lunes, 26 de diciembre de 2011

NOCHE EN UNA CALLE DESIERTA

Esta experiencia me paso cuando tenía 19 años, en una calle desierta y oscura de Venezuela, donde la pase fenomenal!!!!!!!!
Supe que estaba buscando lo mismo que yo cuando me di vuelta y vi que también me observaba. Acelere el paso y volví a mirarlo mientras me metía entre las callecitas de la avenida, esperando que me siguiera. Me detuve en el lugar más oscuro para no vernos las caras y lo escuché llegar. La sombra se paró delante de mi, que me había puesto de rodillas, y me apresuré a sacarle la pija afuera y metérmela en la boca.
Chupé goloso todo aquel pedazo que se ponía duro, pasándole la lengua por la cabeza y engulléndolo entero de un golpe, como hago siempre, porque sé que los enloquece. El tipo estaba tan caliente como yo y me cogía por la boca, enloquecido ya por la mema que le estaba haciendo. Le pedí que me la metiera, pero antes quería que me chupara el culo y me lo lubricara bien para recibir toda su pija adentro.
Aceptando me coloque en cuatro patas, y le deje en frente de su cara mi culo, hermoso, con unas nalgas bien trabajadas, y duras, yo tenia mi mente invadida, por deseos, y placeres, tenía que disfrutar el momento, un hombre sexy, bello, estaba por darme una de mis mejores cojidas, con una verga de 22cm, gruesa, y jugosa.. que al solo verla le produce morbo a cualquiera, era un día que iba a comenzar con un buen pie, o mejor dicho una noche que estaba comenzando con buen pie... el sujeto estaba totalmente entregado a la lujuria.
Se puso como loco cuando me di vuelta y me coloqué en cuatro patas, con los hombros contra el piso y el orto bien para arriba, ofreciéndoselo. Me abrió las nalgas con desesperación y empezó a pasarme la lengua por toda la raya, y cuando llegaba al agujero se detenía para babeármelo todo abundantemente, poniendo la puntita de su lengua en la puerta primero, y terminar metiéndomela adentro. Yo me retorcía de placer con cada lamida y con los dedos que comenzó a meterme, primero uno despacito, después dos y hasta tres, cada vez más violentamente, mientras yo ya no podía ahogar mis gemidos.
- "¡Cogeme, ¡Metémela!", supliqué. "¡Dámela de una vez!"
Y no se hizo rogar. La apoyó en el anillo y empujó con fuerza, haciéndome soltar un grito ahogado de temor al dolor, que inmediatamente se transformó en un suspiro de placer. Mi culo se abría generoso para recibir todo ese macho adentro mío, que me serruchaba con fuerza contra el piso. Levanté bien la cola, pegándola a su vientre para metérmela hasta el tronco. Me tiraba del pelo, me apretaba los hombros, me pajeaba... Se notaba que no iba a aguantar mucho de la calentura que tenía. Jadeaba, me decía que era el putito más divino que se había cogido, que me estaba partiendo el culo y que me iba a llenar de leche.
- "Si, llename de lechita caliente", le pedí.
Y explotó. De repente, dio unas estocadas más profundas y empecé a sentir un ríocaliente desbordándose en mis entrañas. Me llenó completamente y se quedó ensilencio un rato, sin sacármela. Después salió, se paró acomodándose la ropa y se fue, dejándome en el piso, en la misma posición que había quedado, con el culogoteándome su leche.
Sin observar eyaculación en mi.. el sujeto extraño se fue, pero yo sin preocupación alguna, ya que sabia que la noche era larga y prometedora, y no me iba a quedar con las ganas de llenar algunas bocas de leche!!!!!!

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