miércoles, 16 de noviembre de 2011

MI PRIMERA VEZ POR EL CULO

Tengo 28 años, he tenido mucho sexo con mujeres y algunas veces con hombres. Conocí a un chavo por medio del Chat hace aproximadamente 4 años, ya era para entonces bisexual, y me gustaba coger culitos ricos; esa vez quedamos Juan y yo en ir a tener un encuentro sexual, para ello me había dicho que el era bisexual activo, y yo igual pero de todos modos él se intereso por mi.
Entonces cual fue mi locura que quedamos un jueves en la tarde y yo pasaría por él, todavía no nos conocíamos, quedamos en que traería gorra roja y una mochila. Entonces que en ese inter del jueves temprano conocí a otro chavo de mi ciudad por chat y lo invite al encuentro pero sin decirle que haríamos un trío. Llegamos Alberto y yo, y vimos a Juan esperándonos.
Alberto más desinhibido se dispuso a aceptar la situación. Nos conocimos, y me hizo señas de seguirlo. Llegamos al cuartucho donde vivía, y pues sin tanto preámbulo nos metimos los tres al baño a ducharnos, y ellos muy desinhibidos se la empezaron a mamar, yo un poco renuente porque me sentía un poco incomodo, me quisieron besar no me deje y me la empezaron a mamar.
Hacíamos un buen trío, quiso que me los cogiera a los dos pero yo disfrutaba mas de esa película en vivo ver a dos varones recién conocidos mamándose la verga, agasajándose de lo más rico, yo seguí viendo. Me invitaban, me jalaban de la verga pero yo les dije que quería verlos, así empecé a jalármela y ellos en su rica acción, entonces Alberto agacha a Juan y se la quiere meter, no se dejó mucho. Después Juan se vino con la agasajada y le ordené a Juan que se la metiera a Alberto, así dispuso hacerlo pero pues la tenía toda flácida y pues no pudieron hacer nada.
Ese día nos lavamos y nos marchamos, Alberto quedo en el olvido porque no fue del agrado de Juan y mío, después Juan me empezó a citar a su nueva casa. Llegué y me confesó que yo le había gustado más, y pues le dije mámamela, y él no tardó y se bajó a mamármela; lo hizo estupendamente, después me dispuse a clavarlo, era algo rico relajado, y pues me convertí en su macho.
Lo clavé muchas veces en buen tiempo, iba yo porque realmente me sentía cómodo, la mamaba muy rico y lo cogía como se me pegara la gana, lo cogía sin lubricar, con lubricar, fuerte, despacio; lo disfrutaba muchísimo, tal es el grado que se llegó a obsesionar y me empezó a pedir mas fechas próximas para cogerlo, yo no podía.
Tuvimos una fuerte discusión que llegó a un largo distanciamiento, pero yo me sentía atraído por ese rico culito, era mi putita. Entonces yo decididamente le puse las cosas en claro y que si quería podríamos seguir cogiendo pero solo sexo, a lo que aceptó, reiniciamos nuestra relación, como siempre llegaba me consentía, me tenía cervezas, cigarrillos, película XXX gay y el muy dispuesto a mamármela rico y a cogerlo. Llegó el momento en que un día muy caliente, le dije a Juan que mamara el culo; él aceptó sin un reparo y yo algo ya tomado.
Me hizo ver las estrellitas, después me empezó a meterme un dedo; a mí me dolía pero con la salivita y la lengua seguí disfrutando, y en eso que me pone con las piernas abiertas hacia mi cara, y seguía mamándomela hasta que me empezó a pegar su verga. Era morena, chueca, hacia abajo y gorda, le mide como 19 cms aproximadamente, y empezó a dilatarme con la punta de su verga; le decía que parara que mejor lo cogería yo a él, no hacia caso, veía mi cara de felicidad ante esa escena, y hasta que me sentí bien dilatado, me la dejó ir poco a poco.
Le dije:-¡No la metas cabrón!
-No te apures papito, no la voy a meter, me dijo.
Pero yo sentía que me partía.
-Cabrón ya me la metiste, él negaba, y yo con mucho dolor le dije,
¡Cómo vergas que no pinche puto!
Yo me resistía pero le dije, Mira Juan, ponte un pinche condón y si me duele te sacas y ya. Él asintió y me puso mucha crema lubricante, mi culo estaba ya bien dilatadísimo. Entonces me la empezó a dejar ir lentamente, me dolía muchísimo y le dije,
-¡Ya mejor salte! Me sujetó y poco a poco me la dejo ir toda. Yo pujaba, apretaba las muelas, gemía de dolor, pero lo estaba disfrutando y no paso mucho rato cuando me dijo:
-Espérate papito, ya casi termino.
Y me bombeó más recio, yo no sabia si gritar o seguirle, o que se quitara. Era una sensación de dolor y placer; hasta que se vino, y le dije:
-¡Salte!
-No te apures, ya me vine.
Le empecé a reclamar.-¡Eres un cabrón!
Mira como me dejaste el culo, bien abierto, y él con su sonrisa sarcástica.
-Tenía bastante tiempo que quería que ocurriera esto.
-Si, pero quedé mal.
-No te apures, me has cogido muchas veces y siempre estoy cerrado.
-yo molesto le dije. No wey, no sé -y le dije-, ahora va la mía.
-Mira cógeme como tú quieras, me dijo.
Y así lo hice, no le puse crema se la deje ir de un vergazo en venganza y él si le dolió pero satisfecho. Terminé de cogerlo y me retiré; la verdad sólo sentía un poco flojo el culo, pero no sentía dolor.
De ahí para adelante siempre que voy me prepara y me coge rico.

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