domingo, 22 de mayo de 2011

CON AROMA A HOMBRE

Era de medianoche y los clientes disfrutaban del espectáculo dado por mujeres quienes se desvestían antes sus ojos para luego atenderlos personalmente montándose en sus bultos duros; a uno de ellos lo atendía una rubia extranjera con unos ojos azules resplandecientes cuando sonó su celular, al escuchar, la voz se levanto de su asiento casi tumbando a la chica con quien venia, la tomo de los brazos y ahora el recibía las atenciones de ella mientras aquel se iba a una zona de aquel lugar alejado del ruido, perdona, pero estoy en un bar con un compañero de trabajo- dijo aquel hombre con voz nerviosa- comprendo; además no esperabas mi llamada- se escucho una voz femenina por la bocina de aquel aparato- pues no y menos a esta hora- dijo el pasándose su mano por la cabellera- te iba a llamar hasta mañana pero no puedo conciliar el sueño, algún problema?- pregunto el preocupado por su insomnio, si estoy en el hotel cercano a tu apartamento y eso me ha puesto cachonda, dijo ella describiéndole la lencería que traía puesta la cual estaba ceñida a su cuerpo eso lo excito demasiado a él; así que le aseguro que iría para allá, termino la conversación y regreso a donde estaba sentado. La música era suave permitiendo conversar ya que era uno de los intermedios de aquel lugar para que los clientes estiraran las piernas yendo a los baños. Pedro, tengo que irme! dijo aquel sentándose en el sillón donde le habían atendido varias mujeres esa noche, como? cada vez se esta poniendo mejor aquí- dijo con voz grave después de haber fumado varios cigarrillos- te llamaron de la compañía? no les hagas caso, juan; es viernes y lo estamos gozando o no?
Es un asunto personal; anda levántate y vamonos, pide la cuenta mientras voy al baño, mas tarde, pedro iba manejando hacia su apartamento pues su ropa olía demasiado a cigarro y alcohol; así que se cambiaria de ropa, juan iba con él pues su auto lo había dejado en el estacionamiento del edificio donde vivía pedro. Nos tocaron buenas viejas, cabron!- dijo juan después de hacer un resumen de lo vivido en aquel lugar sobre todo la rubia europea; como me gustaron sus ojos y sus tetas firmes rozando mi rostro, dijo pedro a mi me gusto mas la morena con ese trasero chingón volvamos! no puedo, una amiga vino a la ciudad e iré con ella; después de asearme ya que apesto a cigarro, alcohol y perfume de puta dijo pedro oliéndose su ropa.
Dame chanza de ir al baño pues con eso que salimos de prisa no pude hacerlo, juan accedió deteniendo su auto enfrente del portón del estacionamiento para meter el auto; pasando a un lado del auto de pedro el cual era nuevo y por ello lo cuidaba bastante. Que chingón carro! pero mas su dueño, dijo pedro y se carcajeaba. Si tu lo dices... dijo juan colocando el auto en su lugar que le correspondía, bajaron de él y subieron al apartamento.
Pedro se metió al baño y juan se dirigió a su recamara para quitarse la ropa quedando en ropa interior, abrió el closet para sacar la ropa que se pondría dejándola sobre la cama. Pedro salio del baño y se dirigió a la sala encendiendo el stereo para poner música y comenzar a bailar; juan se dirigió a la cocina para servirse jugo en un vaso, pedro lo miro y lo siguió, sírveme un poco a mi, no? dijo pedro haciendo muecas de estar sediento. Me esperas a que me vista para salir juntos y no tengas problemas con el guardia del edificio, dijo juan poniendo jugo en otro vaso para entregárselo, no te cambiaras de bóxer? menciono con duda al verle el bóxer manchado de juan manchado con su semen, puta! no me había dado cuenta, cabron; la rubia lo mancho con su pintura de labios y maquillaje cuando fuimos al privado, no solo de eso esta manchado.
Juan se bebió el jugo y se dirigió al cuarto de lavandería el cual estaba contiguo a la cocina; tomo su toalla donde la colgaba después de usarla y camino hacia la recamara quitándose la camiseta, bóxer y calcetines. Mejor me doy un regaderazo rápido dijo juan mientras pedro ingresaba a la recamara. A las viejas no les gusto que uno huela a otra y menos estar manchado con su maquillaje, dijo pedro recostándose en la cama viendo el cuerpo desnudo de juan el cual era delgado y estaba cubierto de un fino vello, ya no has ido al gimnasio, verdad? pregunto sin dejar de mirarlo, ni tiempo, cabron; ya ves que salimos bien tarde la chamba. Pero los fines de semana hago algo de ejercicio en el parque que esta cerca de aquí.
