lunes, 31 de enero de 2011

MI PRIMO DEL CAMPO

Me críe en la ciudad pero muy apegado a mi pueblo natal siempre visitaba las casas de mis tíos en el campo. Casi siempre a una casa en particular por la paciencia que tenía mi tía y su esposo y la cantidad de hijos entre los que había varones y mujeres mas o menos de mi edad y mas grande.
Yo tenía 18 años y siempre fui bastante bien parecido. Mi primo Moncho tenía 25, 1,80m. de altura, piel color mate y rasgos muy endurecidos por la vida campechana. Esas vacaciones se propuso enseñarme a cabalgar.
Llegué pasado el mediodía, después de comer, como es costumbre de campo, dormimos la siesta. Cuando bajó el sol me dijo "bueno Lito, prepárate que te voy a enseñar a andar a caballo y te va a quedar tu tierno culo de ciudad hecho un trapo".
Buscó el caballo más tranquilo, le puso los frenos, tiró sobre el lomo un cuero de oveja y de un salto estuvo montado. "Subí" me dijo "no le pongo montura porque en pelo vas a aprender mejor", me tiró la mano y me subió detrás de él.
Salimos al campo y con el trote del caballo yo me bamboleaba de un lado a otro y en varias oportunidades casi me caigo; por lo que me pidió que me arrimara más y lo abrazara por su cintura para no irme al suelo.
Ese contacto de mi pene y su culo y mi brazo que apretaba muy fuerte su musculoso abdomen me puso recontra caliente y él sintió la dureza de mi picho en su espalda a lo que me respondió
!HOOO primito que dura la tenés hijo de puta!
Entonces agarró mi mano que estaba en su ombligo, y bruscamente me la bajó hasta su bulto y me hizo apretarlo descargando un fuerte suspiro de placer. "Sentí como me la pusiste" agregó refregando muy fuerte mi mano sobre sus pantalones. Yo muy confundido le pedí volver porque ya se hacía noche.
Él me dio su aprobación aclarándome que esa noche dormiría con él porque en la casa no había más camas. Volvimos, cenamos. Solo existían en la casa 3 grandes dormitorios. La de los padres, la de las mujeres y la de los varones.
Los hermanos mayores salieron así que fuimos a dormir bien temprano, 21hs., ya que en el campo no había luz eléctrica y menos TV. Solo estaba en la pieza un hermanito más chico.
Nos quedamos en calzoncillos, nos acostamos y rápidamente la oscuridad y un silencio terrible invadió la casa, todos estaban dormidos. Moncho en voz muy baja me pidió que lo abrazara que tenía miedo.
Se puso de costado, crucé mi brazo y apoyé mi mano sobre sus músculos abdominales. Sentí enseguida que mi primo hundía y expandía su panza y mi mano descendía por esos movimientos hasta que toco una cabeza de pija bien húmeda y palpitante.
Me pidió que le pasara los dedos sobre ella y obedecí, mis dos dedos rápidamente estaban empapados de líquido y me animé con todo ese jugo a acariciarle el inmenso pedazo de carne que debía medir unos 18 cm.
A esa altura yo estaba a punto de acabar y el sentía sobre su culo como le mojaba la puertita con mi líquido preseminal. Me dijo "date vuelta", lo hice, me abrazó y muy suavemente levantó un poco mis piernas, quedé en posición de vaquita muerta con mis piernas apenas levantadas de costado, me metió la cabeza inmensa y me corrí para adelante del dolor.
Entonces me amenazó "ni se te ocurra gritar guacho, que se van a levantar papá y mamá". En ese mismo momento me abrazó, se prendió por mi verga y me la peló tan fuerte que me moví hacia atrás.
Moncho aprovechó esa situación y me enterró la mitad de su pija en el culo, con una mano me tapaba la boca y con la otra me retraía el cuero de mi pija para atrás hasta hacerme doler y así varias veces hasta que todo su miembro estuvo dentro mío.
Me hizo una paja que no voy a olvidar jamás mientras que entraba y salía su carne de mi culito virgen. Sentia como esa enorme pija perforaba mi tierno agujero a los 18 años y obligado a no gritar por miedo a que se despierten mis tíos.
Después de quince minutos yo no aguantaba más de como me sobaba la pija y acabé abundantemente en su mano. Cuando sintió mi leche, me apretó muy fuerte contra él y sentí un líquido que quemaba mis entrañas, durante al menos 2 minutos tuvo espasmos y me llenó de una leche espesa mi culo hasta entonces virginal.
Nos quedamos abrazados un buen rato mientras él se movia tiernamente con su verga dentro de mi culo, nos dimos un beso apasionado, nos vestimos y nos dormimos, cada uno para su lado; para no despertar sospechas.
Desde ese día Moncho y yo somos fuimos inseparables durante mi estadia en su casa, lo haciamos todos los días cuando en cualquier lugar donde nadie nos viera, en el campo abierto, en el lago, en la casa, etc.
Hoy espero con gran ansias volver de nuevo a la casa de mis tios y poder reecontrarme con Moncho y volver a pasar momentos maravillosos...

viernes, 28 de enero de 2011

SEXO INESPERADO

Hola amigos lo que les voy a contar a continuación fue lo que me sucedió en la fiesta de Año Nuevo, para empezar me llamo Oliver tengo 20 años, vivo en la Cd. De México, físicamente soy morenito claro, ojos cafés, delgado, 1.80 y algo marcado, el chavo con el que tuve el encuentro se llama Gerardo de unos 23 o 24 años, delgado, 1.85,pelo castaño y ojos verdes.
Bueno para empezar el dia 31 de diciembre yo no tenia planeado nada de echo pensaba quedarme en casa dado que mis padres estaban de viaje, pero ese día llegaron mis primos invitándome a pasarla con ellos y con otras personas, a lo que renegué, desde el principio pero al final termine accediendo.
Me bañe rápidamente, me vestí etc, tomé mi IPoD suponiendo que habría adultos y pondrían música del año de la canica.
Llegamos algo temprano a la casa donde celebraríamos el año nuevo por lo que los anfitriones no estaban listos, era una pareja ya algo grande con un hijo Gerardo, saludamos y llamaron a su hijo para que bajara a saludar en cuanto lo vi bajar con sus bermudas, su playera holgada y una gorra mal acomodada me quede hipnotizado por él, en ese momento se me hizo el chico mas guapo que había visto hasta el momento.
Cuando llego a mi para saludarme solo pude responder con una sonrisa y un tímido "hola" en ese momento sentí como mi cuerpo se estremecía y que mi pene empezaba a crecer así que decidí pasar al baño para calmarme para mi sorpresa el baño de invitados estaba ocupado y Gerardo me ofreció el baño de su cuarto diciéndome que se iba a bañar y a arreglar que podía pasar rápido a lo que accedí.
Al entrar a su cuarto observe su cuarto que mostraba claramente que era Hetero por lo que no me hice ninguna ilusión, al salir del baño note para mi sorpresa que Gerardo estaba escogiendo su ropa para la fiesta con tan solo unos boxer naranjas pegados, trate de desviar la mirada a otra parte pero no podía dejar de ver ese cuerpo delgado que aunque con sus veintitantos años aparentaba ser un adolescente y esas nalgas tan ricas para apretar y besar por un buen rato, pero esta fantasía se interrumpió cuando voltea a verme y decirme "ya puedo ocupar el baño?" y le respondí que si, Salí de su cuarto rápidamente y me dirigí a la sala.
Todo continuo perfecto hasta que entre risas, bebidas y todo lo demás, vi como Gerardo bajaba las escaleras con uno jeans oscuros pegados que dejaban ver su paquete y sus ricas nalgas, con una camisa igualmente pegada negra con el pecho descubierto. Pasaron las horas y apenas cruzaba algunas conversaciones con él, porque realmente me ponía nervioso, cuando no platicaba conmigo en muchas ocasiones nuestras miradas se cruzaban o almenos eso pensaba yo y cuando se paraba por un trago o algo y pasaba enfrente de mi notaba como discretamente se agarraba el paquete, en ese momento solo pensé que eran ideas mías.
Pasaron mas horas y horas cenamos y por fin llegaron las doce campanadas y las 12 uvas los abrazos entre todos los que estábamos y en fin llegaron las fotos, se empezaron a tomar las fotos para mi sorpresa Gerardo quería tomarse una foto conmigo. Me agarro de la cintura y me pego a su cuerpo y me empecé a calentar en ese momento tenia ganas de besarlo de desnudarlo y besar todo su hermoso cuerpo, para eso la tarjeta de la cara digital ya estaba llena por lo que Gerardo decidió buscar una en su cuarto y me dijo que si le ayudaba y acepte.
Entre yo primero a su cuarto y cerro con llave, yo buscaba la memoria sd cuando me dijo no la busques yo aquí la tengo la dejo rápidamente en su escritorio se acerco a mi y me sentó en la orilla de cama sentándose a mi lado diciéndome:
"he notado que me miras mucho y cuando hablo contigo te pones nervioso quiero saber porque"
Yo sin palabras no le respondí y solo baje la mirada, entonces llego la pregunta que nunca habría esperado en ese momento.
" eres Gay o que onda?"
Por lo que le respondí Que no, que era Bi. Por lo que me pregunto:
"Pero haz estado con hombres no?"
Y dije que si con la cabeza.
Gerardo simplemente me sonrió y me dijo:
"Yo nunca he estado con un hombre ni nada así, pero desde el momento en que te vi sentí algo especial contigo algo mas que una amistad, pero no estaba seguro si tu también por eso me viste en bóxer al salir del baño, me agarraba el pene apropósito para ver tu reacción y ahora esto"
Al terminar su frase acerco sus labios a mi y me empezó a besar, estuvimos por un momento besándonos de alejo de mi y me pregunto:
"Quieres hacer esto?"
A lo que respondí con un rotundo SI.
Entonces me acerque a él y nos empezamos a besar con pasión nuestras lenguas ocupaba la boca de otro, con una mano me acariciaba la espalda y con la otra me agarraba la el paquete suavemente, yo mientras tanto lleve mis dos manos directamente a esas nalgas que tanto se me antojaban las metía por debajo de su pantalón y las apretaba como loco.
Con una sonrisa de maldad me tiro en la cama besándome la boca y el cuello como un loco, poco a poco me quito la camisa y el se quito la suya mientras veía ese torso perfecto par a mí gusto, giramos y ahora yo estaba en cima de él, le di un pequeño beso en la boca y baje hasta sus pecho dándole pequeños pero dulces mordiscos en sus tetillas para pasar a su abdomen llenándolo de besos mientras mi mano izquierda acariciaba su pene que ya se sentía a punto de explotar, rápidamente le desabroche el pantalón y se los baje con todo y boxer, de un salto salto esa verga de unos 18 o 20 cm con unos enormes huevos, no perdí tiempo en metérmela a la boca empezando un vaivén despacio mientras Gerardo dejaba escapar gemidos des placer, no quería dejar de chupar esa verga le daba mordiscos en la cabeza y recorría todo el tronco con mi lengua como un desquiciado sentí como le temblaban las piernas a Gerardo por lo que me detuve, a lo que me dijo:
"Ahora me toca a mi espero no decepcionarte"
Yo me recosté en la cama viendo como lentamente me desabrochaba el pantalón y me bajaba los boxers dejando mi verga al aire brillosa lista para todo entonces, decidí ayudarlo tomándolo por la cabeza e introduciendo mi verga en su boca, se la metí lentamente pero el seguí un ritmo rápido mientras subía y abaja por toda mi verga sentía como su lengua jugaba con la cabeza de mi pene. No paso mucho tiempo hasta sentir que de una momento a otro me vendría en su boca y lo detuve acercándolo a mi boca y diciéndole:
"no quiero que esto acabe todavía"
Lo voltee en una posición de 69 pero el dejándome sus hermosas nalgas en mi cara por fin tenia esas nalgas tan ricas y que me producían una erección tremenda, las lamía y besaba hasta que decidí que ese culito tenia que ser de mi verga por lo que lo recosté en la cama y abriéndole las nalgas en ensalivé su cultio con mi lengua hasta dejarlo brillosito, saque un condón de mi pantalón y me lo puse, me recosté sobre el dejando todo mi peso sobe Gerardo y le susurre al oído:
"te quiero me gustaste desde el momento en que te vi."
Entonces poco a poco fui forzando mi pene en su culito fue entrando él solo mordía la almohada así que se la metía rápido para que no le doliera mas, deje un rato mi verga dentro mientras mordía su oreja y le susurraba cosas al oído, después empecé un vaivén lento pero él me decía que lo quería rápido así que acelere el ritmo a tal grado que la cabecera del a cama chocaba con la pared, lo embestía y lo embestía como nunca lo había echo mientras él movía las caderas en circulo para nuestro mayor placer, hasta que ya no pude mas , sentía como mi semen estaba a punto de salir rápidamente saque mi verga de su culito y lo derrame sobre su espalda tersa, tumbándome de cansancio alado de el.
Me miro y se sentó encima de mi abdomen y me dijo:
"ahora me toca a mi"
Se empezó a masturbar, yo tan solo veía como tenia el rostro hacia el techo y podía acariciar su pecho y sus nalgas, hasta que un gemido largo solo toda su carga de semen en mi cara, dándome un beso y tumbándose a lado de mi para pasarme un pañuelo que tenia en su tocador.
Esa vez dormimos juntos hasta como por las 3 de la tarde totalmente desnudos y abrazados, al despertar nos bañamos juntos y Gerardo me regalo una mamada espectacular antes de salir de la ducha, al salir decidimos que para recordar este momento nos tomaríamos una foto así desnudos en su cama besándonos.

