé un cigarro y le pregunté:-¿Chavo tendrás algo para prender mi cigarro? -lo que él me dijo si.
Metió la mano en su bolsillo y extrae un encendedor, yo prendí el cigarro y le devuelvo el encendedor apretando muy fuertemente su mano y guiñándole el ojo, le doy las gracias y me presenté.
-¡Hola me llamo Jesús!, ¿y tu?
-Hola mucho gusto, mi nombre es Adrián.
-¿Y que más Adrián, cómo has pasado el día?
-Bien -me responde-, aquí dando unas vueltas pues estoy medio fastidiado -a lo que yo enseguida le digo.
-¡Ah!, pero ven conmigo y nos tomamos algo y así matamos el tiempo hablando y nos conocemos mejor, ¿te parece?
-¡Dale! -me dijo.
Me lo traje a donde estaban mis cosas y extraigo de mi cava dos cervezas bien frías, le entrego una y la otra para mi.
-¿Qué, andas con tu novia? -le pregunté.
-No, no tengo novia. Ando con unos amigos y ellos se levantaron a unas chamas y bueno yo estaba de mas y decidí caminar a ver que encontraba de bueno -me miró fijamente a los ojos y me sonrió.
-Ah ok, si algo bueno buscas ¡ya me encontraste! Ja, ja, ja, él también rió.
Así pasaron algunas horas mientras nos conocíamos mas y nos hacíamos las típicas preguntas, de donde eres, a que te dedicas, con quien vives, etc. Al empezar a caer la noche le digo que si me acepta una invitación a cenar, y él la aceptó.
Me dice"Me has agradado, y así pasamos más tiempo juntos" -esa fue la pista que me termino de dar luz verde.
Dejé mi camioneta antes de la playa, si quieres te dejo en tu posada y así se donde te estas quedando y te paso buscando mas tarde, a lo que me respondió. No, yo me estoy quedando en una carpa, no en posada.
-¿Y así no es más incomodo? Pregunté
Si quieres te vas conmigo y te bañas en mi habitación de la posada. El aceptó y me dijo:
-Bueno, igual de camino tenemos que pasar por la carpa y busco algo con que cambiarme.
-Dale -le dije. Tomamos la cava y mis cosas y nos dirigimos rumbo a la carpa, cual fue la sorpresa que al llegar estaba uno de sus amigos con una de las chamas que habían conocido, y habían dejado una media en señal de que estaba pasando algo.
Él rió y me dice:-¡Coño! mis panas están ocupados y me señala la media -yo le pregunto.-¿Esa es la señal? y él dice riendo.Si y ahora, ¿cómo haré?
-Pues nada vente, allá lo solucionamos. Tomamos las cosas en la camioneta, pasamos el camino, el río y por fin llegamos a la habitación. Encendí el aire acondicionado y me quité el short que traía y sólo me quedé en unos boxers blancos muy ceñidos que hacían resaltar mi bronceado.
Él me miró de arriba a abajo y le dije: Ponte cómodo. Sólo se sentó, yo hice lo mismo pero en la cama y le ofrecí otra cerveza, él aceptó pero le dije que la tomara de la cava, y que me de una a mi.
Me la entregó y yo aproveché y lo jalé para que se sentara en la cama conmigo, pero le dije,
-¿Por qué no te quitas el short para que no me llenas la cama de arena? Se paró y se quito el short y quedó en boxers negros ceñidos, al girar para sacar la ultima pierna cayó sobre la cama y nos reímos, yo enseguida puse mi mano sobre su torso y noté que el bulto estaba creciendo, yo no me aguanté y le puse mi mano sobre el y le dije. Alguien aquí esta cobrando vida.
Él cerró los ojos y yo seguí acariciando su bulto, no aguanté más y lo besé; él gimió un poco, sentí esa boca caliente, esa lengua que recorría todo los espacios de mi hambrienta boca. Se giró y quedamos frente a frente, el tomó mi bulto con sus manos y lo acariciaba; poco a poco fue bajando mi boxer, mi pija quedó al descubierto, erecto, lleno de energía, ansioso por ser devorado por esa boca tan cálida que me hacia estremecer de pasión.