Juan se metió al baño y pedro se quedo en la cama recostado; en su mente se le vino una idea que lo excitaba bastante, así que tomo primero la camiseta la cual se había quitado juan y la paso por su nariz percibiendo la mezcla de aromas. Su erección era tal que su pene estaba aprisionado en su trusa; así que se bajo el cierre del pantalón y lo saco para frotarlo con aquella prenda, disfrutaba tanto de aquello que se levanto y se bajo los pantalones hasta los tobillos y su trusa hasta las rodillas. Se coloco en frente de un espejo y puso la camiseta sobre su pecho expuesto y tomo el bóxer para olerlo también; después con el se masturbo sintiendo la tela rozar con su verga, desde que ingreso a la empresa donde trabajaban había sentido una atracción hacia Juan pero se había conformado con solo ser su amigo pues era demasiado heterosexual para fijarse en él.
Su cuerpo sentía como cargas eléctricas recorrían su cuerpo semidesnudo sin percatarse que Juan salía del baño y al momento de ingresar a su recamara Pedro derramo su semen sobre el bóxer de aquel gimiendo de placer; Juan se quedo paralizado al ver aquella escena y Pedro se dio cuenta de su presencia al ver su imagen reflejada en el espejo levantándose y nerviosamente aventar el bóxer al suelo. Perdóname, no me di cuenta de lo que hacia; el alcohol me ha afectado dijo Pedro dirigiéndose a Juan acomodándose la trusa y el pantalón; aquel seguía asombrado de lo que había visto, no sabia como actuar pues su pene crecía en tamaño al ver ese cuerpo acercarse a él.
Pedro se dio cuenta de ello y se acerco mas a Juan sentándose en la cama y quedando su rostro en frente de aquel bulto algunas mujeres del trabajo me habían comentado sus dudas sobre ti con respecto a tus preferencias sexuales y algunos hombres me criticaban por salir convivir contigo; acaso te atraigo? dijo Juan lentamente tratando de ser coherente con sus palabras, no te imaginas cuanto, dijo Pedro contemplando aquel bulto como seguía creciendo hasta que provoco que la toalla cayera al suelo; este reacciono más rápido que Juan y se trago en su boca aquel enorme pene abriendo sus labios al máximo, sus manos se colocaron en las nalgas de Juan para introducirse más aquella carnosidad hasta sentirla en su garganta; su lengua húmeda y tibia lo acariciaba y sus labios lo aprisionaban para no dejarlo salir, Juan estaba atónito mirando la imagen en aquel espejo, por varios minutos, Pedro succionaba aquel falo incrementando la velocidad hasta provocar que el semen saliera de el tragándoselo todo, con su lengua lo limpio y lo saco de su boca aun estando erguido. Juan grito de placer mientras sentía como salía su líquido cremoso poniendo sus manos sobre la cabeza de aquel; sus piernas se debilitaron por tal excitación apoyándose en los hombros del otro, su amiga quien le llamo cuando estaban en aquel lugar también se lo había hecho pero jamás como Pedro quien besaba su abdomen y la zona de los genitales.
Todavía tienes leche, se la dejare a tu amiga que lo disfrute, dijo Pedro y paso su lengua por la línea de en medio de aquel abdomen y pecho hasta llegar al cuello abrazándolo. Juan disfruto de ello mientras el ritmo de su respiración volvía a la normalida, muchas gracias por todo esto, dijo y le beso una mejilla pero su boca era tan golosa que lo beso poniendo sus manos en la nuca, la respiración de Juan volvió a acelerarse; Pedro dejo caer su pantalón y sus dedos apretaron el botón para dejar a oscuras aquella recamara, se volteo y comenzó a mover su trasero como lo habían hecho aquellas mujeres a Juan.
Cierra los ojos e imagina que soy aquella rubia, dijo Pedro poniendo los brazos de aquel sobre su abdomen sin vello; los ojos de Juan se adaptaban a esa oscuridad mientras disfrutaba de la cercanía de aquella piel tersa y libre de vellos, acerco mas aquel cuerpo a el perdiendo el equilibrio cayendo sobre la cama, Pedro aprovecho para separar sus piernas y con sus manos estiro la tela de su trusa hasta lograr que se rompiera dejando la raja de su trasero expuesta para sentir el roce de aquella verga enorme; en la mente de Juan aparecía la imagen de aquella rubia mezclada con la de su amiga, así que coloco su pene entre las piernas de aquel hasta sentir que su glande topaba con el escroto de aquel. Aquella sensación borro esa imagen pero se aferro a aquel cuerpo acariciando el pecho de Pedro; razonando que estaba con un hombre mientras sentía como aquel cuerpo se contoneaba, le beso el cuello y coloco su glande en aquel orificio anal.
Hazlo, hazlo, quiero sentir tu verga dentro de mi, cabron, dijo Pedro moviendo el trasero y separando sus piernas hazme tuyo, quiero ser tuyo; disfrutar de esa enorme verga tuya como lo hice con mi boca susurro al oído de Juan quien motivado puso sus manos sobre los hombros de aquel y apoyándose con sus rodillas logro meter su glande en aquel orificio estrecho.
Pedro grito de dolor pero no lo demostró ante Juan pues no quería que se arrepintiera y lo sacara de su culo; armándose de valor movía su trasero para ayudarlo a que su pija ingresara lentamente por esa cavidad sintiendo como aquello crecía en su interior hasta que sintió el roce del escroto velludo en sus nalgas. Se pusieron de lado y Juan le besaba el cuello y labios alternadamente mientras Pedro frotaba su pene con la camiseta de Juan provocando un movimiento circular en su trasero; así estuvieron por unos minutos hasta que aquella prenda quedo humedecida por su semen sintiendo las manos de Juan sobre su pecho los cuales llegaban a ser pellizcados por aquellos dedos demuéstrame como coges a una mujer, susurro Pedro poniendo una mano en una nalga de aquel ambos cuerpos se dieron vuelta quedando ambos boca abajo, Juan separo sus piernas apretó las de Pedro puso sus manos sobre los pechos de aquel y apoyándose con los codos y rodillas comenzó el vaivén creciendo en intensidad. El sudor de Juan caía en la espalda de Pedro quien con sus gemidos y gritos le pedía que se lo hiciera mas fuerte; la respiración de ambos se aceleraba mientras una brisa ingresaba a la recamara, en eso sonó su celular y Juan se separo de Pedro para tomarlo.
-Aun sigues en el bar con tus amigos? se escucho la voz de ella molesta, Juan trataba de recuperar el aliento para responder mientras Pedro pasaba sus dedos por su culo dándose cuenta de lo dilatado que estaba, no ya no; pero tuve que llevar a algunos a sus casas pues estaban totalmente ebrios y no podía dejar que se fueran en taxi así, mintió Juan y Pedro al escucharlo se recostó boca arriba. comprendo; estaré aquí dos semanas, así que tendremos más tiempo para estar juntos. No quieres que pase al hotel ahora? ya voy en camino, dijo Juan encendiendo la luz de la recamara y viendo el cuerpo desnudo de Pedro. No, mejor recuperate de la velada y nos vemos mañana para desayunar; además ya están cerrados el bar y restaurante del hotel estando solitario el lobby así que tu visita no pasaría desapercibida, Duerme rico- dijo ella y le envió un beso, hasta mañana dijo Juan.
Pedro al escuchar eso sonrió pues imaginaba que seguiría disfrutando de él. Juan mantenía la erección en su verga mientras dejaba el celular sobre el buró de la cama y Pedro lo miraba lascivamente.- continuamos?- dijo Pedro con aire de inocencia, no, será mejor que te vayas; no es correcto lo que hemos hecho. El alcohol ha impedido mi juicio ante ello dijo Juan sentándose en la cama no me obligaste; yo te lo pedí, no sabes como esperaba esto dijo, besó la espalda de aquel- basta! además es tarde y mañana quede de desayunar con Gloria, no puedo quedarle mal dos veces, si supiera por que no fui- dijo tratando de levantarse de la cama pero Pedro lo abrazo y lo recostó en la cama, no tienes porque avergonzarte por lo sucedido; lo disfrutaste no? así como lo hiciste con aquellas mujeres del table dance tu has dicho!... mujeres! habías gozado con ellas tanto como ahora conmigo? Juan trataba de no mirarlo a los ojos mientras Pedro se colocaba encima de él y con una mano se ayudo para meterse el pene de aquel el cual seguía duro; comenzó a montarlo con una intensidad que provocaba gritos de placer en Juan. Te demostrare que lo puedo hacer mucho mejor que ellas gritaba Pedro repetidamente, Juan chupaba los pezones de Pedro y sus manos acariciaban su espalda teniendo los ojos cerrados e imaginándose que lo hacia con su amiga; después se dieron vuelta en la cama quedando encima de Pedro, le separo las piernas y poniendo sus manos en la cintura de aquel su verga entraba y salía de aquel orificio. Pedro gozaba y no quería que terminara eso pero sintió el semen humedeciendo las paredes de su ano así como el cuerpo de Juan cansado sobre él; sus cuerpos estaban húmedos por su sudor y Pedro lo beso en agradecimiento.
Has sabido provocarme; jamás había sido tan excitante como ahora, gracias por ello, dijo Juan mirándolo a los ojos y besándolo. Valió la pena esperarme; eres un gran tipo y siempre me agrado que no me aventaras el calzón como lo han hecho otros, has sido un gran amigo y ahora un excelente amante dijo Pedro recuperando el aliento ahora comprendo esas veces que me encendías el cigarrillo o tomabas de mi bebida cuando íbamos a comer; recuerdo como me lo criticaron los compañeros de trabajo cuando lo hiciste delante de ellos en una reunión para festejar el cumpleaños del director general, Rosalía me advirtió que tu sentías mas que amistad por mi ella es muy perceptiva; una vez me lo comento cuando tu saliste de viaje para una reunión a celebrarse en una de las plantas foráneas, pero veo que no fui lo suficiente convincente para quitárselo de su mente.
Juan iba a sacar su pija de su ano pero Pedro le pidió que lo hiciera hasta que dejara de estar duro; lo cual no sucedía al pasar los minutos, entonces Juan le beso los pechos y volvió a embestirlo con más intensidad que las otras veces hasta quedar sin semen en sus testículos. quedaron así abrazados hasta que los rayos del sol ingresaban a la recamara posándose en sus cuerpos.
Pedro movió el cuerpo de Juan para ir al baño y se metió en la regadera; el agua acariciaba su cuerpo y su ano aun seguía dilatado doliéndole un poco mientras Juan continuaba dormido hasta que los rayos del sol quedaron sobre sus ojos provocados por el reflejo del espejo. Pedro ya estaba vestido en la cocina sirviéndose jugo; Juan se puso un short de algodón el cual usaba como pijama pues jamás dormía desnudo hasta esa noche, dirigiéndose a la cocina, luces patético! tu rostro refleja una noche de sexo intensa dijo Pedro dándole una cachetada ligera en su mejilla, la cruda también hizo estragos en ti dijo viéndolo como se bebía el jugo
Te dejo; ya que mis padres han de estar enojadísimos por no avisarle que no llegaría a casa, pues no le gusta que ande afuera a altas horas debido a la inseguridad en la ciudad, esta bien; solo déjame me pongo una playera y una cachucha para acompañarte al estacionamiento y no te la hagan de tos por haber dejado tu auto aquí. Pedro miro como se ponía esas prendas recordándole como había gozado de ese cuerpo; en el trayecto a su automóvil no mencionaron nada de lo sucedido solo hablaron del trabajo, haciendo algo de burla de algunos compañeros. Pedro subió a su auto lentamente pues aun le dolía su trasero y Juan se inclino para despedirse de mano. Mientras este Gloria aquí; no podremos ir a comer juntos o salir a algún bar, así que después repetimos esta velada dijo Juan mirándolo a los ojos, comprendo; disfruta de su compañía pues ella no te tiene tan cerca como yo, dijo Pedro sonriendo; gracias amigo; me agrada como eres para conmigo, dijo y le paso la mano por la cabellera deshaciéndole el peinado accidentalmente rozando sus dedos por los labios de aquel quien aprovecho para chupar uno de ellos. Habrá mas tiempo para continuar con nuestra convivencia dijo Pedro acariciando su mano gracias por tu comprensión; te lo recompensare de alguna manera después, se que lo harás; muy bien lo se.
Juan vio salir el automóvil del estacionamiento y saludo al guardia quien le recordó que hay que avisar cuando se deja un coche toda la noche; Juan acepto la reprimenda y subió a su apartamento ingresando a la recamara para acomodar las sabanas y levantar su ropa que estaba en el suelo excepto su camiseta y su bóxer, trato de encontrarlos pero solo hallo una trusa rota propiedad de Pedro; eso era evidencia de lo acontecido esa noche y Juan se la llevo a su nariz para percibir el aroma de Pedro mientras en su mente revivían las sensaciones al coger aquel cuerpo con aroma a hombre.

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