lunes, 24 de enero de 2011

EL NOVIO DE MI HERMANA

Quiero contaros una historia que creo os puede interesar. Veréis: tengo 16 años, vivo en Madrid, España, y tengo una hermana un año mayor que yo. Mi hermana, Luisa, tiene novio desde hace seis meses; él es un poco más joven que ella, tendrá mi edad, aproximadamente. El caso es que un día, hace cosa de una semana, ella salió con mi madre de compras; a Roberto, que es como se llama su novio, no le gusta ir de compras, así que se quedó en casa. Nos quedamos viendo un partido de fútbol y como estábamos solos en casa nos pusimos a beber cerveza sin que mi padre pudiera decir nada porque estaba trabajando.
El caso es que nos pasamos en las cervezas; como estábamos achispados, yo propuse que nos tomáramos unos whiskeys, que tampoco me dejan beber nunca, y pronto nos habíamos tomado media botella entre los dos. El caso es que yo debía ser peor bebedor que él, porque pronto me sentí muy mareado; Roberto me acompañó al cuarto de baño, pero no podía vomitar; se le ocurrió entonces que me diera una ducha para pasar los efectos de la borrachera. Le dije que bueno, pero que saliera del cuarto de baño, pero casi me caigo cuando me soltó, así que volvió a agarrarme y empezó a desnudarme; la verdad es que con la cogorza que tenía, apenas me quedaba un atisbo de pudor.
Cuando solo me quedaba puesto el slip, me lo arranqué de un tirón, y cuál no fue mi sorpresa cuando me di cuenta de que tenía un empalme de cuidado: tenía mi tranca tiesa, seguramente por efectos del alcohol, pero yo no me había percatado, cómo sería de grande la curda que tenía. Roberto se quedó con la boca abierta, pero no dijo nada y me ayudó a entrar en la bañera. Abrió los grifos y puso el agua a una temperatura no fría, sino más bien templada, muy agradable. Me recosté en el suelo de la bañera y me dejé mecer por el agua.
Creo que me debí quedar dormido por la borrachera y la placentera caída del agua tibia sobre mi cuerpo; en sueños imaginaba que alguien me chupaba la polla, que seguía estando erecta, en la plenitud de sus 18 centímetros. La sensación era tan verídica que sentía prácticamente cómo me chupaban hasta los huevos; pero los dientes que se me acababan de clavar en mis cojones me parecieron ya demasiado verídicos, y, tumbado como estaba, entreabrí los ojos; no podía dar crédito a lo que estaba viendo: la cabeza rubia de Roberto estaba volcada sobre la bañera y dentro de su boca estaban mis huevos, enteros, que eran chupados con gusto y placer (se notaba porque tenía los ojos cerrados, como si estuviera en el paraíso) por el novio de mi hermana.
La verdad, no sabía qué hacer; lo único que se me ocurrió fue quedarme como estaba, con los ojos entrecerrados para no revelar que me había despertado; pronto Roberto volvió a mi nabo, y se lo enterró entero en la boca, chupeteándolo con auténtica gula. El tío tenía unas tragaderas increíbles, porque se metía mis 18 centímetros en su boquita, y aún le quedaban arrestos para enterrar su nariz en mi vello púbico.
Yo estaba tan excitado que sentí que me corría; aguanté el tipo como pude, para no descubrirme. Pillé en ese momento a Roberto goloseando mi capullo, así que el primer trallazo de mi leche le salpicó en la nariz; yo creí que se retiraría enseguida, pero lo que hizo fue colocar la boca de tal forma que mi semen, conforme iba saliendo del rabo, se iba alojando en su lengua. Aquello fue el espectáculo más impresionante de mi vida, verlo retener mi leche en la lengua, que se le puso toda viscosa, para después, una vez que ya no me quedaba más esperma, asistir a cómo se lo tragaba con auténtica delectación, como si fuera caviar o algún otro manjar semejante. Metió la lengua, pringosa de leche todavía, en el ojete de mi rabo, buscando una última gota.
Yo seguí fingiendo que estaba con el sueño de los borrachos, pero aún me quedaba más por ver. Con los ojos apenas entreabiertos vi entonces que Roberto se desnudaba y que entre sus piernas aparecía un vergajo descomunal, algo así como 22 centímetros de polla larga y gorda, en un cuerpo impresionante, sin vello y ligeramente musculado. Yo no había tenido hasta entonces ninguna relación homosexual, pero debo confesar que la visión de aquel cuerpazo, tras la mamada que me había hecho, me había puesto de nuevo excitado y sentía que mi verga empezaba a hormiguear de nuevo, a pesar de estar tan recientemente eyaculada.
Pero el siguiente movimiento de Roberto no me lo esperaba. Se metió en la bañera y se colocó a horcajadas sobre mí; cerró el grifo del agua, me dio un par de cachetes en la cara, como para comprobar que seguía dormido, y me abrió la boca. Su rabo estaba ahora a unos escasos 6 ó 7 centímetros de mis labios, y comprendí lo que iba a hacer; por un lado, pensé en dejar de fingir, pero me di cuenta de que entonces tendría que reconocer que me la había dejado chupar; por otra parte, con la borrachera que tenía y la mamada que me habían hecho, la verdad es que estaba totalmente desinhibido. Y además, aquel vergajo tenía tan buena pinta...
Todo esto lo pensé en un segundo, porque la verdad no tuve tiempo de pensar más; Roberto me abrió un poco más la boca y procedió a meterme la polla. Yo aguanté el tipo, como si estuviera aún dormido. Aquella masa de carne amenazaba con ahogarme, pero el novio de mi hermana me la metía con tacto y cuidado, suponiendo que yo aún dormía y no quería despertarme. El sabor de aquel enorme vergajo era realmente magnífico; los líquidos preseminales sabían exquisitos, y pronto, casi sin darme cuenta, me encontré chupándoselo voluntariamente; aún podía mantener la ficción de que lo hacía en sueños, y así me mantuve. Pero la verdad es que pronto fue imposible mantener esa mentira, porque mis mamadas se convirtieron en auténtica glotonería; abrí los ojos, pues, dispuesto a enfrentarme a los del novio de mi hermana, y allí me lo encontré, sonriéndome lascivamente. Me metí entonces aún más adentro la polla de Roberto, comprobando que yo también tenía buenas tragaderas: después de traspasar la campanilla con un esfuerzo, el gran capullo de su nabo siguió laringe abajo, camino del esófago, produciéndome un placer inenarrable.
Roberto comenzó a jadear con fuerza, y supe lo que venía; tenía miedo por un lado, pero también un deseo atroz. Venció este último, y me saqué de la boca el rabo de mi futuro cuñado, colocándomelo sobre la lengua, como vi que había hecho él poco antes: el primer churrazo me dio en los labios, y rápidamente lo probé con la lengua: sabía muy bien; más que bien, extraordinario, y los siguientes trallazos los recibí dentro de mi boca, conociendo entonces el excepcional placer de chupar una polla mientras está expulsando leche. Se la mamé hasta que no quedó una gota con la que relamerme, y Roberto se inclinó entonces y me dio un beso de lengua; pronto comprobé que lo que estaba haciendo el muy maricón era disputándome su propia leche, cuyos restos aún quedaban en mi boca.
En esto oímos la puerta de la casa abrirse. ¡Horror, debía ser mi hermana y mi madre! Salimos de la bañera más aprisa que corriendo, pero estaba claro que no podíamos salir del cuarto de baño sin que nos vieran.
Roberto se asomó un momento por la puerta del baño, y entonces oí como decía:
-Hola, Luisa, estoy tomando un baño, tenía mucho calor. ¿Y tu madre?
Oí a mi hermana al fondo.
-Se ha quedado en la tienda, tienen que terminar de tomarle medida, así que tardará todavía por lo menos media hora. ¿Y mi hermano?
Yo tragué saliva, a la espera de ver qué se le ocurría a Roberto. El novio de mi hermana resultó ser rápido de reflejos.
-Pues ha salido, lo llamaron unos amigos.
-Qué bueno, entonces estamos tú y yo solos... Hazme sitio en la ducha, que voy para allá.
Desde mi posición, tras la puerta, vi como Roberto palidecía. Miré a mi alrededor y sólo vi como escondrijo el bombo de la ropa sucia. Así que me situé detrás de éste, con la esperanza de que mi hermana no me viera.
Roberto, cuando vio que me había escondido, respiró algo más tranquilo y recuperó el color; franqueó el paso a mi hermana, que tal y como entró en el cuarto de baño, según pude ver desde mi escondite, le echó mano a la polla con cara de lascivia. Avanzaron un poco en el cuarto de baño, en dirección a la bañera, pero mi hermana no pudo aguantar más y se agachó ante su novio, metiéndose el rabo en la boca. ¡Qué envidia sentí en ese momento de mi hermana! Se estaba tragando aquella deliciosa masa de carne palpitante y apetitosa, que mi boca se había mamado apenas unos minutos antes.
Pero Roberto estaba todavía fuera de juego, o bien la boca de mi hermana no era lo suficientemente experta, porque el nabo no se le ponía tieso. Se la llevó entonces a la ducha, la desvistió por el camino y, ya dentro de la bañera, mi hermana continuó mamándosela. La verdad es que no lo hacía mal, pero yo estaba seguro de poder hacerlo mejor. La polla de Roberto seguía sin ponerse a tono. Entonces el novio dijo:
-Luisa, ¿quieres que se me ponga dura como el acero? Tengo un truquito de magia, pero para eso tienes que taparte los ojos. ¿Vale?
Mi hermana se quedó un tanto sorprendida, pero tenía tantas ganas de que la verga de su amor se empalmara que dijo que sí. Roberto cogió una toalla y se la colocó alrededor de la cabeza, tapándole los ojos. Entonces me miró e hizo un guiño.
Yo salí de mi escondite, sin hacer ningún ruido. Roberto me señaló su culo y sacó la lengua, lascivamente. Entendí perfectamente lo que quería que le hiciera; no lo había hecho nunca, pero estaba tan salido que estaba deseando chuparle lo que fuera, culo incluido. Me coloqué entonces tras él, le abrí las cachas del culo y me encontré con un agujero sonrosado, delicioso. Le metí a fondo la lengua en aquella rajita apetitosa, y noté cómo el chico respingaba en cada lengüetazo que le pegaba; por delante, la polla se le puso enseguida tiesa como un palo, y Luisa lo agradeció con un suave ronroneo, que era lo único que podía emitir, con la boca totalmente llena del nabo que yo había conseguido empalmar. Otra vez tuve una gran envidia de mi hermana, aunque ahora, la verdad, también yo estaba beneficiándome de un culo delicioso. Le debía estar gustando mucho, porque el orificio anal se abría extraordinariamente cada vez que le pasaba la lengua, así que pude penetrar en aquella oquedad extraordinaria y rosácea a placer. No sé cuánto pude llegar a meterle.
Entonces Roberto hizo darse la vuelta a Luisa y le metió su vergajo directamente por el culo, sin lubricar ni nada; mi hermana dio un pequeño grito, pero pronto se puso a culear para que le entrara más. Aquello me daba una oportunidad, porque los huevos de Roberto quedaban libres. Me situé entre sus muslos blancos y me metí sus cojones en la boca; la verdad es que la posición era complicada, sobre todo porque me tenía que mover al mismo compás que el novio y mi hermana, en su metisaca. Desde esta posición le veía el coño a Luisa como a 5 ó 6 centímetros, pero la verdad, no me llamaba la atención lo más mínimo.
La mano de Roberto tomó la mía y se la llevó hasta su culo. Comprendí lo que quería que hiciera: le metí un dedo en su agujero, pronto dos y hasta tres. Así que el mismo movimiento que hacía el chico para meterle el rabo a mi hermana lo aprovechaba para que yo lo follara con mis dedos. Aquello merecía pasar a mayores. Me salí de mi posición, después de haberle chupado a placer la huevera, y me coloqué tras Roberto: tenía a estas alturas mi polla totalmente erecta, y se la metí por el culo de una sola vez; noté cómo Roberto disfrutaba echando la cabeza hacia atrás, y como se acompasaba los embates que le metía a mi hermana por el culo con los que yo le pegaba en el suyo.
Y Luisa sin enterarse, con sus ojos vendados y pensando que estaban ellos dos solos en el cuarto de baño. La tía jadeaba como un perro, Roberto también, aunque por motivos distintos, y yo era el único que me tenía que aguantar, para no delatarme.
Roberto se giró y sacó la lengua lascivamente. Le entendí; me salí de su culo, con harto pesar, y me coloqué a su costado. El novio se inclinó sobre mi hermana, como si quisiera abrazarla mejor, pero realmente lo que hizo fue colocar su boca a tiro de mi polla. Yo, al ver la escena, no me pude contener y me corrí como un desesperado. Afortunadamente, Roberto ya tenía la boca muy cerca y cazó al vuelo mi primer churretazo. Se metió mi verga entre los labios y allí me recibió. Yo tuve que hacer verdaderos esfuerzos para no gritar de placer.
Sin embargo, estaba viendo muy difícil que él también pudiera acabar en mi boca, porque estaba claro que mi hermana quería ser ella la que disfrutara de la leche de su novio. Cosa curiosa, Roberto había pensado en algo para eso, como veréis: me hizo señas de que me ocultara tras el biombo de la ropa usada, y entonces le quitó la venda.
-Luisa, ¿me pongo un condón? Quiero metértela por el coño.
Mi hermana, muy feliz, dijo que sí.
Roberto sacó de su pantalón, que estaba en el suelo del baño, un preservativo, se lo colocó, y en poco más de un minuto eyaculó dentro de él (y dentro de mi hermana también, lógicamente).
Cuando salieron ambos por la puerta, él, disimuladamente, dejó caer el preservativo usado, con un nudo, sobre el biombo.
Entendí a la perfección; al salir del baño, Roberto miró para atrás y, con disimulo, se pasó la lengua por los labios, con un guiño.
Tomé el condón, le quité el nudo y me zampé su contenido: la leche aún estaba caliente, deseable y lúbrica; la paladeé con auténtico vicio, imaginando que estaba saliendo en ese momento del carajo del novio de mi hermana.
Desde ese día Roberto y yo buscamos la ocasión de vernos; antes no venía tanto por casa, pero ahora sí que viene todos los días, y siempre encontramos la oportunidad de chuparnos las pollas y darnos por el culo. He encontrado el sentido a mi vida: quiero pasarla con el rabo de Roberto en mi boca, o bien metido hasta el fondo en mi culo; quiero tragarme toda la leche que produzca en el resto de su vida.
¿Es eso amor? No lo sé. Pero lo que sí sé es que mi hermana, sin saberlo, comparte ahora conmigo algo más que la misma sangre: también el mismo novio.

viernes, 21 de enero de 2011

MI AMIGO JUAN

Yo y mi amigo Juan somos los protagonistas de esta historia (somos ambos bien parecidos), entones en aquel tiempo el tenia 18 años y yo igual, éramos realmente muy buenos amigos, pero desde que lo conocí solo deseaba estar con él y no lo dejaba solo en ningún momento, y eso a él no le molestaba para nada, sin saber que dentro de mi había una voz diciendo que lo único que deseaba era tenerlo entre mis brazos y sentir su cuerpo junto al mío.
Un día cuando yo trabajaba para los padres de él, ellos me invitaron a pasear al sur de nuestro país, con lo cual yo accedí con gusto a la petición, por el solo hecho que Juan también iría con nosotros.
Llego el día aquel que partimos al sur, él no sabia que me interesaba y yo de ninguna manera se lo daría a conocer (hasta mas tarde) pues si lo daba a demostrar corría el riesgo de que se quedara en la capital con sus familiares. Llegamos al sur de nuestro país, a la casa de sus abuelos en pleno campo, donde no hay luz, ni agua potable, solo de río o vertiente. Nos dispusieron una habitación a cada uno de los nuevos paseantes que llegamos a este hogar, pero de repente (para la suerte mía), llegaron otros familiares a quedarse en casa por lo cual ya no quedaban habitaciones vacías, por lo que opte yo y mi amigo Juan en dormir juntos en la misma cama y habitación; poco a poco yo le fui demostrando indirectamente que me atraía, pero sin caer en el error de decírselo de repente, después de desempacar nuestras pertenencias, nos fuimos a bañar a un río los dos solos, llevamos toallas y nuestros trajes de baño, los cuales nos tuvimos que colocar en el mismo río, tiramos a cara o cruz quien era el que se cambiaba primero, yo fui el que perdió, así que tuve que desnudarme frente a él por primera vez, sentí que me miraba pero no lo tome en cuenta (por el temor que se enterara que me atraía), luego le toco a él y yo de reojo lo miraba, ese cuerpo atractivo, escultural, juvenil y hermoso. En aquel río jugamos como niños con lo cual yo estaba feliz.
Al anochecer nos tuvimos que acostar después de darles la despedida a todos quienes estaban junto a nosotros, entramos a nuestra habitación y nos quitamos todas nuestras ropas, solo nos quedamos con nuestros slips, nos tapamos y conversamos de mil cosas, entre ellas de sexo, nos acomodamos para dormir, él dado vuelta para el rincón y yo para la orilla, cuando sentí que Juan se durmió me di vuelta casi rozando mis slips a las suyos, me di valor y acaricie como pude ese cuerpo que hace bastante tiempo deseaba tocar, levante las ropas y metí mi mano entre sus piernas, ¡ayyyyyy! la sorpresa mía al sentir por no menos de 20 cms y estaba semierecto, tal vez porque soñaba algo erótico o realmente me sentía que lo estaba tocando, retire mi mano y se dio la vuelta hacia mi, espere un largo rato (aproximadamente unas 3 horas) y como estaba de frente a mi , yo me di la vuelta y quede dispuesto a él, pero como dormía no haría nada.
Solo yo con mis ingenios hice lo posible para sacar de su slip ese bello pene que estaba ya erecto, (yo creo que el sabia que yo estaba tocando lo mas bello que el tenía), baje sus slips hasta los muslos y me acomode de tal forma que quedara su pene junto a mis nalgas, baje mis slips y ya solo estábamos ambos desnudos, me acerque lo mas que pude y pude sentir como su pene entraba despacio a mi culito redondo, haciendo fuerzas para que este entrara lo mas que se pudiera, me quede como media hora sintiendo su bello y grande pene dentro de mí. Luego volví a ponerme el slip y el de él y me dormí.
A la mañana siguiente despertamos ambos, como a las 10 de la mañana, y comenzamos a conversar de sexo como si supiera él lo que con tantas ganas había hecho yo la noche anterior, hablamos tanto de sexo que entre las ropas se podía ver el tremendo bulto que en el había (y por que no decir que en el mío también), saque fuerzas y le propuse que nos masturbáramos, a lo cual accedió positivamente, comenzamos él por su lado y yo por el mío, pero al ver que este momento se enfriaba le propuse que él me masturbara a mi y yo a él, acepto, yo comencé a masturbarlo primero y el sintió mucha excitación a lo cual yo me aproveche y empecé a acariciarlo en todo el cuerpo y luego baje por su pelvis hasta llegar a su glorioso y bello pene que media sin mentir unos 25 o mas cms, se lo succione todo hasta llegar a esos bellos testículos que se veían que hace bastante tiempo no se vaciaban.
Luego me detuvo mientras yo estaba que lo hacia explotar, me acaricio y beso en los labios como si fuéramos una pareja de hace bastante tiempo, bajo entre mi pelvis y se llevo a la boca todo mi pene, lo chupo todo hasta sentirme en el aire, llego a mis testículos y me los succiono sintiéndome feliz por lo rico y deseoso que estaba yo porque esto ocurriera, se detuvo y me pidió que me acostara de lado, siguió masturbándome y yo con mi pierna izquierda abrace su pierna, dejando relucir mi culito, él me pregunto si deseaba ser penetrado por a lo que yo dije que si, me lubrico un poco con saliva y metiendo uno, dos dedos me dejo listo para recibir ese grande y duro pene dentro mío.
Me fue de a poco penetrando sus 25 cms hasta que de pronto lo sentí todo dentro mío, estaba en el cielo porque solo esto desee al ir a ese paseo, como ya nos habíamos estado masturbando, no tardo en irse, sentí su leche calentita dentro de mis entrañas y solo deseaba seguir estando junto a él, sin separarnos, pero luego de que me penetro me pidió que lo penetrara yo a, fue para mi un gusto acceder a su petición, se volteó hacia el rincón y sin mas lo lubrique con saliva y de poco a poco se lo fui metiendo mientras él se quejaba de placer, una vez dentro me pedía mas y mas, aproximadamente después de 10 o 15 minutos le dije que quería acabar y me pidió que acabara dentro de él sin desperdiciar ninguna gota de ese jarabe maravilloso, accedí a su petición y luego revente dentro de el gimiendo de placer.
Esto lo disfrutamos en todas las ocasiones en que estuviéramos juntos, a la noche siguiente nuevamente nos acariciamos y besamos, luego baje entre las ropas y chupe y succione todo su pene erecto y duro, pero esta vez no me detuve solo hasta que él acabo dentro de mi boca, sin dejar escapar ni una gota de semen, igual ocurrió esto para él, bajo y acaricio mi pene duro y erecto lo chupo hasta el cansancio y luego reventé dentro de su boca con sus labios coloraditos y ricos. Nos abrasamos y dormimos desnudos, cansados y felices.
Desde entonces cada vez que habíamos ido al sur hacíamos lo mismo, pero hoy ya no lo veo, ya que se cambio de casa, lejos de donde vivo yo. Todas las noche al acostarme, lo recuerdo masturbandome. Hoy en día tengo la esperanza de volver a verlo y recordar esos momentos único que pasmos juntos.

martes, 18 de enero de 2011

LOS DOS PRIMOS

En la actualidad soy profesor de una escuela secundaria que se encuentra en la ciudad de Guadalajara, en la asignatura de matemáticas, debo decirles que a veces es imposible resistir la tentación de tener contacto con jóvenes y más cuando éstos son los que lo buscan.
Hace algunos años (en 1995) llegaron a la escuela dos primos hermanos, procedentes de la costa del Estado de Michoacán, a cursar el último año de secundaria, desde un principio llamaron la atención, pues tenían una complexión física muy parecida, los dos eran muy altos, muy bien formados físicamente, atléticos, morenos, tirándole a negro, muy fuertes y agradables en su trato. Pronto se ganaron el aprecio de sus profesores y compañeros, tenían mucho atractivo entre las muchachas, y además eran muy alegres y bromistas, uno de ellos se llamaba Hermenegildo (desgraciadamente, falleció en un accidente) y el otro se llama Norberto.
El caso es que con el paso del tiempo, cada que entraba al salón donde estaban ellos, yo empecé a notar que ambos me miraban muy fijamente, no me perdían de vista, eran muy atentos, sin embargo en sus miradas había algo más que el simple interés con que se puede observar una clase, había mucho de sensualidad y deseo, otro detalle que me empezó a llamar la atención era que cuando sus compañeros estaban trabajando, uno o los dos se acercaban al escritorio, con sus cuadernos y con cualquier pretexto, por ejemplo pidiendo les aclarara alguna duda, y recargándose en la mesa, me mostraban por debajo del pantalón sus erecciones, que eran tremendas, aparentemente de manera accidental e inocente.
Ellos en sus pláticas jamás me daban a entender nada que no fueran los temas que de manera cotidiana veíamos en clase, sin embargo cuando me los encontraba en las canchas, los pasillos o en otros salones, se acercaban a mi, me saludaban muy correctos, muchas veces se ofrecían a ayudarme con las cosas, sobre todo cuando traía cuadernos o trabajos y siempre estaban a la expectativa para acompañarme por toda la escuela.
En diciembre del 95, cuando se realizó la posada, después de que terminó la fiesta escolar, los dos se quedaron conmigo a ayudarme a recoger la basura que había quedado en el salón, en ese momento estábamos solos en esa parte del edificio, así que la plática poco a poco fue encaminándose al sexo, preguntándome los dos muchachos cosas o pidiéndome consejo, cosa que traté de hacer no sin observar con nerviosismo, que ambos tenían una erección enorme que delataba unas vergas inmensas.
En enero había entre los muchachos una gran expectación, pues en un Casino muy famoso de Guadalajara, llamado Río Nilo, se iba a realizar un baile donde se presentarían algunos de los grupos y bandas más famosos del momento, platicando en el grupo donde estaban los muchachos, comenté que nunca había asistido a un baile de ese tipo y que me gustaría, cuando terminó la clase, Hermenegildo y Norberto me buscaron y me invitaron a acompañarlos al baile ellos se comprometían a conseguir los boletos y pasar por mí a mi casa y llevarme a la misma después del baile, después de mucha insistencia y con el permiso de sus padres (con quienes me llevo muy bien) accedí, quedando con los muchachos en una hora específica para que me recogieran.
El día del baile, los muchachos llegaron puntuales por mí al departamento donde vivía solo, nos fuimos al evento en una camioneta del padre de Norberto, yo en medio de los dos, pudiendo percibir la fragancia que ambos traían, ya en el baile, anduvieron conmigo por todos lados, me invitaron cervezas, hasta que me emborraché un poco, en un momento dado observé que en una de las tarimas tocaba un grupo que me agradaba y les comenté que me gustaría acercarme hasta el mismo para escucharlos.
Hermenegildo me tomó de un brazo y me introdujo entre la gente, cuando tuvimos problemas para avanzar se puso detrás de mi y tomándome de los hombros nos fuimos metiendo entre el público hasta que nos pusimos enfrente del grupo, entre tanta gente estábamos muy apretados, cuando de pronto siento entre mis nalgas, una verga enorme, que palpitaba contra mi culo, como si quisiera romper las telas que los separaban, era Hermenegildo, que sonriéndome empezó a moverse al ritmo de la música, al mismo tiempo que se restregaba contra mí, yo me sentía confundido, pues el muchacho era mi alumno (tenía en ese momento 18 años y yo iba sobre los 27) yo siempre me había impuesto la regla de no relacionarme con mis alumnos, sin embargo estaba feliz, pues tenía junto a mi a todo un hombre, que quería cogerme.
Cuando terminó la tanda y el grupo dejó de tocar, la gente se dispersó y Hermenegildo y yo regresamos a donde estaba Norberto, quien se encontraba platicando con otros muchachos de la escuela, quienes me saludaron con gusto, haciéndome bromas, el baile transcurrió de forma agradable, los muchachos disfrutándolo, atendiéndome en todo momento, poniendo a mi alcance una cerveza tras otra, hasta que aproximadamente a las 3:00 AM., sintiéndome completamente borracho, les pedí que me llevaran a mi departamento, a lo que accedieron gustosos, cuando nos íbamos vi que llegaron a una farmacia, donde Norberto bajó y compró varias cajitas de lo que parecían condones, para esto Hermenegildo quien se quedó conmigo en la camioneta me pasó el brazo por los hombros y me comenzó a decir lo que yo había significado para ellos, por toda la ayuda que les había brindado desde que llegaron.
Cuando llegamos al departamento, yo iba tomado así que no podía ensartar la llave a la chapa, para abrirlo, en el proceso sentí que alguien me tomaba por la cintura y me acercaba su verga, que ya estaba fuera del pantalón, era Norberto quien no pudiendo resistirse me empezó a tocar casi con desesperación, como pude abrí la puerta y cuando entramos los tres nos fundimos en un abrazo, besándome Hermenegildo de tal manera que casi me corta la respiración, debo decirles que nadie me había metido la lengua tan profundo como lo hizo Hermenegildo, yo estaba muy excitado y ya había perdido todos los escrúpulos, así que empecé a quitarles el pantalón a ambos muchachos, quienes me ayudaron y pronto los tres caímos completamente desnudos en la cama.
Cuando los vi quedé maravillado, tenía ante mi dos cuerpos fantásticos, morenos, limpios y lo más hermoso con dos tremendas vergas, prietas, largas, gruesas, jugosas, las que recibí gustoso en la boca, los muchachos estaban felices y a cual más intentaban que les brindara atención cosa que hice gustoso, metiéndome una verga y luego otra, además de chuparles los huevos, que sabían deliciosos.
De pronto Hermenegildo, que tenía la verga más larga (unos 23 centímetros) me acomodó con las nalgas hacia arriba y poniéndose un condón comenzó a masajearme el culo, mientras yo seguía mamando la verga de Norberto, me introdujo un dedo, el que movió rítmicamente, después me introdujo otro y haciendo fuerza con los dos, comenzó a distender mi culo, después empezó a besarme el culo, escupiendo en el orificio y abriéndolo más, cuando le pareció suficiente comenzó la tarea de meterme su verga, la cual recibí con verdadero deleite, mientras Norberto, con su verga de 21 centímetros, jadeaba de placer por la mamada que le estaba dando.
Pronto los tres estuvimos en tremenda faena, yo trataba de no gritar para no despertar a los vecinos, sin embargo era imposible, pues mis dos jóvenes amantes se estaban comportando maravillosamente bien, metiéndome ambas vergas hasta el fondo.
De pronto sentí que ambos comenzaron a moverse de manera frenética, y procedí a tragarme todos los chorros de leche que Norberto me echó en la boca, cuando Hermenegildo me sacó la verga del culo, yo con mucho cuidado le quité el condón y con fruición le lamí la verga hasta que quedó completamente limpia. Quedamos acostados en la cama, preguntándome Hermenegildo que me había parecido, yo les dije que fantástico, a lo que Norberto mencionó que eso sólo era el principio, pero que venían por más, que ya se habían aguantado mucho conmigo y que en realidad deseaban cogerme desde que me conocieron, pero que no se había podido, cosa que lamentamos todos.
A continuación Norberto me pidió que me pusiera de pie, cosa que hice y él, después de colocarse un condón, me comenzó a penetrar, tomándome por la cintura y embistiendo con toda la fuerza de sus 18 años, debo decirles que fue muy brusco, sin embargo lo disfruté plenamente, mientras Hermenegildo observaba la escena que se prolongó más de 20 minutos, cuando Norberto terminó, Hermenegildo se puso de pie de inmediato y procedió a ocupar el lugar de Norberto en mi culo, cogiéndome una vez más, de pie, mientras el otro primo observaba la escena.
A partir de ese momento la noche transcurrió rápidamente, los dos primos me montaron varias veces, hasta que mi cuerpo sació por completo su ímpetu, Norberto fue el más insistente con mi boca, puedo decirles que en más de una ocasión mi garganta pudo acomodarse a toda la extensión de su verga y se la tragó por completo, mientras que Hermenegildo estuvo entretenido con mi culo, el cual recibió sus atenciones varias veces, hasta que agotó casi por completo la ración de condones que habían llevado para el encuentro.
Al lunes siguiente, con calma, pude platicar con ambos, ellos me agradecieron las atenciones que les dispensé, me comentaron que en el rancho donde vivían, tenían pocas oportunidades de tener sexo por lo que experiencias como la que habían vivido conmigo eran maravillosas, me contaron que sus primeras relaciones habían sido con un maestro rural que vivió tres años en su comunidad y del cual tenían un hermoso recuerdo, por lo que vieron en mí al amigo que habían tenido.
Yo envidié desde luego al maestro que había tenido el placer de convivir con semejantes garañones durante tres años, sin embargo, a partir de ese momento y durante mucho tiempo esos dos jóvenes maravillosos además de apoyarme en todo lo que necesitaba, se encargaron de llenar mis necesidades de sexo, pues me brindaron sus vergas, todas las veces que fue necesario, a veces, era sólo Norberto, a veces sólo Hermenegildo, a veces, los dos, pero siempre, con la pasión y el deseo de dos jóvenes machos que veían en mí, al maestro (en todo) y al amigo que les iba a apoyar en sus necesidades...

jueves, 13 de enero de 2011

SIESTA CON MI PADRE

Era un fin de semana de otoño, si bien hacia unos días con un sol estupendo, la temperaturas ya eran más suaves que en verano y mi padre decidió que fuéramos ese fin de semana a preparar la casa para poderla dejar acondicionada de cara al invierno, ya que durante el verano no habíamos ido.
Mi hermano tenía un cumpleaños de alguien de su pandilla y no podía ir, mi hermana también tenía algo que hacer, creo que estudiar para un próximo examen o algo así y mi madre tenía que ir a cuidar a una tía suya ya mayor que la habían operado y ese fin de semana no tenía nadie que se quedara con ella . Así que como yo era el pequeño de los tres aunque hacía poco que había cumplido los 18 años, aún a regañadientes no me quedó otra cosa que acompañar a mi padre, a pesar que yo le dije que mi intención era quedarme en la ciudad porque me apetecía salir con mis amigos.
Como siempre que nos íbamos a la casa de campo mi padre después de comer decidió dirigirse a la habitación para dormir una siesta, le encantaba ya que durante la semana trabajaba mucho y el pobre no tenia tiempo para nada, así que ese sábado como todos los sábados que pasábamos allí, una vez echa la sobremesa y dadas las instrucciones a un matrimonio que colaboraba con las tareas del campo para que se dedicaran a levantar la mesa y limpiar la cocina y el comedor, preparar la leña para la chimenea y demás cosas de cara al futuro invierno.
Se dirigió hacia su habitación y yo decidí que me iba a dormir una siesta en la mía, pensando así sacar alguna revista que tenía de tíos musculosos que tenía guardada en un cajón con llave. Pero fue entonces cuando Juan, el señor que hacia los cuidados de la casa cuando no estábamos me avisó que en mi habitación tenía que reparar unos enchufes eléctricos y que de momento no había luz, así que "mi gozo en un pozo", ni revista, ni paja, ni siesta. Mi padre al escuchar a Juan se volvió sobre sus pasos y me dijo que me fuera a su habitación y que durmiéramos en su cama los dos, que como estaba solo no le importaba.
Era la típica casa de campo grande con habitaciones espaciosas, la cama de matrimonio de mis padres era muy grande ya que la había comprado en un anticuario y tenía un estupendo dosel que a mi me hacía mucha gracia porque me daba la sensación de estar en la cama de un Rey o un gran noble.
Me desnudé para quedarme solo con los calzoncillos ya que mi pijama estaba en el armario de mi habitación y me metí en la cama, mientras mi padre había ido al servicio y desde la habitación yo pude escuchar el ruido de la meada que se estaba echando el hombre y me erótico pensar que con ese chorro, tenía que tener la polla bien gorda.
Escuché como se lavaba las manos y volvía a la habitación, se desnudó totalmente y se puso solo la parte de debajo de su pijama y se acostó de su lado de la cama dejándome a mi del lado de la parte de mi madre.
Recuerdo su olor y el calor humano que desprendía su robusto cuerpo. Mi padre era alto, rubio, con un poderoso pecho con vello muy bien distribuido, hombros anchos y brazos de hombre deportista, tenía unas piernas que recuerdo como unas columnas con una musculatura de infarto donde por detrás apoyaba un poderoso culo, era como el cuerpo de un gran rey mitológico, esa mezcla de Neptuno y Gladiador Romano, quizás los genes de mi abuelo que era del norte de Italia y de mi abuela del sur, le daban un aire, masculinamente distinguido pero a su vez muy próximo y campechano.
El roce con su cuerpo me hizo sentir protegido y cuidado de todos los peligros que pudiesen asechar en la oscuridad de la habitación, mi padre sintió que yo estaba raro y pensó que estaba enojado por haber tenido que acompañarlo y además no poder utilizar mi habitación, así que me preguntó si me pasaba algo y yo le dije que nada, que solo tenía algo de frío ya que mi pijama estaba en mi habitación. Sonrió y pasó su brazo izquierdo por detrás de mi cabeza la cual apoyé en su hombro, él estaba estirado boca arriba y yo en una posición casi fetal de lado. Mi cara casi buscando el calor de su axila, puse mis manos hacia delante dónde podía empezar a jugar con el vello rizado y rubio que cubría la extensión de la rocosa musculatura de su pecho.
Sentía frío en los pies y así se lo hice saber a mi padre quien levantándose un poco el elástico del pantalón de su pijama que era muy amplio dejó que yo introdujera mis pies y mis piernas dentro para que cogieran temperatura, rápidamente pude sentir el calor de sus testículos y de su miembro rozando contra mí, y me encantó, aunque no quise moverme mucho por temor a tener una erección. Mi corazón palpitaba a una velocidad frenética, pero traté de buscar el control de la situación y poco a poco me fui relajando.
Charlamos un poco y empecé a sentir que me llegaba el sueño así que mi padre me besó en la frente, y nos quedamos dormidos, al rato algo me despertó, no podría decir qué, pero sentí que algo estaba pasando, me quedé quieto y sentí que algo rozaba con mis piernas que continuaban metidas dentro del pantalón del pijama de mi padre, yo no podía decir en realidad que ocurría, pero mi calzoncillo ya no estaban unidos al calor de sus testículos y su pene en reposo, sino que aquello había adquirido una dimensión distinta.
Su pene estaba duro como un tronco y ante el mínimo movimiento de mis cuerpo, daba unos golpes como si fueran las embestidas de un potro salvaje, yo no terminaba de darme cuenta que ocurría y mi padre estaba profundamente dormido, pero ahora tenía una respiración más entrecortada e irregular, bajé con mis manos para investigar que había ocurrido con aquello y de pronto mis manos tocaron su poderoso pene totalmente erecto, sentía como la piel había bajado y había dejado una gran cabeza fuera de toda cobertura, su temperatura era altísima y entonces con mis manos me dispuse a cubrir esa cabeza, pero con mucho cuidado porque temía despertar a mi padre de su profundo aunque según mis sensaciones convulsionado sueño.
Procuré quedarme lo más quieto posible para proteger la armadura de mi padre como si del lacayo de un guerrero se tratase pero su arma seguía sacudiéndose en golpes secos como espasmos, de pronto sentí como la respiración de mi padre comenzaba a ser más entrecortada y sentía como si sufriera por algo, porque tenía unos suaves pero aún audibles quejidos.
Temía que mi padre estuviera sufriendo algún dolor culpa de algún golpe sin intención de mis piernas y entonces procedí a hacer con mis manos como cuando era pequeño y me goleaba con algo y él acariciándome en la zona me decía "sana, sana, culito de rana, sino sana hoy, sanará mañana" y poco a poco al tratar de pasar con mis manos lo más suavemente que podía por aquella cabeza que sentía tan sensible, me daba la sensación de que mi padre se estaba poniendo peor, de pronto en un momento un líquido caliente salió disparado de su polla para llenar mis manos y mis calzoncillo, mi padre se estaba corriendo y su leche tenía textura espesa pero a su vez agradable de temperatura .
Mi padre dio unos suspiros muy profundos y algún gemido más largo y volvió a retomar su respiración aún más relajada que cuando se había quedado dormido si cabe. Aquel poderoso tronco que minutos antes estaba entre mis piernas comenzó a disminuir su dureza y a calmarse ya que había parado de dar sus embestidas. Subí mis manos con sumo cuidado de no despertar a mi ahora relajado padre y me las llevé a la cara pude apreciar entonces un olor intenso y sumamente agradable que hizo que me llevara mis manos a la boca para probarla y limpiar con mi lengua todo resto.
Tenía un sabor algo agrio y fuerte en la primera sensación, pero me agradó tanto que no paré hasta que dejé mis manos totalmente limpias como si fuera pequeño y un helado se me hubiera derretido y no quisiera que me regañaran por mancharme.
Volví a posar mis manos en el pecho de mi padre y me quedé nuevamente dormido. Cuando desperté estaba solo en la cama y me encontraba metido dentro de los pantalones del pijama de mi padre.

lunes, 10 de enero de 2011

EL ALUMNO REPETIDOR

Soy profesor de un instituto concertado (privado, de la Iglesia). Tengo 29 años, soy un tipo de lo más normal, mido 186 y peso 77 kg, pelo negro y ojos marrones. Doy clases a un grupo de chicos de 2ª de bachillerato entre los que hay varios repetidores, así que todos tienen entre los 17 y 19 años. Casi nadie tiene ganas de estudiar, siguen viniendo a clase por imposición de sus padres. Por sobre de todos ellos hay uno de raza gitana que no hay manera de estudiar, ni siquiera se como ha podido llegar hasta aquí. Será por el empeño de su madre, una señora bajita y regordeta, pero muy simpática que cada quince días se preocupa de venir a preguntar por los progresos de su hijo: "sabe señor profesor, es que quiero que mi hijo sea un hombre de provecho, que sepa letra, que no sea como su padre o yo misma que no sabemos leer, enséñemelo bien, por favor". Pero su hijo, Paco; estudia poco y es de los mas atrasados de la clase.
En otra ocasión que vino a verme me propuso que yo le hiciera clases de repaso, no podía ser, el reglamento lo prohíbe, pero, le dije, que si el director lo autorizaba me quedaría dos días por semana al terminar las clases del día y le ayudaría completamente de gratis. Habló con el director y él lo autorizó.
Así los martes y jueves que acabábamos las clases a las dos, nos quedábamos hasta las tres. El chico empezó a prosperar y a sacar buenas notas en todas las asignaturas. En la segunda evaluación aprobó casi todas las asignaturas, los otros profesores nos felicitaron a los dos.
Empezamos el tercer trimestre y a finales de mayo, Paco iba progresando y ya llevaba varios exámenes aprobados. Un jueves por la tarde le estaba explicando en la pizarra, cuando él se acercó por detrás y me agarró por la cintura:
Quiero pagarte las clases.
No, por favor déjame.
Pero Paco no paró, sino que bajó sus manos hasta mi entrepierna y las puso en el bulto que se marcaba allí, exactamente en mi polla.
Paco, como ya he dicho era de raza gitana, de 19 años, piel muy morena, pelo negro, largo y ensortijado y los ojos negros como el carbón, de facciones hermosas, delgado, pesaría unos 63 k g y bajito, como de 175cm, pero un cuerpo bien trabajado en gimnasio
Déjame por favor.
No te preocupes se que te gusta, he cerrado la puerta con llave y no entrará nadie y además tengo que pagarte las clases de alguna manera.
Me quedé helado, sin saber que decir. Lo cierto es que me gustaba lo que estaba haciendo y la verdad es que tanto él como varios de sus compañeros me los comía con la vista. Pero jamás tocaría a mis alumnos, aunque fueran mayores de edad.
Pero él seguía insistiendo, me rozaba la polla por encima del pantalón, al mismo tiempo notaba la suya apretando en mi culo y la otra mano la pasaba por encima de los pezones. Si seguía de esta manera no sabría resistirme. Estaba minando mi voluntad.
Me mordía el cuello y la oreja y me susurraba al oído: "te quiero follar este culo tan precioso que tienes".
Me desabrocho el cinturón y el pantalón cayó a mis pies, el slip estaba a punto de reventar por la polla tan tiesa como la tenía, con la mano apartó un poco la tela y el capullo salía por arriba y los huevos por la parte de abajo. Él se dedicó a seguir sobando.
La verdad en aquellos momentos ya me abandonaba a sus deseos. Las ganas de follar eran más fuertes que mi voluntad de respetar a mis alumnos.
Me soltó y me dijo que me desnudara, al tiempo que él hacia lo mismo. Que cuerpo mas maravilloso tenía, delgado pero musculado, moreno y con una polla que me parecía increíble de enorme que era, si yo con una polla de unos 17 cm. y un grosor normal estaba mas que satisfecho, la suya mediría por lo menos 22 ó 23 cm., y con el dedo pulgar e índice no la pude abrazar, de gorda que la tenía, además era de forma cónica, es decir mas estrecha en el capullo y mas gorda en la base. Era toda negra, mucho mas negro que el cuerpo pero el capullo era más claro ya que tenía un color de chocolate con leche. Hermosa de verdad, fantástica
Me arrodillé y se la quería chupar, pero casi no entró en mi boca, solo me cabían el capullo y poco mas. Después de chupársela un rato, me hizo subir a la mesa y ponerme a cuatro patas, me abrió el culo y empezó a comerlo. No era el primer culo que se comía, y al cabo de un rato yo tenía el culo bien abierto y empezó follarme con los dedos, hasta que tuvo tres dedos metidos en el culo y él consideró que había llegado el momento de meterme aquella polla tan descomunal. La puso en la entrada del ano y fue empujando poco a poco y aquel miembro fue entrando, al principio no me dolía, no fue hasta que llego por la mitad que empecé a notar que yo lo tenía súper abierto y que si seguía así me rompería el culo. Él se dio cuenta y la sacó y volvió a meterla suavemente y despacito, hasta que me di cuenta que sus cojones topaban con los míos. Fue entonces cuando empezó un mete y saca cada vez mas rápido, hasta que con un grito se corrió en mis entrañas. Yo lo hice encima de la mesa.
Se nota que has disfrutado como una perra en celo, pues te has corrido sin que te tocara, cabronazo.
Claro, he disfrutado, como hacia tiempo que no lo hacia. Pero tienes una polla enorme y pensé que me rompías el culo, todavía me duele.
Tienes un culo muy tragón y se abre bien. Está bien entrenado.
Nos vestimos y nos despedimos hasta la próxima semana y la verdad al día siguiente todavía me dolía y me acordaba de aquel pedazo de carne negra que me habían metido entre las piernas.
A la próxima semana en todas las clases que tuvimos juntos, todavía me parecía verlo desnudo y mi polla se ponía dura.
Faltaban tres semanas pera terminar el curso, así que el próximo jueves pasó lo mismo, me volvió a follar, pero ahora ya me follaba de todas las maneras, a cuatro patas encima de la mesa, tumbado en la mesa y las piernas abiertas, acostado de espaldas y las piernas levantadas, abiertas y apoyadas en sus hombros y así de esta manera él jugaba con mis huevos y me masturbaba y controlaba mi eyaculación a su voluntad, pues no dejaba que me corriera hasta que él lo deseaba. Me besaba en la boca y me tenía a su voluntad y había hecho de mí su hembra particular.
Y así pasaron las otras dos semanas y el último jueves me dijo:
He pedido a mi madre, que mañana que es el último día que venimos los alumnos si te podía invitar a comer, así podemos follar y luego te llevara a mi depilador para que te quite todo ese pelo que te sobra.
Él no tenía ni un pelo en su el cuerpo, pero yo creía que era por ser de raza gitana, me dijo que tenía poco pero que se lo depilaba. Yo tenia poco pelo en el pecho, pero si sobre todo en el culo, los huevos y las ingles.
Son de confianza y te depilaran todo, sin vergüenza, te desnudas y ellos hacen el trabajo con toda naturalidad.
Y llegó el último día, el de la despedida. Estaba con el pecho recostado en la mesa y las piernas bien abiertas y con la polla de Paco entrado y saliendo de mi culo abierto, cuando de pronto noté que una mano me tocaba los cojones, pensé que no podía ser Paco y me giré y fue entonces cuando nos dimos cuenta, no habíamos cerrado con llave la puerta y el chico de la limpieza, al oír ruidos había entrado.
Toni era un chico de unos 26 años, antiguo alumno del centro, no era tonto, pero sí con un coeficiente mental muy bajo y lo habían contratado para el mantenimiento elemental y para todo aquello que podía ayudar.
Podéis seguir, yo os ayudo, también lo hago con Pedro, el director y el padre Tomás. Te chupo la polla y después me dejas follar, lo hago bien.
Y sin esperar respuesta se desnudo, el tio no estaba mal y sobre todo que tenía una polla enorme, creo que incluso más que la de Paco, será posible que los que no tienen cerebro tienen la polla más grande.
Se arrodilló para chuparme la polla, pero Paco le dijo que me metiera su polla en mi boca y así lo hizo, esta por lo menos me cabía en la boca y pronto la tuve que me tocaba la campanilla, creí que me faltaba el aire para respirar, pero no. Entraba y salía y pronto noté su leche caliente que resbalaba por mi garganta hacia el estomago. Él no había dicho nada solo lanzó un grito:
Aaaaaaaaaahhhhhhhhh .
Y sin más me retiró la verga de mi boca y dijo a Paco, quítate que ahora me toca a mí follarlo. Paco sacó la polla de mi culo y Toni, con la verga bien tiesa a pesar de la corrida me la entró de un solo golpe, el tio era un poco burro. Unas cuantas embestidas y el tio se corrió de nuevo, como si hiciera meses que no mantenía relaciones. Se vistió, y mientras se vestía le vi mejor el rabo, lo tenía igual de largo que Paco o quizás un poco más, bien recto y más delgado, pero volteado hacia la izquierda, acabó de vestirse y salio diciendo:
Voy a confesarme con el padre Tomás.
Pero que dice este loco, como que va a confesarse con el padre Tomás. Nos vestimos rápidamente y salimos del centro.
Pensé que el lunes el padre Tomás me expulsaría del colegio, pero ya lo pensaría el lunes, ahora nos fuimos a comer y después a la depilación.
Comimos y después Paco me llevo hasta una peluquería que la regentaba un señor de unos 45 años y un chico, quizás su hijo, de unos 23 años. Los dos eran negros.
Después de decirle a que veníamos nos hizo pasar a la trastienda, a un despacho con una camilla y todo lo necesario para dar masajes y depilar.
Me desnudé completamente y me tendí en la camilla, el chico me dijo que tenía un cuerpo bonito y una buena polla, y paso la mano por el culo y me toco los huevos. Aunque no me gusto tanta confianza, no dije nada. Preparó las cosas para la depilación y me dio un vaso con bebida:
Bebe, es para que no te duela.
Lo probé, tenia un gusto dulzon y estaba bueno.
Y empezó su trabajo, lo hacía bien y era verdad que no me dolía. Al acabar me dio otro vaso para beber y me tumbé para un masaje con crema para todo el cuerpo.
Me desperté, no se cuanto tiempo había pasado, pero allí estaba rodeado por 10 ó 12 personas todos negros y desnudos, los había de todas las edades, jóvenes y mas viejos, incluso uno que creo era menor de edad.
Quieres más todavía?
Si, lo quiero todo.
Me dio otro vaso de algo para beber. Me lo bebí de un trago y de nuevo me entro un calentamiento interno, pero esta vez no me dormí.
Venga empezad, quiero mas.
Y me penetraron de nuevo el culo y la boca. Hacia horas que me estaban follando y yo todavía no estaba satisfecho.
Me di cuenta que tenía la cara llena de semen seco y en la boca el regusto de la leche que me había tragado. Pero todo aquello no me bastaba, quería mas, seguro que me habían drogado. Me daba igual, me gustaba.
Cuando el que me estaba follando sacó su polla de mi culo, me di cuenta que me resbalaba liquido por las nalgas y las piernas, seguro que también tenía el culo lleno de semen.
No sé cuanto tiempo pasó. El sol me despertó, estaba alto. Me encontraba en un descampado dentro de mi coche, completamente desnudo, con el cuerpo todo lleno de semen, incluso todavía me salía del culo. Estaba cansado, el culo dolorido y la boca desencajada, pero contento y feliz de la gran follada.
Me vestí y me fui a mi casa. Me duché y dormí todo el sábado y parte del domingo. Al despertarme, pensé en lo que podría pasar el lunes cuando fuera a la escuela y toparme con el padre Tomas si Toni le había contado que Paco me estaba follando.

viernes, 7 de enero de 2011

LA PASION DE PAPA

Cuando tenía 15 años mi madre desapareció de casa, aun no se porque, mi padre paso un año horrible.
Un día llegue a casa y lo pille haciendose una paja al verme paro y me dijo : "Hecho de menos a tu madre, no he podido follar con nadie desde que se fue pero ya no puedo más, necesito ..."
Los días pasaron , yo no podia dejar de pensar en la pija de mi padre, cuando me acostaba y cerraba los ojos lo veía, mi padre estaba muy bien dotado era una polla gorda y venosa. Jamás se me ocurrio pero de tanto pensar en su polla acabe con una ereccion horrible y acabe pajeandome pensando en su polla. Al día siguiente cuando me di cuenta , de lo que había hecho, me senti un poco mal. Pensaba que era raro.
El dia de mi 17 cumpleaños, papa llego a casa borracho, no se acordaba de que día era, nunca se olvidaba, cuando se lo dije se sintio tan mal que se puso a llorar. "No puedo mas quiero notar tu cuerpo junto al mio" porque se fue tu madre, me recuerdas tanto a ella ... Entonces me acaricio la cara con ternura y sin saber porque le bese en los labios, el me correspondio y empezo a lamerme el cuello de una manera que en poco minutos ambos estabamos a cien.
Pense en seguirle el rollo porque sabía que al día siguiente él no se acordaría de nada. Me toco entre las piernas yo hice lo mismo, la tenía morcillona, empujo bruscamente mi cuerpo hacia abajo mientras yo con mis manos sacaba su herramienta y empezaba a masturbarla.
¿Quieres hacer feliz a papa? pregunto.
Si, quiero que vuelvas hacer el de antes y para ello hare lo que sea, respondi.
Demuestrale a papá toda tu pasión. Entonces me metio la polla en la boca y empece a succcionarla y a lamerle, cada vez estaba más dura. Dios era una polla descomunal.
Su sabor fuerte a hombre empezo a nublarme los pensamientos y empece a chuparla como si me fuera la vida en elllo, papi empezo a gemir, era yo quien estaba provocando ese efecto y le encantaba.
Él me apreto la cara contra la polla y me la metio hasta lo máximo que pudo y entonces la saco, me giro, me arranco como un toro los slips negros e introdujo su lengua en mi ano, me penetraba con la lengua, me gustaba pero no era suficiente.
Haz lo que debas papi, te quiero como un hombre quiere a otro hombre, no como un padre quiere aun hijo, y necesito saber que ya no echarás de menos a mamá por que me tienes a mi. ¿quieres que te la meta por el ojete? Dijo. Si...lo estoy deseando, conteste.
Lo hare con suavidad mi niño, papi no quiere que sufras solo quiero hacerte disfrutar, no te preocupes. Entonces note su glande en mi ojete poco a poco fue entrando, aunque fue mi primera vez lo hizo con tanto cariño, que casi no me dolio.
Envestia con fuerza, gemia y su respiración era como la de un toro, y su polla caliente entraba y salia por mi virginal culo creando mil sensaciones.
¿quieres hacer fe liz a papi?, volvía a preguntar. Yo no podia hablar, suspire un si, entonces saco su herramienta de mi palpitante ojete y solto toda su leche dentro de mi boca, mientras con sus manos me pajeo hasta que yo también solte toda mi leche caliente y caí rendido al suelo.
Al día siguiente decidí hacerme el loco, seguramente no se acordaria y pensaria que habria sido un delirio provocado por el alcohol, pero en el desayuno estaba en la mesa, y al acercarse me beso en la boca y pregunto. -¿Cómo está la pasión de papá?...

martes, 4 de enero de 2011

CULEADO POR MI PRIMO

Actualmente tengo 22 años y vivo en una gran ciudad de Colombia. Mi familia es una familia de esas grandes, con más de 1 hijo y cada hijo con 4 hijos aproximadamente, yo hago parte de la “tanda” del medio, y mi primo en cuestión hace parte de la primera, los mayores, él debe tener ahora unos 29 o 30 años más o menos, es un tipo que siempre se caracterizo por ser el típico mujeriego, con dos hijos de mujeres distintas solo uno reconocido y sin haberse casado, era uno de los mas alocados de la familia, de los mas “guerreros” y fuertes que había, sabia trabajar el campo aunque vivía en la ciudad, es más sabia hacer cualquier cosa, yo nunca me había fijado en él realmente, al menos no de un modo muy sexual, es un tipo de estatura media, de grandes ojos color miel, blanco, de complexión atlética, labios muy carnosos, y una cicatriz en el puente de la nariz en forma de cortada que lo hacía ver mucho mejor, mantenía con ropas anchas y gorra, siempre.
En la navidad del 2008 estábamos tomando y quedamos al final, mi hermana, él y otros primos junto con su novia, le pedí el celular para mirarlo un rato y me lo entrego sin reparo, no se porque, pero resulte revisando sus mensajes de texto, tenía varios de una misma personas que no tenia registrada, no recuerdo muy bien que decían, pero era claro que eran de un tipo, proponiendo horas de encuentro, y diciéndole cosas como “usted no es cacorro, solo los cacorros llorarían por algo así, pero hágale” no entendí muy bien.
Esa navidad paso lo primero por llamarlo de alguna manera, la cerveza se había acabado y decidimos ir por mas mi primo y yo, a la parte trasera de la finca, mientras caminábamos me detuvo, y saco su celular, y puso un video donde un negro con una verga XXL se comía una mona tetona que no hacía sino gritar, yo quede pasmado, no sé que pretendía él con eso, pero tristemente mi reacción fue indiferente hice algún comentario frívolo y continúe. Esa navidad no sucedió nada más.
La navidad del 2009 (la pasada) nos reencontramos todos como era costumbre, me entere que él estaba conduciendo el taxi de su papá, mientras le salía trabajo en lo que era profesional, cuando estábamos solos, me contaba historias como, “me salió un gay y me dijo que me la mamaba en el taxi” “un travesti la otra vez me dijo que me la mamaba si lo llevaba por tanto a tal lugar” pero no lo hacía de manera peyorativa, pero tampoco de forma aceptable al 100%, yo ya me estaba trastocando con esos comentarios y empecé a maquinar todo, a buscar, justo esta navidad una de las novedades era mi abdomen, y lo rayado q estaba, justo había empezado a modelar y todos hacían bromas al respecto, él todo el tiempo me decía, “ya estas biga” “vea el cuajo” los brazos esto… la espalda aquello, la verdad ya le había dedicado varias pajas, imaginándolo clavándome, yo en 4 y él en cuclillas haciendo que me entrara toda la varga hasta su matojo de pelos, a veces lo fantaseaba rasurado otras peludo, con su cara roja, resoplando mientras se comía mi culo, realmente necesitaba materializar algo, y este era el momento, sin que él se diera cuenta tome su celular y me marque al mío (no nos teníamos agregados) y guarde su número, no sin antes borrar el mío, ya en la ciudad, luego de navidad organice todo debidamente, sabía que él hacia turnos en la noche, y que transitaba mucho el centro de la ciudad.
Sábado en la noche, le marque a su celular tipo 2 am, diciéndole que necesitaba una carrera en tal dirección, y engrosando un poco la voz, nunca habíamos hablado por teléfono así que no habría problema en que me reconociera, a él le extraño mucho que alguien lo llamara al celular a pedirle un servicio, pero acostumbraba a darlo para hacer carreras largas.
Lo cite cerca de una discoteca gay, pero yo estaba en un bar hetero tomándome una cerveza, llego al lugar donde le había indicado, una dirección en realidad, era de un local que estaba cerrado, y empezó a pitar, yo estaba esperando en la esquina continua, justo cuando lo vi llegar me acerque, haciendo el sorprendido por verle:
-Primo!!! Que mas pues? En que anda por acá? le dije
-Nada, vine para hacer una carrerita pero el pirobo que me llamo como que me dio mal la dirección o la anote mal, lo voy a llamar a ver qué paso.
Justo en ese momento sentí un hormigueo en la cabeza y con rapidez lo detuve agarrando su celular, si llegaba a llamar descubriría que era el mío.
-No, no , no, que va hombre, deja ese man que se busque otro taxi y veni y te tomas una cerveza conmigo. Le dije
-Nada parece, estoy trabajando, y pailas, si no le llego a mi papá con la liquidación de la noche, se me emputa luego y que pereza.
Luego de rogar un rato acepto hacerlo, y en total fueron 5 cervezas él, y 2 cervezas yo, salimos del local aun mas tarde, y nos subimos al taxi, él se negó a dejarme ayudarlo a conducir pues yo estaba mucho más sobrio.
Ya estando adentro, le puse el tema.
- Y qué? Hoy no te han hecho muchas propuestas por ahí? Es sábado ese centro debe estar alborotado. Dije yo con tono despreocupado.
- La verdad si, pero tengo como ganas de llegar rápido a la casa a ver si encuentro a marcela despierta, (su mujer) que hoy quiero guerra…
Mientras dijo eso se sobo su paquete, el cual no demostraba nada, por lo ancho de su pantalón, pero estaba seguro que lo que había adentro era prometedor.
Aproveche, seguro que si hace una o dos carreritas ahora, le resulta algo. Él se quedo en silencio, y yo esperando alguna respuesta de su parte, solo se limito a decir algo que me dejo frio.
-No parce, que pereza, si me gustaría una mamadita al menos, pero ponerme a caminar a ver qué pesco, quiero que sea rápido y lo más rápido es marcela, no??? cuando dijo ese “no” me miro de manera fija y me sonrió maliciosamente, si bien él no tenia confirmada mi condición eso era un secreto a gritos, dicho eso le lance:
-Usted por rogado, pero pida de pronto consigue alguna cosa, no le parece?
Luego de decirle esto, detuvo el auto, y se quedo quieto, corrió el cinturón de seguridad y bajo el elástico de la sudadera quedando en bóxer, y arranco de nuevo.
Quede perplejo con la imagen, ni en el más lejano de mis sueños pensé que podría materializarse. Pégate pues guevon, o es que lo saque a que tomara aire?
Dicho y hecho, me acerque y tome la goma del bóxer, y separándolo lentamente de su cuerpo, vi lo que era una buena mata de pelo negro, largo y rizado, y su verga, dormida completamente, la tome, no estaba circunciso, y me abalancé a ella, me la trague de un solo golpe, sin sacarla de mi boca empecé a succionarla y a jugar con su glande con mi lengua, no tardo mucho en crecer, era una buena verga sin duda, su longitud era normal, pero su grosor era bueno, sin llegar a proporciones extraordinarias, justo cuando estaba más concentrado en aquel delicioso apéndice llegamos a mi departamento (dpto), me separe y él la guardo.
-No me va a dejar así, o qué? Termine al menos de darme la mamadita, tiene ron en el dpto? Dijo con voz fuerte y seca, como reclamando por algo que se le había entregado y sentía que le estaba retirando.
Subimos al dpto, y entramos, de inmediato se hecho en el sofá, medio escurrido, como ofreciéndose, yo sin musitar palabra, me arrodille y le baje por completo su pantalón y bóxer, ahora el conjunto se podía apreciar mejor, tenía unos huevos grandes y pesadas, con poco pelo que colgaban una más alta que la otra, su verga aun conservaba parte del tamaño, pero por alguna razón le veía más grande, y su cabeza tenía un ligero brillo proporcionado por una gota de liquido pre seminal que asomada por el orificio de su glande, sin pensarlo la devore, hice uso de mi experiencia en mamadas, y se la mame como si fuera la última verga que tendría, mientras lo hacia empecé tímidamente a masturbarme, cuando se dio cuenta, yo ya estaba con los pantalones por las rodillas, y mi culo estaba al aire, no esperaba que me penetrar ni que lo tocara siquiera, si bien tengo buen culo, es ligeramente peludo, y dudo que le provoque un culo peludo.
-Primo, la mamas muy chimba, pero yo no me vengo si solo me la maman, me toca culear.
Que? Se le apunta? Déjese pegar una culeadita, yo le hago suavecito.
Me parecía de locos lo que me estaba diciendo, era de verdad? O acaso mi imaginación me estaba jugando una mala pasada?
Yo sabía que él apenas lubricaría su verga y la mandaría, y yo estaba decidido a disfrutar, era obvio que no me lubricaría, ni me dilataría, entonces mientras mamaba empecé a jugar con mi culito, haciendo que mis dedos se encargaran de mi dilatación, justo cuando iba por el tercer y último dedo, él reclamo, y empezó a pedir culo, que quería culear ya, y yo sin poderme negar, lo dirigí a mi habitación allí fue él quien tomo las riendas del asunto, me puso boca abajo y se acostó encima mío, empezando a meter su verga por mi ya dilatado culo, sin mirar y sin tocarme mucho a mi, logro meter la cabeza, y con un movimiento lento pero continuo la metió toda, y empezó ese mete y saca que hacia como solo un experto sabe, cuando pensé que así seria el resto de la culead.
Me tomo de las caderas y me giro, dejándome boca arriba, tomo mis piernas por los tobillos y elevo mis rodillas hasta sus hombros mirándome a la cara empezó a meter lentamente su verga, hasta que sentí toda su pelambrera en mis nalgas, sin quitarme los ojos de encima, saco su verga casi completamente, y la metió de un golpe, y empezó así un delicioso mete y saca, luego descargo todo el peso de su cuerpo, y estiro sus piernas, esto hacia que su verga entrara más profundamente, la única parte de su cuerpo en mover era su cadera, con movimientos circulares y rápidos me estaba taladrando el culo de una manera inigualable, nunca antes nadie me había culiado así, mientras tanto aproveche para acariciar sus bolas, y apretarlas suavemente, con el otro brazo lo acariciaba en la espalda, pidiéndole que se acercara mas, necesitaba sentirlo más, quería que se uniera a mí, sin previo aviso un gemido gutural acompañado de embestidas mas fuertes anunciaban su orgasmo, por el temblor de su cuerpo, y su cara, adivine que había sido un orgasmo largo, y estaba seguro que lo había disfrutado a plenitud.
Luego de esto, se repitió otro encuentro, solo que esta vez no sería solo con mi primo, lo acompañaría con colega de trabajo.