Le tomé de la cabeza y lo llevé a mi falo; él entendió y le empezó a pasar la lengua, yo cerré los ojos, el placer llegaba a mi, lo introdujo todo en su boca, yo abrí los ojos y veía como se le hundían sus cachetes cuando succionaba mi pene, se le formaban unos hoyuelos muy sensuales y fue lo máximo, sabia mamar de lo mejor.
Yo tocaba sus nalgas, acariciaba su pecho algo velludo y como pude le quite su boxer negro, el giró y quedamos en posición de un 69, yo me comí ese palo de 17 cms, el mío mide igual pero es mas grueso; mamaba como loco, mientras mis manos jugaban con lo que podía tocar de su cuerpo, sus nalgas fueron mías, mi lengua empezó a bajar.
Jugué con sus bolas rasuradas como las mías, metí una y luego la otra en mi boca, él gemía y bombeaba sus caderas como penetrándome por la boca, yo seguí bajando y me centre en su perineo, moje un dedo con mi saliva y empecé a jugar con ese hoyito; le introduje a la vez mi dedo medio y mi lengua y con mi otra mano lo masturbaba, él gemía y por minutos abandonaba mi falo, yo movía mis caderas en señal de que no lo dejara solo y él seguía en su labor. Introduje ya 2 dedos y jugaba con mi lengua desde su hoyito hasta la punta de su pene, lo recorría con la punta de mi lengua y luego lo introducía todo y chupaba como si quisiera extraer todo de él.
Gritaba de placer, al cabo de un rato, me quedé frente a él y lo vuelvo a besar y le susurro al oído "Quiero penetrarte, quiero amarte como sólo los hombres saben amarse, quiero, revolcarme contigo y que juntos lleguemos al máximo placer" Él me miró y me dijo.
-¡Soy todo tuyo, hazme lo que quieras!
Lo acosté boca arriba y le puse una almohada debajo de su cadera, lo besé y bajé con mi lengua, chupe su nuez de adán; baje a sus tetillas, las chupé, las mordí, las lamí. Él se retorcía del placer, mis manos lo masturbaban, fui bajando hasta llegar a su pene lo chupé un rato pero ya no aguanté y me puse mi condón y me fui para donde quería llegar hace horas. Puse la cabeza de mi pene a la entrada de su hoyito y poco a poco lo fui introduciendo, él gemía y le tocaba las tetillas sus piernas abiertas y arqueadas sobre la cama, tocaba mi espalda en señal de que me acercara más a él, así lo metí todo y esperé a que él se acostumbrara.
Movía sus caderas en círculos y así empecé con el mete y saca. Al principio suave, después violento; mis manos lo acariciaban, mi boca, jugaba con su boca, sus manos apretaban mis nalgas, como podía lamía sus tetillas, y movía mis caderas.
Por la pequeña ventana entraba la luz de la luna que me dejaba ver su hermosa cara, al oído le decía lo rico que estaba su culo, apretadito y caliente, ya no aguantaba me venía; aceleré mis movimientos, sentí como un cosquilleo venia desde mi uretra, mi néctar estaba por venir.
-¡Me corro! -le dije-, ¡me vengo mi amor!
Lo besé profundamente y me vine dentro de él. Fue una venida genial, a cantidad; al rato mi pene perdió rigidez y salió de su orificio. Lo besé y lo empecé a masturbar; él gemía, los músculos de sus piernas se contraían y eso me avisaba que se vendría pronto. Así fue, eyaculó, cayó sobre su abdomen, esto me excitó sobre manera y me masturbe encima de él. Mi semen cayó junto al suyo y un poco en su pecho, nos besamos, nos fuimos a bañar; en el baño fue pura pasión, pura lujuria.
Salimos a cenar y los 3 días restantes que me quedé él vivió conmigo, luego cada quien volvió a su rutina. Nos contactamos unas veces mas pero después cada quien siguió su vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario